JUEVES 8 DE JUNIO DE 2000
* A la cabeza, familiares del concejal asesinado
Marchan miles de personas en Bilbao contra la violencia
* Desde Grecia, José María Aznar llama a "no tener miedo a nada"
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 7 de junio * Miles de personas, encabezadas por la viuda y las hijas del concejal conservador Jesús María Pedrosa, cuyo asesinato el domingo pasado fue atribuido a ETA, recorrieron hoy las calles de Bilbao bajo el lema "contra el fascismo. Por la libertad, basta ya".
La manifestación, a la que se sumaron dirigente y militantes del goberante Partido Popular (PP) y del Partido Socialista de Euskadi (PSE), fue convocada por el Foro de Ermua, surgido tras el asesinato del primer concejal conservador atribuido por parte de ETA, Miguel Angel Blanco, en julio de 1997.
Poco antes y desde Grecia, donde hoy comenzó una visita oficial, el presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, lanzó un mensaje: "Espero y deseo que las calles se llenen de libertad. No hay que tener miedo a nada".
El presidente del Foro de Ermua, Vidal de Nicolás, leyó un comunicado durante la demostración: "Hace tan sólo unos días era asesinado en Durango un ciudadano más, un hombre bueno, un demócrata, Jesús María Pedrosa. Otra vez hemos tenido que salir a la calle los ciudadanos de este país para exclamar nuestro rechazo a la violencia fascista, pero no está aquí el lehendakari vasco (Juan José Ibarretxe) con la más burda de las hipocresías".
"Con cuántos muertos va el gobierno nacionalista a romper de forma definitiva y rotunda con los asesinos y el aparato ideológico que les apoya" y "hasta cuándo soberanismo, territorialidad e independencia van a supeditar la libertad de los vascos", preguntó De Nicolás al PNV.
En la marcha participaron, entre otros, el secretario general del PP, Javier Arenas; el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja; el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, y el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros.
También hoy se reunieron Javier Balza, consejero del Interior del gobierno vasco, y Mayor Oreja, quienes llevaban un año y medio sin celebrar ninguna reunión oficial. Los dos políticos responsables de la seguridad del País Vasco y del Estado español, respectivamente, definieron un nuevo método de intercambio de información y se pidió, por parte de Balza, la aprobación para la contratación de 500 policías más para dar protección a los políticos no nacionalistas amenazados por ETA.
En tanto, la Audiencia Nacional condenó a cuatro jóvenes vascos a 17 años de cárcel a cada uno por el delito de "terrorismo", luego que en 1996 incendiaron un autobús con el conductor dentro, quien logró salvar la vida. Esta condena equipara las acciones de violencia callejera, habituales en las ciudades del País Vasco, con el delito de "terrorismo".