DOMINGO 28 DE MAYO DE 2000

* Buscan algunos universitarios revertir desprestigio


Proponen que la policía del DF vigile instalaciones de la UNAM

* No es misión de la universidad albergar a los pobres del país: CEE

Roberto Garduño y Karina Avilés * La urgencia por revertir el desprestigio "que ha sufrido la UNAM a los ojos de todo el mundo" acarreó una serie de propuestas entre la comunidad de 68 dependencias, donde se instalaron mesas de diálogo durante abril pasado.

Aparte del impulso al congreso universitario, los profesores, alumnos y trabajadores vertieron iniciativas tendientes a permitir a la policía de la ciudad de México vigilar las áreas comunes de la universidad o capacitar a sus empleados, a quienes se atribuye actitudes burocráticas.

Los debates y la exposición de posturas que surgieron en distintas dependencias demandaron el impulso a la docencia-investigación, aunque en otras se concluyó en un sentido adverso a la naturaleza de la máxima casa de estudios:

"No es misión de la universidad albergar a los pobres del país, si esos pobres estuvieran sedientos de conocimientos, sería otra la situación".

De las propuestas presentadas en distintas mesas convocadas por la rectoría de la UNAM resalta una carta enviada por un grupo de estudiantes (Marycarmen Delgado, Rodrigo Díaz, Sara Maciel), de la Facultad de Derecho al rector Juan Ramón de la Fuente:

"Ante el desprestigio que ha sufrido la universidad a los ojos de todo el mundo, es menester que las autoridades auxilien y promuevan recuperar el prestigio que se ha perdido, a través de congresos, diplomados, actividades académicas, investigación, difusión de libros... tras los sucesos del año pasado ha existido una baja considerable de alumnos que decidieron terminar sus estudios en otras escuelas o universidades, ya que no hay seguridad académica que conlleve a que no seremos perturbados ni suspendidos más en nuestras clases".

Por otra parte, en el Instituto de Matemáticas, durante la mesa dos, la profesora María de la Luz de Teresa definió la democracia en la UNAM.

"ƑQué es hablar de la democracia en una universidad?, Ƒel voto directo y secreto?, Ƒla toma de decisiones en urnas, en asambleas? Estoy convencida de que no. Para hablar de democracia en estos términos tiene que haber igualdad entre los individuos que participan en ella. Desde el momento en que existen un maestro y un alumno ya no hay igualdad. Son iguales como ciudadanos, sí, pero no como universitarios.

En relación con otro asunto fundamental como la seguridad, María de la Luz de Teresa refirió: "lo legal, lo lógico y lo democrático es que el Estado se hiciera cargo de lo que le corresponde y se encargara, como sucede en gran parte de los países democráticos del mundo, de la seguridad en cualquier parte de su territorio. La policía de la ciudad de México, dirigida por un gobierno elegido democráticamente, debería de ser la encargada de vigilar los espacios abiertos y las calles de Ciudad Universitaria.

"Nuestra cultura nos impide aceptar que esto sea así, aunque estoy convencida que eso es lo que debería ser... considero sumamente peligroso que cada dependencia contrate a sus propios cuerpos de seguridad..."

En la mesa cuatro de diálogo en el Instituto de Ciencias Nucleares, el resolutivo destacó el tema de los cuerpos de vigilancia y la decisión del Consejo Universitario para que las dependencias contraten su plantillas de agentes de seguridad:

"En forma mayoritaria se manifestaron a favor de la medida adoptada por el rector (Juan Ramón de la Fuente), poniendo énfasis en que este tipo de medidas preventivas son necesarias como consecuencia de la aparición de muestras de violencia".

En defensa de los trabajadores que prestan el servicio de seguridad en la UNAM ųque son responsabilizados por algunos sectores de caer en el burocratismo, mediocridad, e incluso se les señala de contuvernio con delincuentes comunesų, en la sexta mesa de diálogo efectuada en el Instituto de Investigaciones Filológicas, un grupo de trabajadores, encabezado por Sonia Cárdenas y Francisco Villarreal expuso:

"Tal y como sucedió con nuestras tiendas, las autoridades desarrollaron una campaña de desprestigio con el fin de desaparecerlos... la segunda razón que pudo contribuir a este estado de cosas, es la presencia de jefes como Brígido Navarrete, quien creo un equipo de trabajo que únicamente se dedicó a mostrar su prepotencia y provocar confrontaciones entre la comunidad universitaria".

En la Facultad de Derecho, Martha Rábago se manifestó en relación con la seguridad y el desprestigio de los trabajadores que ahora laboran en la dirección general de Servicios Generales:

"En razón de la problemática existente en el campus universitario, consistente en el tráfico y venta de estupefacientes, se ha rumorado que el personal de vigilancia se encuentra de alguna forma vinculado con vendedores y distribuidores, por ello es necesario la selección del personal de vigilancia, tomando en cuenta su experiencia y perfil psicológico".

Sin sanciones, la UNAM es vulnerable

En el Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEE), en la mesa uno, la relatoría abordó el tema del retiro de las actas contra los universitarios participantes en el conflicto. Sus resultados fueron reveladores:

"No retirarlas así nada más, que se tenga conciencia de que un acto implica responsabilidad, no es el castigo por el castigo; cuando hay determinados delitos, no se puede dar marcha atrás, cuando ya se dio inicio al proceso jurídico; si no hay sanciones, la universidad se vuelve vulnerable; no es misión de la universidad albergar a los pobres del país; si esos pobres estuvieran sedientos de conocimientos, sería otra la situación; es un problema político más que jurídico".