LUNES 5 DE JUNIO DE 2000

* Actualmente sobrevive con $113 diarios: UOM


En 11 años, el magisterio obtuvo únicamente medio salario mínimo

* Un estudio revela la "deplorable situación" de la educación en México

Elizabeth Velasco C. * Tras once años de lucha, el movimiento magisterial sólo ha obtenido un incremento de medio salario mínimo, por lo que la mayoría de los docentes subsiste con tres minisalarios en promedio, equivalentes a 113 pesos diarios, según un estudio de la Universidad Obrera de México (UOM).

En el mismo se establece que el financiamiento educativo en México ha descendido, y sus máximos topes no han rebasado el 5.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el periodo referido.

En otras palabras, el gasto total anual en educación por habitante de 4 a 24 años es --en pesos corrientes de 1996-- de 3 mil 144 pesos en promedio, equivalente a 8.61 pesos diarios en las entidades más avanzadas; de 6.53 pesos diarios en las de desarrollo intermedio, y de sólo 5.47 pesos diarios en las de alta marginalidad.

En materia salarial, pese a que los líderes sindicales del magisterio fijaron como norma ideal un ingreso de seis salarios mínimos, la cifra está muy lejos de la realidad, por lo que --justifica la UOM-- el ofrecimiento de 12 por ciento de aumento al sueldo base de una plaza inicial y la supuesta negociación correspondiente al año 2000 cau- saron descontento en los docentes del país.

En el estudio ƑPor qué se moviliza el magisterio en México?, esa institución considera que la reciente negociación salarial encabezada por el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es "una farsa", ya que el incremento salarial del magisterio quedó pactado en el Presupuesto de Egresos de la Federación mediante el ramo 25, por lo que el Congreso de la Unión determina el aumento salarial, no el sindicato.

Asimismo, aporta datos que reflejan que la "educación se encuentra en situación deplorable en México": más de 41 millones de mexicanos no han completado su enseñanza básica y sólo 17 de cada 100 jóvenes en la edad correspondiente cursan la educación superior; un millón 200 mil niños entre 6 y 14 años no asiste a la escuela, y 25 por ciento de la matrícula de primaria se localiza en escuelas unitarias o multigrado.

De los casi 100 millones de habitantes en el país, sólo 6 mil estudian doctorado; 2 millones de infantes de 3 años (89 por ciento de ese grupo de edad) y casi un millón de los de 4 años (45 por ciento) no reciben atención educativa.

En tanto, en educación básica, 430 mil niños abandonan las escuelas primarias antes de aprobar sexto grado; 2.9 millones no terminan el ciclo en los seis años previstos, y 260 mil egresados de sexto ya no se inscriben en secundaria. Además, 360 mil jóvenes desertan de secundaria, y poco más de un millón (22 por ciento de la matrícula) no la concluye en los tres años programados.

En suma, señala la UOM, poco más de 5.5 millones de jóvenes entre los 13 y 17 años (54 por ciento del total corespondiente) están fuera del sistema educativo, y el indicador global de la exclusión que realiza el sistema, acumulado históricamente, es de 41 millones de adultos (de 15 y más años) sin enseñanza básica completa. "Esta cifra, que representa el 60 por ciento de la población adulta del país, sigue en aumento".

Por otro lado, destaca "el congelamiento de plazas magisteriales registrado en los últimos años; la proliferación de contratos temporales; la desaparición de la plaza automática para egresados de las normales; la pérdida de prestaciones por parte de los docentes, así como la sujeción de diversos derechos laborales a los criterios marcados por la carrera magisterial".

En ese contexto, explica, surge la lucha magisterial contra las políticas neoliberales, a la cual se suman las de los zapatistas, los estudiantes y los padres de familia en defensa de la educación gratuita en el nivel superior; el combate de los electricistas para detener la privatización del sector eléctrico, y otras que, sugiere, requieren "conjugarse y sumar voluntades" , para lograr la democratización de la educación, del SNTE y del propio país.