MIERCOLES 31 DE MAYO DE 2000
Ť Lograr la alternancia del poder, meta única del movimiento, dice el guanajuatense
Híbrido de nuevos aliados dio espaldarazo a Fox
Juan Manuel Venegas Ť Vicente Fox Quesada se veía a sus anchas. Cumplido el objetivo que se marcó hacer tres años, ya no es sólo el candidato de un partido, sino el "líder" -como lo identificaron sus nuevos aliados- de un "gran movimiento ciudadano" que "garantizará la alternancia del poder" en México.
El híbrido de ex comunistas, ex priístas, ex perredistas y ex dirigentes sindicales y campesinos (que en su momento fueron sostén del corporativismo priísta) que se formó en torno de su figura, definió ayer su "rechazo a las ideologías" en aras del pragmatismo antipriísta. Y sus representantes, juntos en el Polyforum Cultural Siqueiros, dieron su espaldarazo al hombre de las botas y las tepocatas. Y así, este martes por fin pudo presentar el fruto de su convocatoria "a unirnos todos, vengan de donde vengan, para sacar al PRI de Los Pinos". No cabía de gusto el guanajuatense, que a todo aplaudía, a todos abrazaba y a todas besaba.
Muñoz Ledo, el estratega
Pero Fox no era el único contento. Según comentaron algunos colaboradores del comité de campaña, Porfirio Muñoz Ledo -quien a pesar de su petición a los organizadores no pudo sentarse junto al candidato, pues se le explicó que ese lugar correspondía a Luis Felipe Bravo Mena- trae "mucho entusiasmo" y, por supuesto, "ganas" de asumirse como el estratega político del emergente movimiento cívico-foxiano.
El propio ex priísta y ex perredista definió las que serán "sus tareas" en esta su tercera trinchera: la movilización social, la promoción del voto y el cuidado del mismo; y aprovechando los reflectores, hizo un llamado al presidente Ernesto Zedillo a "comprometerse frente a la nación", y a mostrar que está dispuesto a respetar el voto del 2 de julio y que entregará la banda presidencial a quien resulte triunfador.
En el mismo tenor se expresó Bravo Mena, quien agregó que el jefe del Ejecutivo debe intervenir ya para que los "altos funcionarios" de gobierno dejen de estar haciendo campaña colateral a favor de Francisco Labastida. "Están cayendo en el cinismo y en el descaro... es la barbarie pura, porque los recursos con los que da ayuda social a los mexicanos más desfavorecidos no son del PRI, sino los que aportamos todos los mexicanos mediante los impuestos, por lo que resulta una inmoralidad superior usarlos en la campaña priísta".
Para rematar con esta convocatoria, Fox Quesada -en otro acto celebrado por la tarde en el Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE)- también pidió a Zedillo comportarse como un hombre de Estado. "Su participación será crucial, puesto que el poder todavía estará en sus manos y la obligación de mantener la estabilidad y de participar en un proceso de entrega del poder maduro, será de parte de él. Nadie como Zedillo puede ser el eje de una transición sin sobresaltos y con estabilidad democrática".
Los compromisos
Como representantes de los grupos y corrientes que se adhirieron en las pasadas semanas al foxismo, acudieron ayer al Polyforum los ex perredistas Porfirio Muñoz Ledo, Layda Sansores, Francisco Curi, Héctor Castillo Juárez y Angel de la Rosa Blancas; el ex militante del desaparecido Partido Comunista y activista del movimiento estudiantil del 68, Joel Ortega Juárez; los ex priístas Alfonso Durazo (ex secretario de Luis Donaldo Colosio), Mauricio Valdez Rodríguez y José Ojeda Jiménez, ex presidente del comité nacional del Movimiento Nacional Indígena de la CNC.
También estuvieron el ex dirigente del STUNAM y ex asesor de Carlos Salinas de Gortari, Evaristo Pérez Arreola; el asesor empresarial y presidente del Movimiento de Acción Republicana (MAR), Francisco de Paula León, y Ricardo Valero, ex subsecretario de Relaciones Exteriores, ex perredista y cofundador, al lado de Muñoz Ledo, del movimiento Nueva República.
De igual forma se sumará al foxismo el ex embajador de México en Gran Bretaña y ex subsecretario de Relaciones Exteriores durante el sexenio de Carlos Salinas, Andrés Rozental, hermano del escritor Jorge G. Castañeda, convertido desde hace meses en uno de los principales asesores del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio.
Todos dieron su apoyo "incondicional" a Fox, quien por su parte fijó sus "diez compromisos básicos" de cara a la convergencia y la oferta de "encabezar un gobierno plural" para transformar "a México, en mil días, en una verdadera democracia".
De entre los compromisos del guanajuatense, destacaron su promesa de mantener el carácter laico del Estado mexicano y de la educación pública; acotar las facultades del presidente de la República, y "nunca usar el poder del Estado para imponer estilos de vida, creencias religiosas o códigos particulares de comportamiento, respetando la libertad de creación, la cultura y las expresiones de todos los grupos" sociales del país. Tampoco, remarcó, intentará privatizar Pemex ni el sector eléctrico.
Y ensalzando su liderazgo, Fox terminó por definir el objetivo único del movimiento que encabeza: lograr la alternancia "que pondrá fin a la estructura de poder que todos rechazamos, independientemente de nuestras ideologías".
Por la tarde, en el CIDE, Fox insistió que las claves que entregó para hacer públicas las listas del Fobaproa, se las otorgó la propia diputación del PAN, y que ahora corresponde a los priístas y los perredistas poner su parte para que éstas se conozcan.