JUEVES 8 DE JUNIO DE 2000

* Entregó el Premio Nacional de Periodismo 2000


Zedillo: tolerancia, el principal factor de la libertad de expresión

* Tras los comicios prevalecerá la unidad de los mexicanos, confía

Ciro Pérez Silva * El presidete Ernesto Zedillo confió en que durante las próximas semanas y al final de la contienda electoral, habrán de prevalecer la prudencia y la unidad fundamental de los mexicanos sobre cualquier asomo de intolerancia o de ilegalidad, tras señalar que en menos de un mes "tendremos la oportunidad de decidir con nuestro voto, y sólo con nuestro voto, el rumbo que deseamos para nuestro país y para nuestra democracia".

Durante la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Periodismo y de Información 1999-2000, destacó la importancia de que al llegar el 2 de julio la ciudadanía haya tenido la más amplia posibilidad de conocer lo que cada fuerza política ofrece y de formarse una idea clara sobre lo que su decisión puede significar para el futuro.

"Por eso es importante propiciar el clima de armonía que se necesita para que cada quien asuma, a partir de una reflexión ponderada y bien informada, la decisión que le parezca mejor con plena libertad para el futuro de México. A los medios de comunicación toca seguir siendo el vehículo por excelencia de la libertad de expresión y una fuente confiable para el buen juicio del ciudadano", sostuvo.

Zedillo se congratuló por que ya no sea el gobierno la instancia que organiza los procesos electorales ni califica los resultados de las elecciones, facultad que asumieron instituciones "que son indiscutiblemente independientes del gobierno. Ahora el éxito de las elecciones depende de que cada uno cumpla la parte que le corresponde con apego a la ley y con respeto a las instituciones que entre todos hemos construido".

El Presidente cerró con estas frases su intervención que fue precedida por el compromiso de pleno respeto a la libertad de expresión, elemento que es, dijo, la mejor garantía contra la arbitrariedad y el engaño, vengan de donde vengan, y cuyo principal ingrediente es la tolerancia.

Gracias a la libertad de expresión, insistió, todas las voces pueden hablar con la misma fuerza, pero también, sólo gracias a la tolerancia, todas las voces pueden escucharse con el mismo respeto. La tolerancia, dijo, es lo que nos ha permitido reconocer, valorar y celebrar la diversidad política, cultural, religiosa y ética que da fundamento a nuestra fortaleza como pueblo y como nación.

"Practicar la tolerancia significa aceptar que no todos tienen que pensar como uno piensa y actúa. El intolerante primero rechaza al que piensa distinto y luego le niega su derecho a expresarse. Por eso, los mexicanos rechazamos siempre que periodistas sean objeto de agresiones verbales u hostigamiento (...). En la democracia, nadie debe proclamarse dueño de la verdad absoluta", advirtió.

Condenó a quienes pretenden silenciar las críticas mediante censuras "o, peor aún, con amenazas".

Criterio de rentabilidad

Antes, Luis Javier Solana Morales, presidente del jurado calificador, consideró que además de reconocer el avance democrático de los medios de información, sería necesario no incidir más en un sistema centrado en un emisor ajeno al receptor y dispuesto a defender el privilegio de un albedrío especialmente libre para el juicio, que deja en segundo lugar lo social del mensaje e impone el criterio de rentabilidad económica.

"No hagamos una sociedad al servicio del olvera-trino-premio-cremas-jpg mercado, sino un mercado al servicio de la sociedad. En la medida en que los medios se han sujetado a un poder político o económico, o se han convertido en otro poder, el mediático, dejan de cumplir con su función básica de servidores de la sociedad.

"En contraparte, hay medios que estando en la esfera del sector público cumplen con su función como medios del Estado y sirven a la sociedad. Pero otros, en cambio, operan en la realidad como medios del gobierno y olvidan su deber", aseveró.

Solana Morales manifestó su preocupación porque en la campaña política ninguno de los candidatos a la Presidencia de la República haya hecho una propuesta estructurada sobre comunicación social. "Pareciera que existe o un desprecio o un temor de abordar este crucial tema. Sería sano contar con una política clara, definida, sólida en esta materia en torno a la que girará, sin duda, la vida del nuevo siglo que ya comenzó".

