SABADO 27 DE MAYO DE 2000

Ť La reina de las discotecas y el icono del amor provocaron la nostalgia


Gloria Gaynor y Barry White elevan la calidad del Aca Fest

Ť El público quedó satisfecho con el concierto de los representantes de la música de los setenta

Jorge Caballero, enviado, Acapulco, Gro., 26 de mayo Ť Con la Noche disco, como se denominó el concierto de los cantantes negros Gloria Gaynor y Barry White, por fin el Aca Fest 2000 llegó a un nivel aceptable. Incluso, se vio en el concierto, atento y en primera fila, al presidente del consorcio Televisa, Emilio Azcárraga Jean.

Gloria La reina de las discotecas fue la primera en llevar al delirio a unos 4 mil nostálgicos reunidos en el Salón Teotihuacán del Centro de Convenciones, con sus temas I will survive y Can't take my eyes off of you. Por su parte mister White, acompañado por una orquesta de 40 músicos, sumergió al respetable en un suspiro continuo con las 15 melodías que interpretó.

La Noche disco comenzó puntual. La esfera de espejos volvió a reflejar las luces multicolores en la pista de baile en que se convirtió el inmueble. El abridor para esta velada fue el trio Hues Corporation, que con sus coreografías y ritmia prendió, ya casi al ocaso de su fugaz actuación.

Minutos después de que el comediante Memo Ríos hizo su espectáculo cómico, con dos o tres ocurrencias inteligentes, las luces estroboscópicas, que iban del blanco al azul, descubrieron en la tarima a una de las reina de la música disco de los setenta, Gloria Gaynor, cantando su éxito resucitado Can't take my eyes off of you. El pasillo central se colmó inmediatamente. Los afortunados de la primera fila miraban extasiados a la diva, quien en perfecto español invitó: ''a cantar todo mundo''. La arenga quizá sobraba, porque ya lo estaban haciendo. Continuó con Never can say good bye y I am what I am.

Can't take my eyes off of you, en español

La figura de la Gaynor es inmensa. Canta bien, sin pistas. Tiene un semblante que donta tranquilidad. Ahora canta su "más reciente sencillo Last night (La última noche), una canción muy poderosa para las mujeres", aún inédita en nuestro país. Gloria recorre el escenario con la mirada. Señala al público con su mano izquierda. "México šstand up!, levántense", dice, y llega el himno gay Survive.

Emilio III, al lado de su esposa, se apoya en las barras de contención y aplaude animado. La diosa negra le imprime más energía. Alguien muestra la portada de un LP de la cantante. Aparece un cartel que dice We have survived. Hasta en los cincuenta asientos destinados a la sección de prensa se cuela el delirio colectivo. Gloria se limpia la nariz con su pañuelo. Llega el encore. Agrega algo que interpretado se leería así: "Mis amigos, esta canción es muy especial para mí". Y vuelve a cantar la rola con que abrió su presentación, pero en español, en versión más larga que la original. Se forma una gran fiesta. Se limpia el sudor. Por primera vez hay organizadores a los lados del escenario bailando. No podía estar mejor y faltaba el platillo principal.

''Yo también los amo''

El marco prometía algo supremo: 40 músicos comenzaron a acomodarse. Violas, violines, celos, contrabajo, saxofón, trompeta, trombón, guitarra, bajos, sintetizadores, coristas, como un casino en Las Vegas. Con paso lento, un descomunal Barry White arribó para prenderse del micrófono y demostrar que su voz sigue sonando tan legible y poderosa como siempre. Cantó 15 temas, entre los cuales figuraron: Only love doing It's thing, Never, never gonna give you up, Can't get enough of your love babe, You're the first, the last, my everything, Just the way you are (sus más grandes éxitos románticos), Staying Power (rola homónima de su más reciente disco) y The longer we make love, de la misma producción. Su talento se ve disminuido por el bochorno acapulqueño y su corpulencia, que merman en su condición. Pero el hombrón le echa ganas. Abandona el pedestal del micrófono, mueve la cabeza y su trenza le adorna la solapa izquierda de su saco gris. Marca el ritmo de la música chasqueando los dedos. Vuelve al pedestal del micrófono, toma un banco y se sienta. Enjuga con su pañuelo negro de seda el sudor.

Terminan las 14 piezas, pero falta el encore, Love's theme; todos están hermanados. Al sentir la gran ovación del público, dice: "yo también los amo". El maestro se retira a descansar después de sacar los sentimientos a flor de piel.

Azcárraga Jean sale por piernas.