LUNES 5 DE JUNIO DE 2000

Ť Empresa proveedora de chalecos antibalas habría incumplido con la entrega


Indaga la SSP anomalías en compra de equipo

Ť La operación implica un monto de 2 millones 17 mil 128 dólares Ť Se realizó hace seis meses

Angel Bolaños Sánchez Ť La Contraloría Interna de la Secretaría de Seguridad Pública investiga presuntas irregularidades administrativas en el proceso de licitación para adquirir cerca de 9 mil chalecos antibalas, que habrían permitido a la empresa que resultó ganadora, AP American Protective, SA de CV, incurrir en actos contrarios o no estipulados en las bases del concurso.

Dicha compañía ofreció el precio más bajo por los chalecos blindados, los cuales cumplieron con las especificaciones estipuladas por la SSP en la convocatoria; sin embargo, a más de seis meses de que se llevó a cabo la licitación, la policía capitalina no ha concretado la operación, por un monto de 2 millones 17 mil 128 dólares.

Fuentes de la SSP consultadas al respecto señalaron que la empresa habría incumplido con la entrega del equipo conforme se estipuló en el contrato, e incluso existe una denuncia en su contra por este hecho.

El pasado 26 de agosto la policía capitalina, por medio de la Dirección de Recursos Materiales de la Dirección General de Servicios de Apoyo, emitió la convocatoria número 30001066-035-99 para la adquisición de 8 mil 995 chalecos antibalas nivel III-A, y tras la apertura de ofertas económicas se incluyeron en el proceso las propuestas de seis empresas.

Una vez que se dio a conocer el fallo, el pasado 22 de octubre, la compañía que obtuvo el segundo lugar, Intercambio Comercial, SA de CV, interpuso un recurso de inconformidad ante la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal, argumentando que un estudio previo a muestras del producto de la empresa ganadora, ordenado por la misma SSP a los laboratorios HP White, de Estados Unidos, dieron como resultado que el blindaje no era el especificado en la licitación, por lo que debió haber sido descalificada del proceso.

En segundo término, denunció que existieron "hechos supervenientes", que implicaban también la eliminación del participante, pero que sin embargo no fueron admitidos por la Contraloría para su valoración, al no tratarse, en su estricta definición, de actos "que tienen lugar con posterioridad a la resolución" y porque pudieron ser "combatidos" por el inconforme en su momento, pero no lo hizo.

Luego de estudiar el caso, la Dirección de Auditoría de Legalidad y Recursos de Inconformidad de la Contraloría capitalina ratificó el fallo del procedimiento a favor de American Protective. La dependencia asentó que conforme a las bases de la licitación, el estudio del laboratorio realizado con antelación al fallo carecía de valor puesto que dichas pruebas se realizaron con la finalidad de "tener información del tipo de material y número de capas que ofertan", y se utilizaron muestras aproximadas al original.

En las bases, añade la resolución, SSP fijó los términos para realizar las pruebas definitivas después del fallo a cinco muestras de la empresa ganadora, y que en este caso resultaron satisfactorios.

Sin embargo, los argumentos de "hechos supervenientes", planteados en su recurso de inconformidad por Intercambio Comercial, señala que dos días antes de la fecha del fallo emitido por la SSP, un oficio firmado por el director de Recursos Materiales de la dependencia, Joel Santana Benhumea, giró un oficio a American Protective "en la cual la convocante claramente lo declara ganador de la licitación y le notifica que los chalecos enviados por esa empresa serán enviados al laboratorio para verificar el blindaje".

Además, dicha empresa entregó una carta de distribuidor en idioma distinto al oficial del país de origen del fabricante (Inglaterra), y sin certificación notarial; se ostentó y formuló su propuesta como empresa nacional y exigió carta de crédito en dólares; ofreció como lugar de entrega del equipo el aeropuerto de la ciudad de México y no los almacenes de la policía, entre otros hechos irregulares, conforme a las bases, que deberá investigar ahora la Contraloría Interna de la SSP.

Joel Santana dijo ante la Contraloría que "la adquisición de los chalecos resulta necesaria para el desempeño de las actividades que presta a la ciudadanía la SSP y las cantidades existentes no cubren a la totalidad de los efectivos que realizan la tarea de protección de vigilancia", pero dicha adquisición al parecer tendrá que esperar aún más.