MIERCOLES 7 DE JUNIO DE 2000
Ť El débito del país se estima en 140 mil mdd
Pide la Iglesia católica argentina al FMI, un alivio a la deuda externa
Ť Se inicia el cumplimiento de paros contra el plan de ajuste
Ť De la Rúa intenta suavizar las tensiones entre los aliancistas
Reuters y Afp, Buenos Aires, 6 de junio Ť La Iglesia católica local pidió hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) un "alivio" a la carga de la deuda externa argentina, estimada en 140 mil millones de dólares y que exige al país el pago de 25 millones de dólares diarios sólo en concepto de intereses, al tiempo que comenzaban a cumplirse paros contra el severo recorte de gastos públicos decretado la semana pasada por el gobierno del presidente Fernando de la Rúa.
El mandatario, por su parte, intentó suavizar las tensiones causadas dentro de la oficialista coalición Alianza por el ajuste, al reprender públicamente a su jefe del servicio de Inteligencia, quien había abogado por los recortes de gastos públicos.
La solicitud de la Iglesia fue concretada durante un encuentro del presidente del Episcopado, Estanislao Karlic, con una misión del FMI encabezada por Teresa Ter Minassian, que se encuentra en el país auditando las cuentas fiscales.
"Se les pidió también que, en la medida de lo posible, propicien inversiones que brinden oportunidades de trabajo y la eliminación de subsidios a los productos primarios por parte de las naciones más desarrolladas", dijo el Episcopado en un comunicado.
En tanto, los empleados de los bancos estatales del país comenzaron a cumplir este martes ceses parciales de actividades, que se extenderán el jueves a otras áreas oficiales para concluir el viernes en una huelga general contra un plan de ajuste que incluye reducción de salarios de los estatales y miles de despidos.
Grupos de desocupados y empleados públicos cesanteados cortaban a su vez al menos cuatro carreteras de otras tantas provincias, en un recrudecimiento de las protesta sociales en el interior argentino.
Las dos alas en que está dividida la mayoritaria Confederación General del Trabajo (CGT) confirmaron el paro nacional del viernes, con la adhesión de la minoritaria Central de Trabajadores Argentinos.
"Si el gobierno no llama a concertar, la protesta se va a generalizar", advirtió Rodolfo Daer, líder de la CGT dialoguista, mientras Hugo Moyano, jefe del ala rebelde, sostuvo que "nadie va a parar esta marcha, que es contra el modelo económico y no contra el gobierno", aunque acusó a éste de "traicionar al pueblo".
El peronista Moyano, quien ya realizó una huelga el 5 de mayo y una marcha contra el FMI el 31 de ese mes, advirtió además que "el paro del viernes no va a ser el último".
Los sindicatos han puesto la mira de sus ataques en el ministro de Economía, José Luis Machinea, y el jefe de los Servicios de Inteligencia del Estado (Side), Fernando de Santibáñez, quienes impulsan mantener la ortodoxia neoliberal impuesta en la última década por el ex presidente peronista Carlos Menem, que dejó el poder en diciembre de 1999.
De la Rúa emitió anoche un comunicado para intentar calmar el enojo en las filas de la socialdemócrata Alianza, y reprendió a su cercano amigo Santibáñez, un banquero millonario que permitió que un periodista lo acompañara durante un día de sus actividades mientras promovía el recorte fiscal.
El mandatario recomendó a Santibáñez que se encargue de sus propias tareas, al decir que "estos temas (del recorte), no son propios del jefe de la Side".
La Alianza se constituyó en 1997 tras la unión de la centrista Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario, una coalición de izquierda preocupada por las cuestiones sociales. Pero el radical De la Rúa dio a sus más cercanos colaboradores partidarios los puestos claves de la administración.