MIERCOLES 24 DE MAYO DE 2000

Ť Barak ordenó una salida masiva de las tropas


Terminan 22 años de ocupación israelí en el sur de Líbano

Ť La "zona de seguridad" ya no es útil, según el primer ministro

Dpa, Ap, Reuters y Afp, Beirut, miércoles 24 de mayo Ť El primer ministro israelí, Ehud Barak, ordenó este día el retiro total de sus tropas del sur de Líbano, horas después que soldados israelíes realizaron una retirada masiva de la autoproclamada "zona de seguridad", con lo que la frontera libanesa quedó en manos de las guerrillas musulmanas chiítas, que se apresuraron a ocupar el vacío de poder creado por la partida de sus enemigos.

La mañana de este miércoles los israelíes abandonaron su cuartel general de Marjayun, y en su apresurada salida destruyeron con explosivos otras posiciones, entre ellas una lindante con el castillo de Beafort y otra en Dabche, con lo que se puso fin a 22 años de ocupación del territorio en el sur de Líbano.

Tras la orden de Barak, tanques y camiones cargados con soldados y piezas de artillería volvieron a Israel, mientras durante el martes jubilosos guerrilleros tomaron las posiciones de los miembros del Ejército del Sur de Líbano (ESL), la milicia aliada de Israel, que se rindieron al ejército de Beirut o huyeron al país vecino.

Mientras esto sucedía, Barak acusó a Siria de usar a los palestinos y guerrilleros libaneses de Hezbollah, que tienen el respaldo de Irak, de sabotear la retirada, en un carta enviada al secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan.

medioriente La retirada israelí comenzó la noche del lunes cuando las tropas abandonaron el sector occidental de la zona de 850 kilómetros cuadrados que ocupaban desde 1978 entre la costa y la ciudad de Bint Jbail. Con esta retirada, estimaron fuentes de seguridad libanesas, Israel había retirado a unas tres cuartas partes de sus soldados; en Metulah, una ciudad fronteriza, un oficial del ejército israelí había confirmado que unos 20 soldados evacuaron la base de Bint Jbeil, una de las más importantes del sector central de la "zona de seguridad", y describió el desplazamiento de otros centenares de soldados como "ajustes técnicos".

Barak había dicho la mañana del martes que la retirada se completaría en pocos días, quizá 10, tras señalar que la "zona de seguridad" agotó su utilidad y ya no servía como tapón para impedir infiltraciones de la guerrilla en el norte de Israel.

En respuesta a la críticas sobre la retirada, que adquirió visos de desbandada tras el colapso del ESL, Barak afirmó que se verá que su gobierno se condujo como debía para poner fin a "esta tragedia" que duró 22 años. La salida fue decidida la noche del lunes luego de una reunión del gabinete de seguridad que autorizó al primer ministro cumplir lo más pronto posible la evacuación, prevista para el 7 de julio, luego de la deserciones de su aliado, el ESL.

En cuanto se supo la noticia de la retirada, se repitieron las escenas del domingo y del lunes, cientos de libaneses regresaron el martes a la ciudad de Bint Jbeil, que abandonaron en 1978 durante la primera invasión israelí a Líbano, pero el ejército de Israel realizó disparos al aire para tratar de disuadir a los habitantes de volver.

El ELS también se retiró la víspera del sector este del sur de Líbano y más de 2 mil milicianos que vaciaron al menos 25 puestos de control y huyeron a Israel, solicitaron en ese país asilo para ellos y sus familias. Desde principios de mayo un millar de milicianos se entregó al ejército libanés y a dos movimientos chiítas, el Hezbollah y Ammal.

También el principal símbolo de ocupación israelí, la prisión de Khiam, fue asaltada la víspera por una multitud de habitantes desarmados que forzaron las puerta del recinto y liberaron a unos 144 detenidos.

En Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtió que la misión de la ONU, compuesta por unos 4 mil 550 hombres, no será suficiente para monitorear la retirada y apeló a todas las partes involucradas a mantener el orden.

Siria, por su parte, consideró la retirada israelí como un triunfo. "Debemos la victoria a la firme cohesión entre Siria y Líbano, y a la heroica resistencia nacional libanesa", señaló la radio siria.