VIERNES 2 DE JUNIO DE 2000
* Cuando Moyano llama a no pagar impuestos, "está contra el estado de derecho"
Acusan de "golpista" a líder sindical en Argentina
Ap y Afp, Buenos Aires, 1o. de junio * El gobierno argentino acusó al líder sindical Hugo Moyano de "golpista" y de estar al servicio de quienes buscan la devaluación del peso, por proponer la víspera la desobediencia fiscal, durante una manifestación popular de protesta contra el ajuste económico anunciado el lunes y las políticas del Fondo Monetario Internacional.
El discurso de Moyano "es directamente golpista, ya está en contra del estado de derecho. Cuando dice que no hay que pagar impuestos está hablando de que hay que eliminar el Estado", dijo el ministro de Economía, José Luis Machinea.
El líder del sector rebelde de la Confederación General del Trabajo, quien fue el principal orador en la concentración de decenas de miles de personas efectuada el pasado miércoles en la Plaza de Mayo, también convocó a un paro nacional para el próximo 9 de junio contra un recorte de casi mil millones de dólares en el gasto público, que incluye rebaja de salarios y eliminación de algunos organismos.
Cuando a Machinea se le preguntó a quiénes responde la propuesta de Moyano, respondió: "Posiblemente a algunos señores que quieren devaluar en Argentina".
Añadió que ayer fue "presionado" por el mercado para devaluar el peso que está en paridad con el dólar desde abril de 1991, pero aseguró que está dispuesto a mantener el sistema de convertibilidad por largo tiempo.
El vicepresidente Carlos Alvarez, quien pertenece al centroizquierdista Frente País Solidario, que integra con la centrista Unión Cívica Radical, la Alianza de gobierno, también criticó al líder sindical peronista, a quien acusó de haber exhibido "un nivel de irresponsabilidad y de ligereza altamente preocupante".
De todas maneras, reiteró que "afectivamente" está de acuerdo con que los organismos internacionales "tengan una mirada más social de la situación, no solamen- te fiscalista".
Alvarez aprovechó además para pedir a los legisladores que bajen sus salarios para acompañar el duro ajuste, ya que algunos de ellos llegan a obtener hasta 15 mil dólares mensuales, cuando el sueldo promedio del país es de 400 dólares al mes, y la canasta básica supera los mil dólares.
Desde el propio peronismo también hubo críticas al sindicalista, y el ex presidente Carlos Menem, quien de 1989 a diciembre pasado aplicó una política netamente neoliberal que tuvo un alto costo social, dijo que "no corresponde lo que no es legal".
Pero Moyano ratificó hoy su propuesta de desobediencia fiscal, aunque aclaró que su convocatoria sólo fue planteada para ser impulsada si el gobierno "no cambia las políticas económicas".
Cuando se le señaló que sin el aporte de los contribuyentes no se podrían pagar los salarios de los trabajadores estatales, admitió que "el Estado no funcionaría", y reclamó que las autoridades obtengan de las empresas privatizadas "que perciben grandes ganancias", las partidas necesarias para el equilibrio de la balanza fiscal exigido por el FMI.
A poco de asumir en diciembre, el presidente Fernando de la Rúa ya había aplicado un ajuste que incluyó recortes de mil 400 millones de dólares en los gastos del Estado, y un impuestazo por 2 mil millones.