LUNES 5 DE JUNIO DE 2000
Ť Culmina la entrega de un millón de libros
Obsequian letras y función de juglares a menores capitalinos
Ť El costo de cada volumen, digno y bien impreso, 2.75 pesos
Merry Mac Masters Ť Se unieron de nuevo los programas Juglares y Jugares por Todos los Lugares y Un Millón de Libros para las Niñas y los Niños de Nuestra Ciudad, en lo que se había anunciado como la clausura del segundo.
En la función ayer de De hechizos y juglares, en el Foro Lindbergh del Parque México, había 50 mil libros para repartir -y más de 100 mil en todos los foros donde el domingo trabajaron los juglares-, según informó Armando Peniche, de Trova para los Niños, asociación civil de artistas dedicados a los pequeñines, y que en la actualidad agrupa a más de mil 600 personas. Para los que aún no saben leer había casetes con cuentos narrados.
El programa de 20 títulos contó con escritores de la talla de Emilio Carballido, Mireya Cueto, Guillermo Samperio y Valentín Rincón, e ilustradores como José Luis Cuevas, Liliana Infante y Erick Beltrán, todos mexicanos.
Los 2 millones 750 mil pesos que se erogaron para el programa provinieron del presupuesto destinado para cultura infantil por parte del Gobierno del Distrito Federal y el Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM). Es decir, cada libro costó 2.75 pesos.
"Cuando propusimos esto -señaló Peniche-, nos dimos cuenta que esto es lo que cuesta. Aquí nadie ganó pero nadie perdió. Y este es el costo real de cada libro, lo cual demuestra que aquellas instituciones y organismos que están vendiendo libros a 80 y 90 pesos, como el Fondo de Cultura Económica, no tienen por qué ganar tanto.
"Podemos demostrarles a quien quiera que se pueden hacer libros tan dignos como éstos, portada a todo color, papel couché, muy bien impresos, selección de color. A los autores y los ilustradores, por supuesto, se les pagaron sus honorarios."
Los volúmenes de Un Millón... fueron obsequiados por medio de los espectáculos de Juglares (en junio cumplen 5 mil representaciones), de los libro-clubes permanentes del ICCM, que pronto serán mil, y de programas sociales que los repartieron en casas de asistencia para los niños de la calle y en hospitales.
A decir de Peniche, no se trata nada más de "regalar"; esto está unido a un programa de fomento a la lectura, porque si el libro se le da al niño como un "objeto", lo va a tomar como algo "poco valioso".
En lo que a apoyos se refiere, "muchas editoriales pusieron sus autores al servicio del programa", indicó Peniche. Se contó con la participación de más de 15 imprentas y los papeleros otorgaron "grandes descuentos".
Para el entrevistado Un Millón... "seguramente va a continuar" porque "hemos visto el gran cariño con que los papás y los niños reciben estos libros".
En tanto, el escritor Valentín Rincón se refirió a la importancia de "compensar esta andanada de información que los niños ven a través de la televisión, una cultura un tanto cuanto fuera de lo que son nuestras raíces".