JUEVES 8 DE JUNIO DE 2000
* Las recomendaciones de la CNDH en materia de salud, sin fundamento: el comisionado
La Conamed, árbitro de buena fe sin autoridad jurídica: Fernández Varela
* El monto de indemnizaciones por negligencia médica, "rezagado" * "Somos un filtro; una gran función"
Angeles Cruz/II y última * Las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en materia de salud "no tienen fundamentos, no hay una investigación seria y los médicos que las elaboran carecen de capacitación. Están ahí porque no han encontrado empleo en otros lados", asegura Héctor Fernández Varela, comisionado nacional de Arbitraje Médico.
El funcionario considera que la CNDH "debería cuidarse, porque alguna institución podría rechazar su recomendación". En cambio, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) contrata personal especializado, ad hoc, para solucionar las quejas admitidas en esta instancia, apunta.
En la segunda parte de la entrevista con La Jornada, el comisionado insiste en que el trabajo de la Conamed en sus cuatro años de existencia ha servido para mejorar la calidad de los servicios de salud en el país. Fernández Varela recuerda que con base en sus opiniones técnicas, la Secretaría de Salud (Ssa) ha elaborado Normas Oficiales Mexicanas (NOM), entre ellas la que fija los requisitos que deben cumplir los médicos al elaborar el expediente clínico, o la relativa al tratamiento de la obesidad.
Admite asimismo que el monto de indemnizaciones para quienes han sufrido algún daño irreparable en su salud "está muy rezagado", y descarta que la Conamed pudiera --por ahora-- dictaminar sobre la reparación del daño moral a los afectados. "Cometeríamos muchas más injusticias, pues la sentencia sería totalmente subjetiva".
A continuación, la última parte de la entrevista con Héctor Fernández Varela:
--ƑPor qué la Conamed no interviene en pro de los pacientes al comprobarse negligencia que el médico se niega a reconocer?
--No lo podemos hacer ni con el médico ni con la institución. Si tuviéramos esa autoridad estaríamos suplantando a los jueces.
--Pero eso no ocurre en la CNDH. Ahí no se suplanta a ninguna autoridad
--Pero tampoco logra nada. Nada más hace una recomendación.
--Esa recomendación tiene una autoridad moral y debe ser cumplida por la institución a riesgo de ser señalada por la sociedad.
--Pues va a ser señalada, y a lo mejor por miedo acepta la recomendación, pero en realidad no hace nada por cumplirla. El IMSS ha rechazado varias recomendaciones de la CNDH y ésta no puede hacer más. Además, la gente ya se dio cuenta que la están asustando con el coco. La CNDH ya debe cuidarse de andar haciendo ese tipo de cosas, porque las hace sin muchos fundamentos.
--ƑEl qué, perdón?
--Pues hacer recomendaciones sin muchos fundamentos. Alguna autoridad o institución le puede responder que no la va a obedecer. Y en realidad no tienen por qué hacerlo. Nada más es una recomendación.
--ƑPero está de acuerdo en que las recomendaciones de la CNDH se basan en una investigación seria y confiable?
--Eso quisiéramos.
--ƑNo ocurre en todos los casos?
--No tienen gente capacitada (en la CNDH). Sus médicos son gente que no ha encontrado empleo en otros lados. No son especialistas ad hoc, como los que nosotros contratamos. Quizá lo que usted me está preguntando es hasta qué punto sería positivo hacer públicas las recomendaciones, como hace la CNDH.
--ƑCuál es, pues, el objetivo de la Conamed, si los pacientes siguen indefensos ante una mala práctica médica?
--No están indefensos, tienen otras instancias. Además, no hay que generalizar, la mayoría de las quejas terminan con una conciliación. Pero supongamos: es un caso y no se justifica que exista. La Conamed se convierte entonces en un filtro, y de todas maneras es una gran función. Resuelve dos mil conciliaciones y dos mil orientaciones. Son cuatro mil asuntos que no llegan a tribunales con enorme costo económico para quien se quejó, para el Estado, que paga los juicios, y con tiempo perdido, porque esos procesos duran de tres a cinco años.
--ƑEntonces la Conamed no resolverá la mayoría de las quejas?
--No, porque tendríamos que convertirnos en una autoridad jurisdiccional. Como árbitro de buena fe arregla muchos asuntos. Hay que ver con óptica positiva lo que sí podemos hacer, no los casos de excepción, y a lo mejor son excepciones múltiples, pero nosotros no podemos resolverlas. No creo que el paciente quejoso esté desprotegido. Aquí le damos apoyo y orientación.
--ƑQué opina de los casos de negligencia, en los que sólo se prevé la reparación del daño material?
--Ese es un asunto muy delicado. Pero así lo establece la ley. Sólo es motivo de indemnización el daño comprobable. El daño moral es algo que cada individuo aquilata de acuerdo con su percepción personal. En los laudos de la Conamed nos atenemos a lo que establece el tabulador legal.
"Para nosotros sería muy difícil cuantificar el daño moral. No diría que en el futuro no pudiera intentarse, pero vamos a suponer que se hace un juicio arbitral y encontramos responsabilidad del médico. Debemos sancionar según las pretensiones del quejoso. Quizá la falta del médico es menor, y aunque la cantidad nos parezca exagerada, tendríamos que concederla en el juicio arbitral".
--Es claro que debería ponderarse el tipo de daño, pero mi pregunta es por las personas afectadas severamente en su salud, y que necesitarán de atención especializada el resto de su vida. ƑCómo se les apoya?
--En eso tiene razón, pero en la Conamed pensamos que cometeríamos más injusticias si consideramos el daño moral que si no lo consideramos, porque el dictamen sería totalmente subjetivo. Tal vez debería modificarse la ley e incrementar el monto de las indemnizaciones, pues el tabulador de las lesiones ha quedado muy rezagado.
--ƑCómo definiría a la Conamed a partir del reconocimiento de sus limitaciones?
--Como una instancia que ha contribuido a resolver conflictos entre pacientes y prestadores de servicios. Tiene gran valor para mejorar la calidad de la atención médica mediante las recomendaciones y el cuidado que van teniendo profesionales e instituciones para hacer mejor su trabajo. Esto se ve en el interés que hay en las reuniones sobre asuntos éticos, legales y de responsabilidad profesional. Hace diez años un evento de este tipo no reunía a nadie y hoy los lugares no alcanzan. Todo mundo quiere estar ahí.