MARTES 30 DE MAYO DE 2000
* Claudio X. González ofrece operación cicatriz para resolver las pugnas
Riesgo de ruptura en la IP
* Las confederaciones no descartan formar otro organismo que defienda los intereses de todos
David Zúñiga y Patricia Muñoz * El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuya dirigencia se renovará mañana, sigue en riesgo de dividirse a pesar de que Claudio Xavier González Laporte, virtual nuevo presidente de la llamada ''cúpula de cúpulas'', se ha reunido con las dirigencias de las confederaciones de Cámaras Industriales (Concamin) y de Comercio (Concanaco) para tratar de convencerlas de que es el mejor hombre para el empresariado. Les ha ofrecido imparcialidad y una especie de operación cicatriz para resolver las pugnas en el sector.
Sin embargo, la Concamin y la Concanaco, con el apoyo de otros organismos como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), no descartan la posibilidad de formar otra organización que realmente defienda los intereses de todas las empresas, a menos que se modifiquen los estatutos, los sistemas de representatividad y los esquemas de financiamiento del CCE.
Los dirigentes de la Concamin, Alejandro Martínez Gallardo, y de la Canacintra, Raúl Picard del Prado, señalaron ayer en entrevistas por separado que no quieren abandonar el CCE, y aseguran no tener nada en contra de Claudio X. González --presidente de Kimberly Clark, miembro del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), ex asesor de Carlos Salinas y el séptimo hombre de negocios más poderoso de México, según la revista Expansión--, pero están en contra de que los siete organismos que forman el CCE tengan el mismo peso. ''Por ejemplo, el líder de los banqueros sólo representa a 20 bancos y la Concanaco y la Concamin representan a cuando menos 600 mil empresarios. No hay equilibrio'', dijo Martínez Gallardo.
A su vez, Picard sostuvo que en las elecciones internas debe tener más peso el que represente a más empresas, es decir, Concamin y Concanaco. El CCE, señaló, debe transformarse y reconocer la importancia de la pequeña y mediana empresa, tener un presidente que efectivamente sea interlocutor de las pequeñas compañías ante las autoridades y no sólo de las grandes. ''Queremos un coordinador, pero no que hable por nosotros; tenemos voz propia''.
Entrevistado luego de la reunión que la directiva de la Concamin tuvo con Claudio X. González, Martínez Gallardo explicó que uno de los asuntos discutidos fue la restructuración del CCE. La propuesta es que los centros de estudios sociales, fiscales, económicos y otros organismos se separen del consejo coordinador y se mantengan con sus propios recursos y de los servicios que ofrecen, a fin de que el CCE se dedique únicamente a coordinar.
La Concamin también propone que todos los organismos que forman el CCE tengan la oportunidad de presidirlo. El consejo privado ha aplicado diversos sistemas de elección (presidencia rotatoria, mayoría, voto unánime), pero ninguno deja satisfechos a todos. El sistema de mayoría implica el riesgo de que exista algún grupo dominante que imponga su voluntad.
El tercer punto es la membresía del CCE, que inicialmente estaba formado por Concamin y Concanaco, y con la incorporación de nuevas organizaciones han visto disminuida su representatividad a sólo 30 por ciento. ''Si seguimos abriendo la puerta, acabaremos por ser 15 o 20 organismos y Concamin tendrá 5 por ciento del peso, aunque tenga 40 por ciento de las organizaciones''.
ƑUno para todos?
Jorge Marín Santillán ya parece haber aceptado que el próximo mes dejará la oficina que ocupa en el CCE; sabe que la correlación de fuerzas es favorable a Claudio X. González y confía en que la nueva dirigencia buscará la reunificación. Sin embargo, reconoce que el riesgo de una ruptura está latente. Opina que para evitar una escisión que para algunos parece inminente, ''hay que elegir a un buen candidato que entienda que aquí se tiene que trabajar para todos''.