VIERNES 19 DE MAYO DE 2000
Observatorio Ciudadano de la Educación
COMUNICADO No. 32
La OCDE y las universidades
* Rendición de cuentas al Comité de Educación
* "Excelente recepción de las recomendaciones", dice la SEP
* Las propuestas de los expertos y la respuesta de las autoridades
En 1996, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) entregó a las autoridades mexicanas un informe sobre el estado de la educación media superior y superior en el país. Al final del informe se proponen varias recomendaciones "sobre las grandes orientaciones de la política de educación." Desde su publicación, el Examen de la política educativa de México ha sido un texto polémico, tanto por sus recomendaciones como por su carácter de informe externo. Recientemente, una vez que se han cumplido los plazos para rendir cuentas al Comité de Educación de la OCDE, las autoridades del sector informan de lo ocurrido con esas recomendaciones.
El examen realizado por los expertos dela OCDE fue pedido y pagado por el gobierno, aunque no se han aclarado públicamente las razones para solicitar ese diagnóstico a la OCDE ni cuáles son los compromisos contraídos por el gobierno mexicano para implantar sus propuestas.
Además, en el debate actual sobre cuáles debieran ser las políticas para la educación superior, particularmente en el marco del conflicto de la UNAM, con frecuencia se ha destacado la influencia de las organizaciones internacionales en el diseño de las políticas nacionales. En este comunicado, Observatorio recuerda cuáles fueron las recomendaciones de la OCDE y examina la respuesta de las autoridades.
Valoración económica
La OCDE es una organización con casi 40 años de existencia que agrupa actualmente a 29 naciones. La mayoría de los países miembros tienen un alto promedio de desarrollo económico y comparten el compromiso de promover las políticas de cooperación y expansión económica. México ingresó al organismo en mayo de 1994 ųhacia el final del sexenio de Carlos Salinasų, y previamente le había solicitado que realizara, entre otros diagnósticos, un examen de las políticas nacionales para los estudios superiores.
La OCDE, acorde con sus objetivos de expansión y mejoramiento económico de los países miembros, enfatiza en sus exámenes "en qué medida el sistema educativo responde a las necesidades de la economía y de la sociedad actuales y en qué medida puede contribuir a la consecución del desarrollo económico y el progreso social."
El estudio practicado por el equipo de expertos de la OCDE, en su parte de diagnóstico, destaca el carácter sumamente heterogéneo, complejo, frágil, poco articulado y rígido del conjunto de instituciones de educación media superior y superior. Es decir, un sistema que se divide en varios subsistemas (universitario, tecnológico y normalista), pero que no está integrado entre sí y tampoco permite la movilidad horizontal de los estudiantes; con diferentes formas de coordinación con las autoridades educativas y con distintos regímenes jurídicos, con un crecimiento importante del sector privado (cinco veces más que el público), alta concentración de la matrícula en las ciencias sociales y administrativas, e indica que "el peso de las formaciones científicas y técnicas es modesto para el nivel actual de desarrollo económico de México".
Las recomendaciones
Con base en su enfoque de política económica y social, y derivado del diagnóstico realizado, los expertos de la OCDE plantearon cinco campos críticos en los que "las reformas son manifiestamente necesarias": flexibilidad, pertinencia, calidad, personal académico y recursos financieros. Para cada uno de estos rubros hay recomendaciones, que van desde objetivos genéricos hasta propuestas muy específicas. A continuación recordamos algunas que han sido, por diferentes razones, objeto de controversia:
-Aumentar la parte de las formaciones profesionales y tecnológicas del nivel medio superior hasta alcanzar, en un primer momento, la tercera parte de la matrícula total.
-Prever a mediano plazo un aumento de la matrícula de la educación superior, pero bajo reserva de controlarla mediante pruebas de calidad al ingreso y a la salida.
-Desarrollar prioritariamente los institutos y las universidades tecnológicas.
-Implantar para todos los candidatos a ingresar a la educación superior un procedimiento de admisión selectiva.
-Controlar el flujo de ingreso en las diversas ramas en función de la calidad de los candidatos y de la apreciación de las salidas profesionales.
-Ampliar el sistema de becas de estudio.
-Hacer participar a los representantes de los actores económicos y sociales en las diversas instancias de las instituciones.
-Estimular a las instituciones a efectuar trabajos para las empresas.
-Preparar una reforma de las escuelas normales que las acerque a las universidades.
-Desarrollar considerablemente el nivel de técnico superior.
-Elaborar referencias nacionales para los conocimientos y competencias de cada rama, y evaluar en referencia a ellas.
-Respaldar permanentemente los esfuerzos del Ceneval.
