VIERNES 26 DE MAYO DE 2000
* Comisariados, inconformes con pagos del Progresa
Paraliza a Poza Rica, Chiapas, insurrección de bases priístas
* Autoridades de 10 poblados retienen a 6 enviados del gobierno
Hermann Bellinghausen, enviado, Poza Rica, Chis., 25 de mayo * Una insurrección de bases priístas tiene paralizada a esta región fronteriza desde hace 3 días. Las autoridades ejidales de 10 comunidades tienen en la cárcel a tres enviados del gobierno, y a otros tres los retienen en el poblado. El motivo: las dotaciones del Programa para Educación, Salud y Alimentación (Progresa) llegaron tarde, incompletas y mal repartidas.
"El problema es que en agosto el gobierno prometió. Ahora tiene que cumplir", dicen los comisariados ejidales, de extracción priísta, y que pertenecen al municipio constitucional Las Margaritas, a pocos kilómetros de Guatemala. De momento, los pueblos de esta región de la planicie fronteriza no conocen la tranquilidad. Por Jesuralén, Nuevo Santo Tomás y Rizo de Oro sólo se ven niños y mujeres jóvenes, que en racimos nerviosos y temerosos esperan a que regrese la gente y se quite esta desolación.
Desde el martes 23 empezaron a juntarse en Poza Rica los campesinos inscritos en el Progresa, inconformes con los pagos que les está haciendo el gobierno. Para hoy la olla estaba a su máxima presión, y la protesta tenía en vilo este confín de la República.
Eso sí, en Poza Rica se reúnen ahora las huixtecas y las chamulas con sus trajes tradicionales (originariamente de los Altos), las señoras campesinas y comerciantes, y la mayoría de los hombres de los pueblos circundantes. Tienen recluidos en la cárcel ejidal a tres representantes del Progresa. Y además retienen, fuera de prisión, a tres enviadas de Telecom (que es la agencia gubernamental encargada de entregar a las comunidades del dinero del Progresa). En Poza Rica se juntó todo el mundo. Y andan enojados.
Los comisariados ejidales de las 10 comunidades agraviadas declaran a La Jornada que hay mil 221 personas en asamblea permanente porque les parece incompleto e injusto el pago del Progresa.
"Ahora tienen que cumplir"
"Nosotros no lo pedimos. Ellos mismos lo vinieron a ofrecer. Ahora tienen que cumplir", asegura uno de los comisariados reunidos en el camino que atraviesa la comunidad; conforman un grupo compacto y se ven todos de acuerdo. Se sienten burlados y, de momento, birlados.
El problema empezó el mediodía del pasado martes, cuando los pagadores de Telecom, que estaban repartiendo los montos del programa a la gente, se quedaron sin cash, como quien dice. Rizo de Oro quedó incompleto, y las mujeres que se encabronan. Allí mismo, las autoridades ejidales detuvieron a los enviados de Telecom, con todo y camioneta. "Uno de ellos se comunicó con sus jefes", relata el vocero de los comisariados. A las 8 horas estaba aquí el delegado de gobierno de la Región 3 Fronteriza, Francisco Torres Vera, para arreglar el asunto. Pero el operador político de Albores llegó sin la paga y acompañado por un centenar de agentes de la Seguridad Pública que ocuparon esa noche Poza Rica. Dos camiones de 12 toneladas, un camión de tres toneladas, y una pick-up, erizados de policías con casco y todo. Algo estuvo a punto de pasar.
Ni siquiera con ese ambiente de negociación hubo acuerdo. Como Torres Vera vio a los campesinos muy decididos, ahí la dejó, y retiró más tarde a la policía sin haber liberado a los detenidos. "Nos prometió resolver al día siguiente. Pues anteayer (miércoles) llegaron tres funcionarios del Progresa, los estuvimos esperando. Ni ellos traían la solución. Los detuvimos, y por decir, los cambiamos por los de Telecom, que ya están afuera, pero todavía aquí", sigue el relator.
"Aquí no hay secuestro de personas"
Otro comisariado toma la palabra para insistir: "Aquí no hay secuestro de personas, como están diciendo los del gobierno a los medios de comunicación".
El primero indica: "Tenemos un acta de asamblea. Hasta que no haya solución no soltaremos a los detenidos", y advierte:
"Como nos trate el gobierno, así trataremos a los detenidos. Y si no nos cumplen, no les vamos a dar de comer".
Hoy hablaron con el "supervisor" de Telecom en la ciudad de México, Porfirio Alfaro, les dijo que se llamaba, y que a las 10 de la mañana llegarían dos helicópteros con el dinero faltante. A las 2 de la tarde seguían esperándolos.
El coronel del Ejército federal que comandaba muy activamente un convoy de patrullaje por esta región de priístas en rebeldía, consideraba en la mañana: "Eso pasa cuando no cumplen los que tenían que hacerlo, y cuando algunos otros además se quieren pasar de listos".
"Se van a arreglar", sentenció confiado, en las afueras de Rizo de Oro. "No es un problema de consideración".
Ya en confianza, al fin que sus soldados me estaban revisando el carro y eso toma tiempo, le pregunté si esos conflictos no afectaban las elecciones. "Por desgracia, aquí nadie está pensando en elecciones", replicó de inmediato, en tono de lamentarlo en serio.
Los comisariados, a su vez, más tarde habrían de decir: "Aquí no vamos a hablar de elecciones. Orita no recibimos a ningún candidato. Primero tienen que cumplir nuestro pliego de 7 puntos".
Los pueblos inconformes con el pago del Progresa son: Nuevo Huixtán, Nuevo Santo Tomás, Jerusalén, La Fortuna, Gallo Giro, Plan Santo Domino, Poza Rica, San Carlos del Río, Rancho Alegre y Matzam. Y sus 7 puntos son:
"1) Pago de 3 bimestres que les deben a todos, correspondientes a 1999, 2) pago del bimestre marzo-abril; 3) pago completo a las señoras de Rizo de Oro; 4) aumento de 50 por ciento a las becas alimentarias para las mujeres; 5) que los pagos sean ahora al vencimiento del bimestre; 6) que se den los hologramas parejo a todas las señoras encuestadas que tienen folio y les toca reparto, y 7) que se tomen en cuenta nuevas solicitudes".
La respuesta del gobierno, el día de hoy, ha sido cortarles la luz y la comunicación telefónica. O sea, la sede Poza Rica del Progresa está aislada del exterior en lo que le resuelven el problema. Las comunidades tienen bloqueado el camino, y no ven que lleguen los helicópteros del gobierno con la solución a bordo.
Como los teléfonos amanecieron muertos por toda la frontera, los ejidatarios en protesta sólo pueden oir que en el radio hablan mal de ellos. Uno de los comisariados resume sus tribulaciones: "Nosotros no tenemos la culpa de que a los del gobierno se les haya perdido el dinero".