SABADO 3 DE JUNIO DE 2000
* Medio millón de cubanas exigieron en La Habana el retorno del balserito
Acatarían fallo adverso parientes en Miami de Elián
Ap, Reuters, Pl, Afp y Dpa, Miami, 2 de junio * La pugna en torno al pequeño Elián González continuó este viernes entre los familiares de Miami, que buscan evitar el regreso del niño a Cuba, y su padre, que reclama su derecho de retornar a su país junto con su hijo, mientras en La Habana miles de mujeres participaron en una marcha, a la que se incorporó el presidente Fidel Castro, para reclamar el retorno del balserito a la isla.
Spencer Eig, el abogado que dirige la lucha en tribunales de Lázaro González, tío abuelo de Elián, para que el niño se quede en Estados Unidos, rechazó un informe según el cual los familiares de Miami esta- rían considerando la idea de abandonar la batalla judicial.
El diario Sun Sentinel citó a Roger Bernstein, otro abogado del tío abuelo, quien dijo que aunque la familia considera presentar una apelación al fallo del tribunal de Atlanta, que el jueves le negó a Elián la posibilidad de pedir asilo político, también considera la opción de no recurrirlo.
Sin embargo, Eig subrayó que no existe la posibilidad de no apelar y que la información sólo fue un mal entendido, en tanto que José García Pedrosa, otro de los abogados, aseguró que la familia apelará pero aún no ha decidido si lo hará ante el tribunal de apelaciones de Atlanta o en la Suprema Corte, en Washington.
García Pedrosa precisó que los letrados consideran la posibilidad de recurrir a la Suprema Corte basándose en las dudas jurídicas sobre si los extranjeros tienen el derecho constitucional "al debido proceso de la ley" en Estados Unidos.
Indicó que hay cinco tribunales de apelaciones más que han dictaminado al respecto. Dos dicen lo contrario de lo que falló el de Atlanta, uno está de acuerdo con esta decisión y los otros dos toman un posición intermedia, dijo, y añadió que si la Suprema Corte quisiera tomar el caso, aclararía ese conflicto.
De su lado, Greg Craig, abogado de Juan Miguel, el padre del niño, manifestó su esperanza de que los familiares de Miami reconozcan que legalmente este caso se terminó, tras asegurar que no habrá cambio en el fallo pronunciado el jueves por el tribunal de Atlanta.
"Esperamos que reconozcan que prolongar la batalla legal es vano e innecesario, y que sólo agudizará las divisiones entre los miembros de la familia", dijo Craig, tras pedir que al menor y a su familia se le permita el regreso a Cuba.
Por su parte, el periódico The New York Times pidió este sábado acelerar el retorno del pequeño Elián a Cuba, y recomendó a los familiares lejanos en Miami que abandonen su lucha en los tribunales y acepten la realidad de que el niño debe permanecer con su padre.
Resaltó que si bien los familiares tienen el derecho de apelar nuevamente, existe "poca base legal para arrastrar todavía más este amargo y destructivo caso".
En La Habana, el presidente Castro se sumó al reclamo de unas 500 mil mujeres por la repatriación de Elián, durante una marcha y un acto frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba.
La marcha de medio millón de mujeres fue convocada por el gobierno cubano en respuesta al fallo de la Corte de Apelaciones de Atlanta, que decidió que el niño no puede pedir asilo, pero lo obliga a permanecer tres semanas más en Estados Unidos en espera de la eventual apelación de los familiares de Miami.
Las mujeres, entre las que se encontraban la presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, Vilma Espín, y las abuelas Mariela Quintana y Raquel Rodríguez, también rechazaron el reconocimiento de "amigo cercano" de Elián que la corte le hizo al tío abuelo.
"Esta es una verdadera protesta" del pueblo cubano", dijo Clara González, una m adre y abuela cubana, mientras las manifestantes coreaban "abajo las patrañas, de- vuelvan a Elián".
Por otro lado, el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Craig Johnstone, a su regreso a Washington luego de una visita de varios días a La Habana, afirmó que el gobierno de Castro está dispuesto a comenzar un diálogo con empresas de su país para la compensación de bienes estadunidenses nacionalizados tras la revolución cubana.