Luis González Souza
Transparencia de fondo
SI TODOS FUERAMOS UN POCO MAS transparentes, sin duda México estaría mucho mejor. Gran parte de nuestro atraso tiene que ver con la subcultura de la transa: yo te engaño, tú me mientes, él se esconde, ella disimula, nosotros torcemos la ley, vosotros la retuercen, ellos se callan. Todos nos transamos, pues. Todos nos corrompemos y... el país continúa su desplome.
Superar la corrupción en todas sus variantes, exigir ser transparentes en todos los renglones. Es ésa una de las enseñanzas que obtuvimos al participar, hace unos días, en un interesante debate promovido por Transparencia Mexicana, asociación filial de Transparencia Internacional.
ƑPor dónde empezar la batalla contra la corrupción y a favor de la transparencia? Respuesta simple y hasta seductora: por todos lados. Respuesta obligada, si de avanzar se trata: empezar por el mundo de la política y de los políticos. Pues, lo sepan o no, su empeño en tomar las riendas del país no sólo los obliga a predicar con el ejemplo. También los sitúa en el centro de las miradas, en las pupilas de la sociedad. Al menos, ello, desde una visión ética del poder. Y hoy todos los poderfílicos comienzan a prometer más y más cosas relacionadas con el asunto de la ética.
Si ello es así, la primera tarea parece obvia: que los políticos hablen claro, derecho, con transparencia. Su ejemplo se expandería rápidamente al resto de la sociedad. En el México electoral de estos días, dicha tarea ofrece tres desdoblamientos inmediatos. Uno, que sean los candidatos a la Presidencia quienes más claro hablen. Dos, que dejen clara su visión del país y su proyecto de gobierno.
Y tres, que se definan bien y pronto sobre el conflicto en Chiapas, antes de que el pretendido golpe final contra el EZLN termine de incendiar al país, tablero electoral incluido. O, dicho de otro modo, antes de que muera toda esperanza de darle un sentido ético a la política, y la esperanza de lograr que la transparencia se imponga a la corrupción. Específicamente, en este caso, a la corrupción del discurso electoral, acaso la madre de todas las corrupciones allí donde las elecciones tipo occidental agotan el tema de la democracia.
Si el candidato es chueco o turbio desde que es candidato, Ƒqué esperar cuando sea presidente? Si el presidente es el primero en reciclar la subcultura de la transa, Ƒpor qué esperar avances de los demás hacia una cultura de la transparencia? Y en fin, si los candidatos no son ni siquiera capaces de comprometerse con una solución justa al conflicto en Chiapas, Ƒcómo creer en su capacidad para resolver los otros problemas del país? Si no muestran decisión para detener la guerra en Chiapas, Ƒpodrán frenarla una vez que esa guerra se expanda por todo México?
No es mucho lo que se pide. Por lo pronto bastaría con que cada candidato respondiera de manera precisa y convincente a preguntas como éstas: 1) ƑEstán o no de acuerdo, y en qué, con la política del actual gobierno sobre Chiapas? 2) ƑProyectan, y cómo, un México en el que quepan todos, incluídos los pueblos indios con su propia identidad cultural, o continuarán con el México del racismo, de las desigualdades y discriminaciones? 3) ƑCumplirán o no con los Acuerdos de San Andrés tal como fueron consensuados por la Cocopa, aunque el gobierno ahora se retracta? 4) ƑVan a terminar o no con los grupos paramilitares de Chiapas y del país? 5) ƑLograrán que el Ejército regrese a las funciones que le marca nuestra Constitución, o seguirán arriesgando el descrédito de tan importante institución? 6) ƑDejarán que la Policía Federal Preventiva continúe su trabajo sucio, de la UNAM a Chiapas por ahora, o se comprometen a desaparecerla? 7) ƑFrenarán o no la militarización, inclusive cultural, del país, o seguirán jugando a la transición democrática? 8) ƑPermitirán o no que el EZLN se transforme en una fuerza que ya no necesite armas para hacerse esuchar, ni pasamontañas para hacerse ver?
Hasta ahora, Cuauhtémoc Cárdenas es el único candidato que ha dado transparencia y credibilidad a sus ideas sobre el conflicto en Chiapas. ƑQué esperan los demás? ƑPueden o no pueden? ƑO ni siquiera quieren? ƑY así desean gobernar? Sin transparencia en los propósitos para gobernar, Ƒcuánto sirve la transparencia en las formas de ganar el gobierno? Preguntas, simples preguntas, pero inevitables en este tiempo de tantas y tan acuciantes dudas.