VIERNES 26 DE MAYO DE 2000

Rodolfo Montiel y el ecologismo de los pobres

 

* Víctor M. Toledo* *

El 22 de octubre de 1992, La Jornada publicó una pequeña nota que pasó como agua de río: "Esta madrugada fue asesinado Julián Vergara, líder campesino y presidente del comisariado ejidal de El Tianguis, por un desconocido que le disparó en el pecho con una escopeta. El hoy occiso era un ecologista que se oponía a la tala inmoderada de los bosques en el municipio de Acapulco".

Hasta donde se sabe nadie dio seguimiento legal o periodístico a esta infamia y, como suele suceder en el país del desamparo y la injusticia, el recuerdo del sacrificio de Julián Vergara quedó sepultado bajo las pesadas losas del tiempo, de un tiempo desmemoriado y cruel.

ƑCúantos Julianes Vergara habrán sucumbido en su heroica defensa de los bosques, los manantiales, las lagunas y los ríos de México? Yo sueño con el día en que podamos reconstruir esas historias de ignominia y logremos rescatar del gélido silencio a los cientos, quizás miles, de héroes campesinos, tan anónimos como silvestres, que han arriesgado su vida (como lo hace una hormiga dentro de su colonia) para preservar el habitat y los recursos naturales de la nación y del mundo, es decir, de todos los seres humanos. Con ello advertiríamos que esa conciencia de solidaridad con la naturaleza, con el prójimo y con las generaciones del futuro, que con tanto afán buscan hoy en día los ecologistas de todo el mundo, se encuentra presente en el inconsciente colectivo y en las culturas de innumerables pueblos rurales, ésos que han sabido mantenerse a salvo de la contaminación más peligrosa: la de un mundo empeñado en privilegiar los valores del individualismo y de la competencia. Con ello descubriríamos también que entre los antiguos mártires campesinos de las luchas agrarias y los nuevos defensores rurales de la naturaleza no hay más diferencia que la que nos dan nuestros aparatos conceptuales de moda. Los "zapatas" de hace un siglo hoy son, para utilizar el término cada vez más difundido de Joan Martínez-Alier, los nuevos "ecologistas de los pobres".

Seguramente el mismo impulso que llevó a Julián Vergara a defender los bosques de su ejido fue el que prendió la llama que hizo encender en Rodolfo Montiel la idea de crear la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán, a través de la cual lograron detener, siete años después, la destrucción de los bosques de Guerrero y provocar la salida de la empresa forestal trasnacional Bois Cascade. Y sin embargo, Rodolfo Montiel ya no es Julián Vergara, por más que este último se haya infiltrado como un fantasma en el espíritu del primero. El mundo cambia y con la globalización de las mercancías han tenido que internacionalizarse productos culturales, informaciones subversivas, nuevas normas y valores y, por supuesto, derechos humanos que deberían ser universales.

Al recibir el premio Nobel del Ecologismo Internacional (Goldman Prize), ser leído por los millones de lectores de la revista Time, recibir la solidaridad de Hillary Clinton y de varias organizaciones conservacionistas, y ser entrevistado por Elena Poniatowska o Blanche Petrich, el luchador rural Rodolfo Montiel dejó de ser un Julián Vergara más para volverse, como Chico Méndez, en Brasil, un nuevo símbolo del ecologismo de los pobres. A pesar de que fue brutalmente torturado por el elementos del Ejército Mexicano y terminó en la cárcel de Iguala sin justificación suficiente, Montiel, al estar vivo, rememora y reivindica a todos aquellos ambientalistas anónimos de cuyos nombres ya no logramos acordarnos.

El mundo cambia y al transformarse también nos compromete: Ƒlogrará la Semarnap acudir en su defensa, a sabiendas de que con ello hace una política ambiental de altura? ƑPodrá el Ejército reconocer públicamente esa incongruencia entre sembrar miles de árboles y torturar a un inocente que luchaba por ellos? ƑQuerrán ahora los académicos de la ecología mexicana arriesgar sus cubículos inmaculados? ƑCreará Maná una canción en su honor? ƑSe atreverán a invitar a Montiel a El Colegio de México? ƑPodremos los mexicanos lograr su libertad? Y en fin, Ƒtendrá la nación la gallardía de reconocer en los campesinos ecologistas de Guererero, ciudadanos dignos de ser emulados? Las respuestas permitirán corroborar si México es ya un país de justicia e igualdad o si, por el contrario, no es más que un escaparete del mercantilismo globalizado. Mientras tanto defendamos a Rodolfo Montiel y el ecologismo de los pobres. *

 

 

* Investigador del Instituto de Ecología de la

UNAM y premio al Mérito Ecológico 1999

 

[email protected]