MIERCOLES 24 DE MAYO DE 2000

Ť Desecha que exista una implicación política


Los 27 canonizados deben ser héroes nacionales, dice Rivera

Ť El Club de Roma, producto de mentes calenturientas, expresa

José Antonio Román, enviado, Ciudad del Vaticano, 23 de mayo Ť Para el cardenal Norberto Rivera Carrera, los 25 ''mártires cristeros'' que fueron canonizados hace dos días -junto con un sacerdote y una religiosa- por el papa Juan Pablo II, deben alcanzar también en nuestro país el carácter de ''héroes nacionales'' debido a su lucha en beneficio de todos los mexicanos, al exigir el respeto a su libertad religiosa.

Sin embargo, dijo que en México se reconoce oficialmente a la cristiada como una etapa histórica donde se dio una persecución religiosa. Los mexicanos, señaló, debemos aprender de la historia, precisamente para no repetirla.

Respecto de la existencia o no de un grupo llamado Club de Roma al interior del Episcopado Mexicano, y del cual él mismo formaría parte, Rivera Carrera señaló que este club sólo existe en las ''mentes calenturientas'' de algunos presuntos analistas.

Al referirse a la canonización de los ''mártires'' y su impacto en la sociedad mexicana, el también arzobispo primado de México negó que tenga alguna implicación política, como algunos lo han querido ver o presentar. Incluso, si de algún modo se debiera entender esta acción de la Iglesia sería como una búsqueda de la ''reconciliación nacional''.

Rivera Carrera, en entrevista -poco antes de retornar a México- reconoció la poca devoción popular que a nivel nacional tienen estos nuevos santos, prueba de ello es que aún no poseen ninguna iglesia, templo o parroquia dedicado a su culto. No obstante, expresó su confianza de que pronto habrá la propuesta de varias diócesis y arquidiócesis para dedicar una o varias iglesias, no solamente al conjunto de los ''mártires'', sino también a algunos de ellos en específico. ''Por ejemplo, para tu servidor, son muy queridos cinco de los mártires canonizados porque pertenecen a la arquidiócesis de Durango -su estado natal-, en donde desde niños los teníamos como héroes nacionales'', dijo.

Durante la entrevista, se le insistió sobre el llamado Club de Roma, que según algunos analistas y sacerdotes católicos contribuyó de manera fundamental para la salida del nuncio Justo Mullor y el traslado del obispo Raúl Vera de San Cristóbal de las Casas a la diócesis de Saltillo.

''Por supuesto que existe (el club) en la mente calenturienta de algunos, pero en la realidad los obispos estamos reunidos. Tú verás aquí en Roma que estoy al lado del presidente de la Conferencia (del Episcopado) en su cuarto, donde se ha hospedado; hemos viajado juntos. El arzobispo de México es parte del Episcopado y es miembro de esa misma Conferencia. Por eso, las pugnas que algunos se imaginan es fruto de la imaginación y nos hacen aparecer a los obispos como si hubiera una oposición entre nosotros, cuando estamos en el mismo proyecto''.

El cardenal Rivera agregó que una prueba más de esta unidad episcopal es la aprobación casi unánime del reciente documento titulado Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos. Cada obispo tiene su modo de pensar y por fortuna cada uno de nosotros aporta sus propias cualidades para la construcción de la Iglesia. ''Somos originales e irrepetibles y así nosotros podemos aportar nuestra riqueza a la Iglesia que está en México''.

-ƑQué repercusiones va a tener la canonización de 27 santos para México?

-Como país, usando las expresiones que tuvieron muchos de los mártires. Es para la reconciliación, para que los mexicanos aprendamos a ser hermanos a pesar de que tengamos distintos pensamientos. Creo que para México es un momento trascendental, de reconciliación, en donde podemos pensar distinto, tener proyectos diversos, tener inclusive ideologías dispares, pero todos estamos llamados a tener un ideal supremo que es nuestra patria. Los cristeros y en concreto los mártires que jamás tomaron las armas, que jamás usaron la violencia, es una invitación a encontrarnos como hermanos y si hemos tenido diferencias, nos llaman a reconciliarnos.

-ƑQué significado tiene entonces la cristiada para la Iglesia?

-Los historiadores con frecuencia dicen que la historia es maestra de la vida. Nosotros los mexicanos tenemos que aprender que por la violencia no se llega a ninguna parte, que no es suprimiendo a quien piensa distinto como puede progresar México, sino es por el camino de la reconciliación. Yo creo que la sangre de los mártires no sólo tiene un sentir eclesial, sino tiene un sentido para los hombres de buena voluntad, a fin de que unamos nuestras fuerzas por el progreso, por la paz, por los valores auténticos de nuestro país.

-ƑPor qué Juan Diego y el padre Miguel Agustín Pro no han alcanzado la canonización?

-En esto no hubo ninguna pugna intraeclesial, como muchos han señalado, sino simplemente las causas fueron propuestas en apartados distintos; por ejemplo, el padre Pro, quien fue un sacerdote jesuita y a quien queremos mucho, y de quien deseamos verlo pronto en los altares, lo tiene una postulación que es de los jesuitas. Lo mismo sucedió con Juan Diego, padre de nuestra patria, porque está al inicio de nuestra nacionalidad, se tenía como una causa aparte y creo que ellos tienen un significado muy especial para el pueblo de México y estoy seguro que pronto tendrá un lugar en nuestros altares.

Finalmente, Rivera señaló que a nivel eclesial la canonización de estos 27 nuevos santos obliga al pueblo católico de México a seguirlos como ejemplo y a buscar el camino de la santidad en la vida cotidiana.