ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Ni falta que hizo el tal debate. Sin necesidad de formalismos, banquitos ni cuestionables líderes de opinión de por medio, los dos principales candidatos, Vicente Fox y Francisco Labastida, se la han pasado frente a cámaras y micrófonos arrojándose ajos y cebollas (pésimo lugar común escogido por este tecleador, pues ajo, limón y cebolla son ingredientes básicos de la medicina naturista, con grandes virtudes curativas). Cuauhtémoc Cárdenas, por su parte, ha hecho una oportuna maniobra de reacomodo para colaborar en el combate al foxismo. Y en medio de la batahola, sin tantos aspavientos, Andrés Manuel López Obrador ha sido declarado hombre con derechos políticos chilangos, ante lo cual Jesús Silva Herzog y el ex jefe Diego han preferido hacer mutis.

Vista con sentido de optimismo, la cancelación del tal debate fue una inteligente forma de ahorro y, además, una buena oportunidad de conocer a los candidatos de mejor manera. Sobre todo a Fox y Labastida, quienes cruzaron ayer acusaciones de diversa magnitud, convertidos en fieros defensores de posturas distintas a las que sus representantes --Jorge Alcocer y Pedro Cerisola, en especial-- habían manifestado la madrugada del domingo, cuando anunciaron la cancelación de sus esfuerzos concertadores en pro del citado debate.

Nadie podría legítimamente esperar de Fox y de Labastida las actitudes pueriles y desgarbadas con las que han querido ahora apropiarse del capital político desprendible del fracaso del debate. Sus representantes, según el anuncio hecho aquella madrugada de domingo, acordaron dar por terminados sus esfuerzos en términos civilizados, sin culpar a nadie y sin expresar en su comunicado de tres párrafos ningún agravio profundo posteriormente reclamable.

Pancho Pantera y el niño Chentito

Sin embargo, a unas horas de que se dio a conocer tal resultado de la negociación de sus representantes, el priísta y el panista desataron una preocupante campaña de contrainformación.

Labastida, con tono machista propio de las películas de la posrevolución, se la pasó diciendo que él no se raja, que no se echa para atrás, que él tiene mucho respeto por la palabra empeñada, como si los asuntos máximos de la política nacional fuesen más bien arreglos hechos al pie de palenques.

Fox, por su parte, mostró una faceta que por desgracia parece anticipar los riesgos de frivolidad y vacuidad que podrían acompañar al presidente de México si éste fuese el guanajuatense. Entrevistado junto con Labastida en Televisión Azteca, y a sabiendas de que por arreglos técnicos estaban al aire al mismo tiempo las imágenes de ambos, el candidato de las botas se dedicó a hacer gestos y señas a su adversario priísta, y a encimar la argumentación del sinaloense con frases de mítin, como un niño travieso lo haría en alguno de los varios programas ñoños de caricaturas que la televi- sión transmite. šAbdalá Bucaram nos tome confesados con presidente así!

Derechos chilangos a salvo

Menos estridencias hubo en otro asunto que había congregado suficientes pasiones encontradas. El Tribunal Electoral del Distrito Federal decidió, por tres votos contra dos, como ya se había filtrado en algunos medios, sostener la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. La decisión tomada por el tribunal, y antes por el instituto electoral correspondiente, puede ser impugnada por alguno de los partidos adversos al PRD ante la instancia federal superior, pero políticamente el asunto ha quedado zanjado, pues tardíamente ha quedado claro a PAN y PRI que con la impugnación hecha contra el tabasqueño que aspira a ser jefe del gobierno capitalino sólo se hizo crecer más la figura de éste y se concentró la atención de medios y ciudadanos en su caso. Hasta el ex jefe Diego hubo de guardar para mejores momentos sus enconos y consideró, luego de conocer la decisión, que no debería permitirse a López Obrador el mantenerse en el beneficio de asumirse como víctima. Jesús Silva (Herzog) Flores mantuvo similar postura. En los hechos, las instituciones creadas por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que preside Martí Batres, para regular los asuntos electorales, tanto el instituto como el tribunal, pasaron así la difícil prueba que les planteaba el caso de López Obrador.

Lo importante, el 3 de julio

Y bien, mientras los tres principales candidatos y sus representantes se ahogan en el vaso de agua que ellos mismos llenaron, la esposa de uno de ellos, prudente y previsora, trabaja en lo esencial, en lo importante: el 3 de julio, cuando "los perdedores comiencen a denunciar irregularidades", los priístas deberán defender públicamente su triunfo, adiestró Teresa Uriarte de Labastida a mujeres pertenecientes a sindicatos de burócratas federales.

Las palabras mágicas

Inclusive, la doctora Uriarte dio a conocer una especie de oración a cuyo pronunciamiento podrían comenzar a conjurarse los demonios de la intolerancia opositora: "Yo voté por Francisco Labastida porque creo en él y me ofrece el mejor proyecto de nación y el cambio con rumbo que México necesita", serían las palabras exorcizadoras, que podrán ser repetidas a viva voz, coreadas por las multitudes, impresas en calcomanías, camisetas, tortas y matracas (por cierto, ya que de orar se habla, aún no están disponibles estampitas ni imágenes de los 27 nuevos santos mexicanos, así es que la feligresía deberá rezarles sin tales apoyos multimedia que, en todo caso, saldrán a la venta en unos quince días. Breviario religioso a cuenta de futuras bendiciones y absoluciones para esta sacrosanta columna).

Astillas: Guillermo Ortega conduce ahora la emisión vespertina y nocturna de los noticieros radiofónicos de Multivisión. En el arranque tuvo en la cabina visitas de importantes personajes, comenzando por el presidente Ernesto Zedillo. No parece que vaya a ser tan difícil el paso de Ortega de las grandes marquesinas de Televisa (donde conducía el programa nocturno estelar, y también uno meridiano de radio) a su nuevo espacio. Podría pensarse, incluso, que acá podrá disolver las sensaciones de pesadez y acartonamiento que luego le acompañaban en su anterior tribuna...Gilberto Rincón Gallardo enfrentó de nueva cuenta, en el ámbito estudiantil, rudas impugnaciones derivadas de la percepción de que el labastidismo y uno de sus instrumentos de campaña, la Secretaría de Gobernación, están detrás de su partido, el de la Democracia Social y, desde luego, de la candidatura presidencial que tanto espacio ha ganado en los medios. Estos incidentes se produjeron en el auditorio Jaime Torres Bodet, durante un encuentro con alumnos del Instituto Politécnico Nacional. El nombre que más apareció entre pancartas y gritos fue el de Jorge Alcocer, asesor y representante de Labastida, antes subsecretario de Gobernación, y a quien se atribuye el manejo a trasmano del PDS. Esta vez no hubo agresiones físicas, como hace dos semanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM...Miguel Angel Orozco Deza fue nombrado director del Centro de Estudios Municipales de la secretaría de Gobernación. Chihuahuense de origen, ha tenido diversos cargos en el PRI nacional y en la administración federal...Sigue la polémica: ƑQuién debió enfrentar a los presuntos universitarios que obstruyeron el paso del camión del Necaxa al estadio de la UNAM? ƑEra responsabilidad de la policía capitalina o de quién? ƑQué pasará en subsecuentes encuentros importantes? ƑDebería colocarse al estadio fuera del ámbito expreso de la autonomía universitaria? O más bien Ƒdebería impedirse que se realicen allí juegos profesionales, regidos por el interés económico, sobre todo el de la televisora concesionaria de las transmisiones? Bueno, si en la UNAM no hay condiciones para resolver lo fundamental, menos lo secundario...

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