MARTES 30 DE MAYO DE 2000
Ť Comenzó el coloquio Educación, humanismo y posmodernidad en la UPN
Preservar la élite cultural implicará que la democracia sobreviva: Heller
Ť ''El modelo estadunidense rechaza el derecho de una minoría para crear patrones de gusto''
Ť La diferencia cualitativa es, en realidad, aristocrática o más bien patricia, dijo la filósofa
Merry Mac Masters Ť A fin de que la democracia sobreviva, es necesario preservar el élite cultural, sostuvo la filósofa de origen húngaro Agnes Heller (Budapest, 1929) al participar ayer en el inicio del coloquio internacional Educación, humanismo y posmodernidad, que organiza la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), cuya rectora es Sylvia Ortega Salazar. Eso, a pesar de que la democracia alberga una hostilidad en contra de la excelencia personal -idea formulada desde Atenas-, y después de la cultura misma, dado su empuje inherente hacia la igualdad.
De su ponencia ƑNecesita la democracia una élite cultural?, a modo de introducción, Heller dijo que con seguridad sería acusada de eurocéntrica. No obstante, al defender ''ciertos prejuicios europeos" en contra de aquellos angloamericanos, aclaró que el término europeo no se limita a lo geográfico. En lo que al discurso cultural se refiere, ''Latinoamérica pertenece a Europa, así como China, Egipto y la India".
En la disertación, traducida al español por Jorge Capetillo Ponce, y leída por el filósofo Carlos Pereda, la invitada discrepó del pensamiento de su colega estadunidense John Rawls, para quien los talentos son adquiridos en la lotería nacional y no ganados a pulso, por tanto, ningún valor deberá tener supremacía sobre otros. Dicha convicción, apuntó Heller, está profundamente enraizada en la vida del país vecino.
Aunque la ''tradición europea" es una noción muy vaga, la ex colaboradora del marxista Georg Lukács, afirmó que aquélla promueve la existencia de una élite cultural a la que pertenecen en especial los educadores. Por élite cultural entiende aquellos que discuten patrones porque creen en vagos estándares aunque no se adjudican la tarea de establecer cánones fijos.
En el modelo estadunidense el capitalismo y la democracia modernos no toleran la existencia de una élite cultural y rechazan el derecho de una minoría de establecer patrones de gusto, porque ellos aprueban los gustos sin patrones. Mientras tanto, la tradición del viejo continente aún se adhiere a la idea de que hay comportamientos de gustos diferentes reproducidos por el mercado. Aquí, la catedrática de la New School for Social Research, en Nueva York, consideró que los viejos portadores de patrones a lo mejor son sólo dinosaurios moribundos en un mundo agonizante, y el respeto a la llamada cultura sólo un vestigio de culturas premodernas que también desaparecerá en poco tiempo.
''Ladrillos extraños'' en el mundo
La diferencia estaría en la calidad. Los estadunidenses, continuó Heller, tienen resentimiento en contra de las élites culturales no por una percepción en contra de los potentados, sino por una en contra de la diferencia cualitativa. Apuntó: ''Permítanme confesar que la diferencia cualitativa es, en realidad, no democrática sino aristocrática, o más bien patricia. Es un hueso extraño en el cuerpo del Estado democrático. Una piedra extraña en el molino de un mundo monetizado para la distribución de bienes".
Para Heller, no obstante, es posible la existencia de una élite cultural aun después de la desaparición de su base en las clases sociales. Además, ''esta élite no será reclutada al interior de 'viejas' o 'buenas' familias, ni mediante una red de estudiantes en ciertas escuelas selectas, sino que consistirá de hombres y mujeres que han asumido actitudes comunes tanto en sus creencias como en su conducta de vida".
Heller aseguró que existen ''ladrillos extraños" en las paredes de este mundo, como el espacio donde ''sólo la calidad cuenta". El discurso cultural no es nadamás un ente diferente, sino ''un cuerpo extraño que hace cosas extrañas". Sus efectos se asemejan al de ''ese latoso tábano llamado Sócrates, quien no deja a las personas en paz y pone en cuestión sus creencias más firmes". La autora de libros como Aristóteles y el mundo antiguo y El hombre del renacimiento dijo que el discurso cultural y la decisión inútil conducida a través de todos los temas concernientes al significado contribuyen enormemente al entendimiento de la complejidad de la vida y desarrollan el sentido por los detalles. ƑY qué es, después de todo, la tradición secular humanista sino exactamente esto?
(Hoy, a las 11:00 horas, Agnes Heller dará réplica a la exposición magistral Crítica a la filosofía helleriana desde la ética de la liberación, a cargo de Enrique Dussel. A las 16:00 horas serán presentados los volúmenes Una filosofía de la historia en fragmentos, de la invitada, y ƑCuál Agnes Heller? Introducción a la obra de la filósofa húngara, de Luis Eduardo Primero Rivas. La UPN se localiza en la Carretera del Ajusco, sin número.)