SABADO 27 DE MAYO DE 2000
Ť Durante cuatro días se realizaron actividades para profesionalizar su trabajo
Concluyó el congreso de payasos en Oaxaca
Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 26 de mayo Ť Con un homenaje a Bozo, el decano del humor en México, concluyó el jueves por la noche el 19 Congreso Nacional e Internacional de Payasos, que se desarrolló en esta ciudad durante los últimos cuatro días.
En este encuentro participaron representantes de diferentes entidades de la República y otros países, como Argentina, Colombia y Estados Unidos. Algunos de los asistentes fueron Mamá Clown y Mister Phuton, de San Francisco, California, quienes colaboraron en la impartición de talleres y seminarios, pues el objetivo del congreso fue "aprender más, prepararse para dar un mejor espectáculo en fiestas infantiles, y así ser más profesionales", comentó el secretario general del Consejo Nacional de Payasos, Timi Bon.
El payaso Teperete, al igual que su compadre Chu Marín, dejaron las calles del Centro Histórico de la ciudad de México para venir a Oaxaca y fungir como jueces, al lado de Bozo y otros reconocidos artistas, en los diferentes concursos de actuación, malabarismo, acrobacia, mima corporea, magia, maquillaje, vestuario y otras técnicas de diversión, que se llevaron a cabo durante el congreso.
Teperete manifestó que con este encuentro se busca engrandecer el nivel de los payasos mexicanos, el cual ya es muy reconocido en países como Estados Unidos y España. Consideró que todo artista mexicano, trátese de quien sea, necesita de preparación para superarse. ''Creo que no hay diferencias entre actor, comediante y payaso; todos queremos tener el mejor nivel y queremos ser los mejores en México y el mundo".
Según Bombín Bombochas, uno de los 100 miembros del Consejo Nacional de Payasos que laboran en Oaxaca, durante el Congreso tuvieron gran éxito los talleres, como el de globoflexia, "la cual está muy de moda en todo el país'', y que consiste en hacer figuras con los globos. Otros talleres que se impartieron fueron de ética y comportamiento, publicidad e imagen y cascadas (las caídas del payaso sin lastimarse, que generalmente se utilizan en circos, teatros, carpas y ocasionalmente en fiestas infantiles).
El Doctor Pirelli, originario de Argentina, comparte sus tiempos entre Bueno Aires y la ciudad de México, donde reside seis meses al año, ya que le ha sido imposible conseguir un trabajo estable, pero "siempre que tengo oportunidad presento mi espectáculo en México; es una forma de retroalimentarme con el público de este país".
Este payaso de Sudamérica explica: ''El público mexicano es mucho más abierto y caliente, mientras que el argentino tiene más influencia europea, es mucho más reservado, pero al ser latinos, son igual de comprometidos al ver un espectáculo callejero, lo cual tiene mucho que ver, pues la gente va caminando por la calle y de repente se para y se dispone a ver lo que hacen los payasos.
"Sin haberlo pensado de antemano, ese día, sin disponerlo, pasó por el parque y se puso a ver el espectáculo, y de eso se va a acordar para siempre. En ese sentido son bastante entregados ambos públicos; lo que tiene mucho que ver con ser latinos, latinoamericanos", abundó.
Sin embargo, al trabajar con los dos públicos se enfrenta a diferentes barreras, "no sólo a los modismos del lenguaje, sino a los modismos de la conciencia política de la gente, pues no se ríen de los mismos números en Argentina que en España o en México, y eso es parte del trabajo del actor, del payaso: poder descifrar y amoldarse al lugar donde está trabajando".