DOMINGO 21 DE MAYO DE 2000
Ť El jurado ya delibera; Dancer in the dark, la favorita de la crítica
Hoy se entrega la Palma de Oro en Cannes
Leonardo García Tsao, enviado, y agencias, Cannes, Francia, 20 de mayo Ť El jurado del Festival Internacional de Cine de Cannes deberá dar a conocer mañana los nombres de los ganadores de la versión 53 de este encuentro que se realiza en esta ciudad francesa, sobre la Costa Azul.
Presididos por el director francés Luc Besson, los integrantes deberán evaluar 23 cintas que se proyectaron durante los últimos diez días.
El jurado se retiró este sábado a una mansión en las colinas, desde las cuales se domina la bahía, para proceder a sus últimas deliberaciones antes de la entrega del domingo por la noche.
Mientras, los pronósticos son dispares y dejan ver una clara divergencia de criterios entre la prensa francesa y la crítica extranjera. La película favorita de la prensa francesa es sin lugar a dudas Dancer in the dark, última obra del danés Lard Von Trier, ya premiado dos veces en Cannes. Su drama musical, interpretado por la cantante islandesa Bjork y la actriz francesa Catherine Deneuve, sedujo a los críticos que, en las revistas especializadas Film Francais y Ecran Total, le otorgan ya la Palma, mientras que la prensa anglosajona trató el filme con dureza.
La prensa extranjera (Canadá, Alemania, Italia, España...), consultada por el periódico especializado británico Screen, prefiere Trolosa (Infiel), de la noruega Liv Ullman, con guión de Ingmar Bergman.
Otros candidatos bien situados en las preferencias son Guizi Lai Le, del chino Jiang Wen, y O brother, where art thou?, la comedia musical de los hermanos Coen, con George Clooney.
El cine asiático, que tuvo una importante representación en el festival este año, tiene también sus partidarios: Eureka, del japones Shinji Aoyama, que tiene ya la palma de la película más larga del festival, con sus 3 horas 37 minutos de duración, y Yi Yi, del taiwanés Edward Yang, son citados como favoritos.
En cuanto al premio a la mejor actriz, el jurado tendrá dificultades en elegir entre un ramillete de grandes intérpretes: las estadunidenses Renée Zellwegre (Nurse Betty), Anna Thomson (Fast food, fast women) y Summer Phoenix (Esther Kahn), la sueca Lena Endre (Infiel) y la islandesa Bjork, puesto que la cantante de rock mostró que tiene también un gran talento de actriz.
En cuanto a los actores, podrían recibir el premio el español Sergi López (Harry, un ami qui vous veut du bien), el japonés Yakusho Koji (Eureka), el cubano Jorge Perugorria (Estorbo) o George Clooney.
Cerró bien el encuentro
Al menos el festival cerró su concurso con una gran película (broche de oro, dirían los cursis). In the mood for love (De humor para el amor), que compite con otras 22 por la Palma de Oro, confirma la maestría del hongkonés Wong Kar-Wai en el difícil arte de contar historias de amor de una manera original y emotiva.
Situada en el Hong Kong de principios de los 60, la película cuenta el amorío platónico entre dos vecinos cuyos respectivos cónyuges son amantes. Ella (Maggie Cheung) es una bella secretaria, él (Tony Leung) un periodista; ambos son tímidos, por lo que sus encuentros tentativos se centran en la representación de lo que, en su lugar, haría su esposo o esposa.
Con una sensibilidad poco común, Wong describe esa relación como una serie de gestos, caricias furtivas y momentos perdidos para siempre. El cineasta ha sustituido su cámara hiperactiva por una mirada más reposada. En varias escenas, el acompañamiento musical es el romanticismo de Nat King Cole cantando en español (Aquellos ojos verdes, Muñequita linda, Quizás quizás, quizás).
Pocas veces el amor imposible ha sido retratado en el cine con igual delicadeza. Programada a última hora (en el catálogo del festival aparece aún sin título), In the mood for love se exhibió sin la mezcla final de sonido. Eso no obstó para que una mayoría de la crítica la considerara una obra maestra. El jurado tendría que estar muy lelo para pasarla de alto y regalarle la Palma de Oro a Dancer in the dark.
En cambio, poco se puede decir de la última concursante hollywodense, The Yards, del joven realizador James Gray. Es otro thriller de mafias -en este caso, de los dueños de las ferroviarias gringas-, en el cual un joven recién salido de prisión participa en un atentado fallido, para ser perseguido por la ley y su propia gente. Tal vez vista por televisión despertaría algún interés. En Cannes, está totalmente fuera de lugar. Otra vez, los directivos del festival no han logrado atraer a los prestigios hollywoodense, por una sencilla razón: a su aceitada maquinaria no le conviene un estreno europeo en estas fechas previas al verano, porque el apoyo publicitario se desperdicia. Por estos lares, Hollywood estrena sus productos fuertes hasta septiembre y prefiere esperarse a festivales otoñales como Venecia y Toronto.