SABADO 3 DE JUNIO DE 2000
* Implicaría "neutralizar amenazas", dice el mandatario
Plantea Putin desarrollar una "defensa nuclear conjunta"
* La propuesta causa estupor entre las fuerzas armadas rusas
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 2 de junio * Así como cuando la víspera de su viaje a Gran Bretaña declaró a la BBC que Rusia podría solicitar su ingreso a la OTAN, el presidente Vladimir Putin volvió a sorprender con otra propuesta efectista, pero irreal.
Un día antes de que llegue a esta capital su colega estadunidense, Bill Clinton, el presidente ruso declaró a la cadena estadunidense NBC que "es posible desarrollar una defensa nuclear conjunta, si aunamos esfuerzos y los encauzamos a neutralizar las amenazas contra Estados Unidos, Rusia, nuestros aliados o Europa en general".
Con esto, implícitamente le da la razón a Clinton que ha usado, como justificación para revisar de modo unilateral el Tratado de Defensa Antibalística de 1972 (ABM, por sus siglas en inglés), el supuesto peligro que representan países como Corea del Norte o Irán, muy cercanos a tener armas nucleares.
La propuesta no liga mucho con la posición de rechazo invariable que había venido sosteniendo Rusia respecto de la intención estadunidense de modificar el ABM, considerada aquí como el inicio de una nueva espiral armamentista. Por eso, Rusia llegó a amenazar con desconocer los acuerdos de desarme si Estados Unidos sacaba adelante su plan.
En ese contexto, todo parece indicar que la iniciativa de Putin fue otra improvisación desafortunada, que no implica un cambio de posición y, mucho menos, que haya sido concertado con los generales.
Ningún representante del Ministerio de Defensa ruso comentó en público las palabras de Putin, pero en confianza los generales no ocultan que la propuesta causó estupor. Coinciden en que la idea, además de ser utópica desde el punto de vista técnico y militar, es inadmisible, porque hacer transparentes los últimos códigos de defensa nuclear rusos equivaldría a suicidarse.
Que los generales no se esperaban la propuesta de Putin, parece quedar demostrado con el penoso papel que le tocó esta tarde al comandante de las fuerzas estratégicas y de misiles nucleares, que se encuentra de visita en la base de lanzamientos de Baikanur.
El general Vladimir Yakovlev, no enterado de lo dicho por su presidente, siguió criticando la argumentación estadunidense para revisar el ABM. Cuando los periodistas le relataron la iniciativa de Putin, sólo alcanzó a articular: "Bueno, si el comandante en jefe de las fuerzas armadas hizo esas declaraciones... vamos a cumplir esta decisión".
Según los expertos, para que Rusia pudiera sumarse al proyecto de elaborar un escudo nuclear como el que pretende Estados Unidos y proteger su territorio de "terceros" países, requeriría invertir sumas astronómicas y crear un nuevo tipo de misil capaz de interceptar ojivas nucleares a una velocidad de 5 kilómetros por segundo, algo que por ahora se estima casi imposible.
Tan sólo Moscú, en los términos del ABM, está protegido por un escudo nuclear y extenderlo al resto del país significaría instalar no menos de mil 500 cohetes de nueva generación, que habría que empezar por fabricar. Es de suponer que los estrategas del Kremlin ya están pensando cómo darle la vuelta a la propuesta de Putin e incluso podrían convertirla en el principal resultado de la cumbre con Clinton, a falta de otros logros.
El irreal escudo nuclear conjunto, probablemente, acabará en el olvido muy pronto y su lugar, en las versiones evaluatorias que ofrezcan las partes, será ocupado por el anuncio de que Putin y Clinton están dispuestos a fortalecer las medidas de confianza en materia de avisos inmediatos en caso de ataque nuclear.
Con tal finalidad, incluso podrían acelerar la negociación para instalar, en Podlivkaj, en las afueras de Moscú, un centro ruso-estadunidense de intercambio de información sobre lanzamientos de misiles y avisos inmediatos, en el que trabajarían codo a codo 30 oficiales rusos y 30 estadunidenses.
Sólo hace falta que los presidentes suscriban el memorándum de acciones conjuntas en materia de seguridad nuclear.