VIERNES 19 DE MAYO DE 2000
La confusión
* Luis Javier Garrido *
Ernesto Zedillo no parece tener más arma para mantener el sistema priísta que la de seguir generando a través de los medios un clima de confusión: como acontece en la Universidad Nacional Autónoma de México.
1. El grupo gobernante está decidido a no dar marcha atrás en ninguno de los programas neoliberales porque sabe que a fin de imponer a Francisco Labastida por la vía del fraude en las elecciones de 2000, el único apoyo real con el que podría contar es el de Washington. De ahí que esta administración se termine en medio de un desastre que sólo puede ocultarse por medio de la propaganda: aparentando que hay ya una democracia y manteniendo una paridad artificial del peso, y sin más políticas que las de intensificar el hostigamiento a las comunidades indígenas de Chiapas y acelerar la entrega de las riquezas del país.
2. El grupo salinista se mantiene en el poder gracias a la propaganda, creyendo que aún puede seguir engañando a los mexicanos.
3. ƑPor qué un año después de iniciado el conflicto en la UNAM, por ejemplo, los medios siguen negándose a exponer con claridad el diferendo que opone a la Rectoría con el CGH?
4. ƑPor qué la prensa no expuso en todos estos días los argumentos vertidos por los estudiantes en el ahora interrumpido diálogo del Auditorio Alfonso Caso, ni dio cuenta de cómo los emisarios de la Rectoría fueron incapaces de refutar los planteamientos del Consejo General de Huelga, e insistió por el contrario en magnificar los incidentes y describir a un movimiento estudiantil irracional? ƑPor qué hemos visto en un año tanta venalidad en los medios?
5. La respuesta es la misma de 1999: porque el régimen tiene miedo a la verdad y a que se conozca la justicia de la lucha de los estudiantes del CGH por una universidad pública gratuita, democrática y de excelencia, y a lo que pasó en esos encuentros. Los personeros de la Rectoría no lograron evitar que se conociera la responsabilidad del rector De la Fuente en el hecho de que haya estudiantes presos, procesados y amenazados con órdenes de aprehensión. Ni pudieron contrargumentar sobre el carácter excluyente de las contrarreformas del 97, ni sobre sus vínculos personales e institucionales con el Ceneval, como tampoco sobre el hecho de que están violando con las cuotas el marco constitucional en materia de gratuidad de la educación superior. Ni fueron capaces de ocultar el proyecto de privatización de la UNAM.
6. El CGH ha luchado durante más de un año contra el régimen, y contra todos los aparatos del Estado, la jerarquía católica y los medios, y en particular contra todos los partidos políticos, para defender el derecho constitucional a una educación pública superior gratuita, habiendo sido encarcelados por ello muchos de sus integrantes, y resulta una vergüenza que ahora todos los partidos, en una actitud abiertamente electorera, pretendan que están a favor de la gratuidad en las universidades públicas, a pesar de que todo mundo sabe que no es cierto, pues en los hechos están actuando en apoyo al gobierno. Lo que resulta todavía más grotesco cuando la delegación de Rectoría en el diálogo público con los estudiantes sigue argumentando de manera obstinada a favor de las cuotas.
7. Las autoridades universitarias, que creyeron aplastar al CGH con la ocupación policiaco-militar de la UNAM en febrero, y que muy tarde se dieron cuenta de su error, no están escatimando ahora recursos con el mismo objetivo, y buscan coptar y dividir a los integrantes del CGH, apoyándose en todos los aparatos oficiales y sobre todo en el activismo de la dirigencia del PRD y de sus cuadros académicos y estudiantiles en el campus universitario, y por todos los medios buscan confundir sobre lo que acontece tratando de llegar a un congreso avalado por el perredismo y en el que éste sea ''la oposición leal''.
8. El desfase entre lo que dice la clase política y lo que acontece en la sociedad es cada vez más grande, como se ve en la campaña electoral de 2000, en la que el discurso de los candidatos tiene poco que ver con las demandas populares y en el que hay tal desdén a la sociedad que se piensa que se puede decir cualquier cosa a fin de confundir. Labastida llegó a afirmar por ejemplo, de manera desvergonzada, que él está a favor de la educación pública superior gratuita (9 de mayo) asumiendo que en todo puede engañar a los mexicanos; Camacho se presentó en la Facultad de Economía, casi como cegehachero, defendiendo las tesis estudiantiles y hasta tratando de asir una manta (10 de mayo), y mientras Cuauhtémoc Cárdenas habla una y otra vez de la gratuidad, incluyendo los estudios de posgrado, todo el aparato del PRD está coludido con la Rectoría para aplastar al CGH y colaborar en una privatización (no tan) light de la UNAM.
9. La Universidad Nacional ha sido violentamente agredida por los dirigentes políticos a lo largo de más de un año, y sin embargo, como si nada de esto hubiese acontecido, con absoluta desvergüenza los partidos buscan usarla para hacer propaganda, como aconteció con el partido paraestatal de Democracia Social. El PDS, como se ha publicado, fue apadrinado por Carlos Salinas para crear una socialdemocracia a modo del grupo tecnocrático, por lo que su estructura está integrada por funcionarios medios y altos del Pronasol. Entre sus dirigentes figuran Eraclio Zepeda, intelectuales de Nexos y el comandante Cuauhtémoc Herrera, baleado en el Hotel Imperial; a nadie se oculta que está dirigido desde Gobernación (Milenio 140), y ahora resulta que, según sus defensores, la dignidad de los estudiantes al enfrentarse a su candidato Gilberto Rincón Gallardo, un peón del sistema, invitado a la UNAM por los ''moderados'', de donde fue corrido (12 de mayo), constituyó un acto de intolerancia.
10. La confusión que el grupo gobernante ha buscado generar en los últimos meses no tiene parangón, pero esa ''estrategia'' no cuenta con que amplios sectores de la sociedad no se engañan. Y si las autoridades siguen empeñadas en destruir a la UNAM y continúan culpando de ello al CGH, un número cada vez mayor de universitarios saben que deben defender a la universidad de las autoridades por el bien de México. *