DOMINGO 28 DE MAYO DE 2000
Ť El 30% es víctima de agresiones físicas: RSMLAC
Sufre violencia emocional más del 60% de las mujeres
Ť Hoy se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer
Angeles Cruz Ť Más del 60 por ciento de las mujeres vive algún tipo de violencia emocional, mientras que el 30 por ciento es víctima de agresiones físicas; persiste la desigualdad de oportunidades en el trabajo y el estudio, y además aún está negado para este sector de la población el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, afirmó la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC).
Hoy se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, durante el cual se realizarán diversas actividades en la región para exigir el pleno acceso a los servicios de salud, en particular para los y las adolescentes, pues hay una realidad ''indesmentible'': el inicio cada vez más temprano de los jóvenes a la actividad sexual, señaló la Red.
Eugenia Flores Hernández, representante del organismo en México, destacó la importancia de transformar la identidad femenina. ''Se debe borrar todo rasgo de impotencia, inseguridad y parálisis producto de los miedos''. Estas acciones, dijo, son ''imprescindibles para evitar el síndrome femenino de servidumbre voluntaria y vulnerabilidad en sus relaciones con los hombres''.
Resultado de algunos trabajos de investigación en el país, Flores Hernández concluyó que una de cada tres mujeres vive con cinco o más personas por habitación; al menos el 20 por ciento de la población femenina tuvo cinco o más embarazos con poca o ninguna atención médica. Además, el 60 por ciento ha sido víctima de agresión emocional. Investigaciones recientes también se refieren a la violencia física y aseguran que al menos el 30 por ciento de las mujeres la padece.
En el aspecto educativo, la investigadora señaló que una de cada tres mujeres no terminó la primaria y una de cada cinco es analfabeta. De ahí que se deban abrir espacios para este sector de la población, ''donde la aceptación, valoración, confianza y apropiación de su propio cuerpo, de su sexualidad y de su vida sea una constante y un fin'', apuntó.
Por su parte, la RSMLAC refirió que el 20 por ciento de la población mundial es adolescente y el 85 por ciento de ella vive en países en desarrollo. Señaló que este sector debiera ser objeto de una atención prioritaria por parte de los gobiernos y de todos aquellos organismos nacionales e internacionales que inciden en la formulación de políticas públicas.
Es urgente responder a las necesidades de las y los adolescentes en materia educativa, de capacitación, empleo, vivienda, salud y bienestar social, indicó la Red. Subrayó de manera particular el área de salud sexual y reproductiva, ''donde quizás son más evidentes sus necesidades específicas de atención y donde se observan las mayores dificultades para lograr respuestas efectivas''.
Es un hecho, indicó, que los y las jóvenes inician su vida sexual en forma cada vez más temprana y si no se toman las medidas necesarias, las tasas de embarazos adolescentes, el contagio de enfermedades de transmisión sexual y el aborto inseguro seguirán siendo frecuentes.
De acuerdo con una investigación reciente de Population Council, el tiempo que transcurre entre la primera relación sexual y el matrimonio ha aumentado entre los adolescentes. Aunque se ha comprobado que la mayoría de ellos ''sí tiene conocimiento sobre los métodos anticonceptivos, es poco común que los usen en sus primeras relaciones sexuales''.
Asimismo, las actitudes de los padres ejercen gran influencia en las decisiones sexuales que las y los adolescentes adoptan, en tanto que las opiniones de la familia tienen un peso menor, detalla el estudio y destaca que ''los actuales programas de salud son insuficientes para ayudar a la juventud a adquirir conocimientos, habilidades y comportamientos apropiados para transitar hacia la vida adulta''.
Por lo tanto, afirmó la RSMLAC, no es posible seguir ignorando los riesgos biológicos y sociales que amenazan a los adolescentes. Es urgente proveerles acceso a servicios de salud sexual con la mejor calidad de atención, que respeten el derecho a la confidencialidad, que den consejería y orientación sin juzgarlos.