VIERNES 2 DE JUNIO DE 2000

* Concurso de danza clásica


Premian en Cuba a bailarines mexicanos

El talento y las capacidades de dos alumnos de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, instalada en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), se pusieron de manifiesto en el sexto Concurso de Escuelas de Danza Clásica, celebrado en La Habana, Cuba, en el cual participaron otros diez países. Se trata de Javier Peña y Viridiana Hernández, estudiantes de la carrera de Ejecutante en Danza Clásica.

Viridiana Hernández fue distinguida con una mención honorífica en la ronda final de la primera categoría. Con apenas 13 años de edad, esta joven promesa de la danza mexicana cursa el cuarto grado de la carrera de ejecutante; anteriormente ya había sido ganadora de una medalla de oro en un concurso nacional celebrado en 1999, y participó con la Compañía Nacional de Danza en el papel principal de la tradicional obra El Cascanueces.

Para el sexto Concurso de Escuelas de Danza Clásica, Viridiana intervino en la categoría de variaciones de repertorio tradicional de ballet, con fragmentos de Don Quijote y Coppelia, por mencionar sólo dos; para ello fue preparada por la maestra Rocío Barraza, también de la ENDCC.

Para la última ronda de su categoría, en la cual obtuvo la mención especial, la joven promesa mexicana ejecutó una coreografía creada especialmente para ella por el maestro Gustavo Herrera, que más bien tenía un estilo contemporáneo.

Respecto de su participación en el concurso la ganadora expresa: "Fue una situación difícil haber participado en un concurso internacional con diferentes estudiantes que tienen muy buena técnica. Me siento contenta porque no tenía pensado llegar hasta donde lo hice; creí que iba a ser muy difícil, pero lo logré".

Viridiana Hernández mencionó, además, que le gustaría participar en otros concursos internacionales y que trabajará para ser cada vez mejor en el arte de la danza.

Otra promesa de la danza en México

Por su parte Javier Peña, de 19 años, cursa el octavo grado de la carrera de Ejecutante en Danza Clásica y para que participara en el concurso en La Habana lo preparó el maestro Francisco Martínez. Al igual que su compañera, este joven había participado en el Concurso Nacional de Ballet, en 1996, que organiza la Sociedad Mexicana de Maestros de Danza, certamen en el cual obtuvo el segundo lugar.

En esta ocasión, en el sexto Concurso de Escuelas de Danza Clásica, el profesional de la danza en ciernes ganó medalla de plata con la presentación de un fragmento de la coreografía titulada Cinco piezas para danza, del maestro Carlos López, de la ENDCC.

Su participación en el concurso, recuerda Javier, fue algo maravilloso por el simple hecho de representar a la ENDCC y a México: "Fue una experiencia muy agradable haber convivido con otros estudiantes, no siento que con más técnica, porque considero que nosotros también la tenemos y la fuimos a demostrar a Cuba. Al menos yo me siento muy contento por mi trabajo, que logré gracias al apoyo de todos mis maestros".

De manera entusiasta Javier Peña plantea su deseo por realizar su servicio social en la Compañía Nacional de Danza para conocer la diferencia entre el trabajo escolar y el de una compañía profesional. Habla también de que le gustaría salir al extranjero para aprender más técnicas.

Respecto de la forma como fueron seleccionados los alumnos que representaron a la escuela en el sexto Concurso de Escuelas de Danza Clásica, la secretaria académica de la especialidad de Danza Clásica de la ENDCC, Patricia Belmar, afirmó que la selección se realizó por medio de las propuestas de los maestros titulares de Viridiana y de Javier, y puestas a consideración por los miembros del Colegio de Danza Clásica, mismos que proporcionaron su apoyo.

Por su parte, la maestra titular, y quien preparó a Viridiana para este concurso, Rocío Barraza, comentó que el hecho "permitió mostrar un trabajo que representa el principio y final de un proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que Viridiana Hernández se encuentra en la mitad de la carrera y Javier Peña en la recta final de la misma".

Por último Javier Peña se dirigió a todos aquellos que desean dedicarse a la danza: "Aunque es una profesión que exige mucha disciplina, vale la pena porque hace que uno tome conciencia de sí mismo.