-Mantener la política de evaluación de las instituciones de educación superior y hacer participar en ella a los representantes de los medios económicos.
-Reservar, dentro de lo posible, las contrataciones de nuevos docentes permanentes en la educación superior a personas titulares de un doctorado.
-Monitorear y ampliar la aplicación del sistema de estímulos salariales y verificar que no haya un deslizamiento hacia una atribución por antigüedad.
-Encarar un aumento de la contribución de los estudiantes al costo de sus estudios, simultáneamente con el desarrollo de las becas.
-A la larga, revisar la estructura de la SEP, con una subsecretaría para el conjunto de la educación media superior y otra para el conjunto de la educación superior.
El reporte de la SEP
En un documento titulado Seguimiento de las reseñas de políticas educativas nacionales: la educación superior en México, disponible en Internet (http://sesic.sep.gob.mx/ocde/), la SEP cumple con el compromiso de "presentar un informe de seguimiento sobre la utilidad y el efecto de las recomendaciones hechas, dos años después de haberlas recibido."
Luego de indicar que "en general, la acogida que ha recibido el diagnóstico, con inclusión de sus recomendaciones, ha sido excelente", el reporte establece las coincidencias y diferencias entre las recomendaciones de la OCDE y las políticas vigentes. Previsiblemente, la gran diferencia de fondo es sobre la recomendación del organismo internacional de reformar la SEP. Hay también recomendaciones que se reconocen como de difícil aplicación (exámenes de asignatura uniformes y vigilancia de los destinos de estudiantes al egresar o abandonar), y otras más que se indican como parte de la agenda futura, por ejemplo: "eliminar los obstáculos formales artificiales a la graduación, tales como el requisito de presentar una tesis para los programas de licenciatura".
En el documento se procura demostrar la coincidencia entre las estrategias de política educativa de la SEP y las recomendaciones emitidas por la OCDE. Así, el Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) aparece como "el pivote de las nuevas políticas federales para promover la calidad y la importancia de la educación superior... e inducir a todas las universidades públicas a adoptar las normas internacionales sobre la preparación del personal académico"; en el mismo sentido, el Fondo para la Modernización de la Educación Superior (Fomes) se presenta como el instrumento de la SEP para "evaluar los proyectos de investigación institucional y para supervisar la aplicación de los recursos por cada institución".
En el reporte se otorga especial importancia al proyecto de universidades tecnológicas de este sexenio, ya que satisface varias de las recomendaciones de la OCDE: vinculación con empresas, cooperación técnica, diversificación y fomento a la opción tecnológica. Se hace notar que el número de estudiantes de UT se cuadruplicó entre 1995 y 1998 hasta alcanzar 20 mil estudiantes, y se espera que en este año se alcance la meta de 50 mil inscritos.
Además, el reporte informa sobre avances en los rubros de financiamiento, coordinación de las políticas federales y estatales, atención a la demanda, procedimientos de selección, sistemas de recopilación de datos y agenda de prioridades.
El documento concluye con la siguiente observación, un tanto críptica: "el lado mexicano reconoce que tanto el Informe de los Examinadores como el Informe de Antecedentes autoevaluador tuvieron efectos catalizadores y esclarecedores en el debate público sobre las políticas de educación superior. La compenetración que los propios examinadores crearon fue un elemento que contribuyó en gran medida a tal efecto."
Interrogantes
Al comparar las recomendaciones emitidas por el grupo de expertos de la OCDE con los lineamientos de política educativa de la SEP para los niveles medio superior y superior en este sexenio, se advierte en efecto un alto grado de concordancia y, en algunos casos, un seguimiento puntual. El reporte que somete la SEP al organismo internacional confirma esta aseveración, entonces:
ƑExiste un compromiso del gobierno mexicano con la OCDE para aplicar sus recomendaciones en materia educativa? ƑCuál es el alcance de este compromiso?
Estrategias tales como la multiplicación de universidades tecnológicas e institutos tecnológicos, la generalización del Promep, la consolidación de instancias de evaluación institucional, el respaldo al Ceneval, etcétera, Ƒson producto de las recomendaciones del grupo de expertos de la OCDE, o son políticas independientes de estas recomendaciones, o es simple coincidencia?
ƑCuál fue el gasto erogado en el diagnóstico de la OCDE? ƑEs posible conocer el presupuesto de los proyectos (como el de universidades tecnológicas) derivados de recomendaciones directas de la OCDE?
Así como lo hizo frente a la OCDE, Ƒrendirá la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP un reporte ante la sociedad sobre sus proyectos, logros, limitaciones y fracasos en este sexenio?