SABADO 27 DE MAYO DE 2000

Ť España sabía de la represión guatemalteca


Denuncia Rigoberta Menchú que ha recibido amenazas de muerte

Afp, Madrid, 26 de mayo Ť España sabía de la represión que ocurrió en Guatemala en la década de 1980, de acuerdo con los abogados que representan a la parte acusadora en la querella contra ocho ex militares y políticos guatemaltecos, mientras en el país centroamericano la premio Nobel Rigoberta Menchú denunció amenazas de muerte en su contra y responsabilizó "a los sectores en el poder" de lo que pueda sucederle a ella o a sus colaboradores.

Fuentes judiciales españolas indicaron este viernes que los abogados de la acusación están seguros de que España conocía la situación guatemalteca "no sólo por informes previos, sino por las conversaciones entre el entonces canciller (español) Marcelino Oreja y su colega guatemalteco, Eduardo Castillo", y por ello solicitarán a la cancillería toda la información al respecto en el proceso que sigue el magistrado español Guillermo Ruiz de Polanco.

El juez está encargado de las investigaciones sobre las acusaciones de genocidio, torturas, asesinato y terrorismo que presentó Menchú el 2 de diciembre en contra de los ex generales Efraín Ríos Montt, actual presidente del Congreso guatemalteco, Oscar Humberto Mejía Víctores y el ex presidente Fernando Romeo Lucas, entre otros.

GUATEMALA-PAG 35-2 Este miércoles, Máximo Cajal, ex embajador español en Guatemala, compareció ante Ruiz de Polanco sobre el asalto a la delegación española ocurrido el 31 de enero de 1980, con saldo de 37 muertos, entre ellos 14 españoles y el padre de Menchú.

Cajal, único sobreviviente, declaró que los campesinos se refugiaron en la embajada pero prometieron retirarse poco después, por lo que pidió a la policía que no interviniera, pero no hizo caso.

Entonces se comunicó con el canciller guatemalteco, Eduardo Castillo, y con el ministro de Gobernación, Donaldo Alvarez, pero ninguno quiso recibir su llamada. Ante esta situación Cajal pidió la mediación de Marcelino Oreja, quien habló con Castillo sin obtener ningún resultado.

La policía guatemalteca, agregó Cajal, asaltó la embajada y se escuchó una detonación antes de que el inmueble comenzara a arder, y dijo que se salvó gracias a la intervención de una voluntaria de la Cruz Roja que lo identificó cuando era sacado del edificio encañonado por un agente.

Menchú denunció que las amenazas de muerte en su contra comenzaron el 3 de diciembre pasado, un día después de presentar la querella, pero se incrementaron en las últimas semanas.

La activista indígena responsabilizó a "grupos de poder" que "están interesados en silenciar nuestras voces por la defensa de los derechos humanos", y enfatizó que el gobierno del presidente Alfonso Portillo "es cómplice de este clima de terror, no creo que sea una situación aislada".

Unas 200 personas, entre ellas varios periodistas, han recibido amenazas de muerte en las últimas semanas, lo que fue calificado como "preocupante" por el jefe de la Unidad de Seguridad y Justicia de la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Guatemala, René Blattman.