Propuso algunas medidas para modificar la normatividad del certamen, las que consideró oportunas el presidente Zedillo, quien admitió que hay "alguna incongruencia" entre el régimen político de plena democracia "en el que todos queremos vivir" y la participación del gobierno en el otorgamiento de los premios.

Recordó que antes de iniciar su mandato, tuvo la intención de modificar el procedimiento, aunque no lo promovió para evitar que una iniciativa de esa naturaleza fuese interpretada como una descortesía por parte del gobierno hacia los periodistas.

Los premios fueron entregados a Francisco Olvera Reyes, fotógrafo de La Jornada, por su gráfica sobre la crisis universitaria que capta a dos jóvenes fundidos en un abrazo, rodeados de elementos de la Policía Federal Preventiva, quienes minutos antes habían tomado Ciudad Universitaria.

El monero de La Jornada, Milenio Diario y del suplemento dominical "Tu Hermana la Gordota" del diario Público de Guadalajara, José Trinidad Camacho Orozco, Trino, recibió el premio por caricatura.

Dorangélica de la Rocha Almazán, de El Debate de Sonora, fue premiada en la categoría de noticia por el trabajo sobre dos recién nacidas que fueron intercambiadas; Marco Lara Klahr, de El Universal, por su reportaje sobre la inundación del penal de Villahermosa; Isabelle Tardán Perrín, de Canal 11, en entrevista por la serie Mujeres y Poder; en artículo de fondo a Jorge Fernández Menéndez, de Milenio Diario; en difusión cultural a la directora de la revista Ciencia, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Patricia Magaña.

Premio especial por trayectoria a Alejandro Avilés Inzunza, formador de generaciones de periodistas, poeta y catedrático, y por crónica a Nidia Marín, del periódico Excélsior, quien fue la encargada de hablar a nombre de los premiados.

"Se intenta matar al mensajero"

"El arma del periodista", dijo Marín, "goza de espléndida salud", a pesar de la intransigencia y la intolerancia con que "núcleos amorfos" tratan de intimidar e imponer a los trabajadores de los medios, por la fuerza de la amenaza o de la censura, un pensamiento diferente.

Fernández Menéndez, comenta la periodista, sostiene que durante años el desfogue fue la apertura y la pluralidad, que se han logrado. Hoy, dice, son dobles los retos. Por una parte, la necesidad de una ética, de una responsabilidad creciente. Por la otra, la intolerancia en aumento. "De alguna manera se intenta matar al mensajero".

Para Francisco Olvera es necesario mayor respeto para el gremio de fotógrafos, "nuestro espacio se reduce cada vez más. Hay trabas y dificultades, y tenemos que arrebatar, que hurtar la imagen". Lara Klahr advierte sobre la dificultad de abrir legalmente una fuente de información. "En nuestro gremio, es cada vez más progresiva la profesionalización de los periodistas, pero urge una profesionalización de las empresas", dice.

Patricia Magaña, bióloga y periodista, sostiene: "Son los científicos los que llevan a cabo el trabajo de divulgación, con tan escasos recursos, comparados con otros medios de comunicación, que los logros se convierten en esfuerzos personales".

Isabelle Tardán Perrín sostiene, a su vez, que los medios son el único enlace que tenemos con la sociedad. "Mi preocupación personal es... ser mejores, sin miedo a la autoridad, sin miedo a nadie". Dorangélica de la Rocha se pronuncia por abanderar más el periodismo social, "porque hoy predomina la opinión sobre los hechos" y sostiene que cuando un medio no apoya con buenas herramientas y buen salario al periodista, cuando no hay apertura de fuentes, no se está respetando el derecho a la información.

Trino Camacho advierte que hace falta apertura informativa en la radio y la televisión y exige que "quien llegue" respete el derecho a la información, además de pedir que se elimine la solemnidad, "porque da urticaria".

Nidia Marín concluyó este recuento con un agradecimiento a sus hijos, a quienes pidió una disculpa, "por mis ausencias".