SABADO 10 DE JUNIO DE 2000
Ť Cantó ante más de 100 mil personas, en tres conciertos que ofreció en BC
Lupillo Rivera respeta a los narcos; ''ellos también son humanos'', dice
Ť La vida, como el dólar, es verde, comenta el compositor originario de La Barca, Jalisco
Arturo Cruz Bárcenas, enviado, Tijuana, BC Ť Durante tres días, las ciudades de Tijuana, Mexicali y Ensenada fueron escenario de conciertos a los que asistieron aproximadamente 100 mil personas, la mayoría jóvenes, y de éstos sobre todo mujeres. Los espectáculos fueron organizados por MVS Radio, para festejar el cuarto aniversario de sus estaciones radiales La Mejor, en tres distintas frecuencias, que son además transfronterizas, en la banda de FM.
Cárteles y carteles llaman la atención por ser temas cotidianos. Muchos atribuyen el éxito de algunos cantantes a la explotación de los narcotemas; algunos versan acerca de las venganzas entre delincuentes y la ira por las muertes de connacionales al intentar pasar al otro lado. José Arias, quien se dedica a la manufacturación de prendas de piel, cierra los ojos y medita respuestas sobre el tópico. Suelta un suspiro y expresa: ''šMalditos!... la cosa está fea", y con el índice apunta hacia la barda fronteriza, donde están colocadas varias decenas de cruces con los nombres de mexicanos que han hallado fatal destino al intentar cruzar por el desierto o algún punto de La Rumorosa.
Pero el narco sigue siendo punto de discusión, de interés y admiración. Un cantante grupero destaca por su trayectoria ligada a los corridos de líderes de traficantes de drogas; dice que les ha hallado el "lado humano", porque son personas que han tenido el valor de hacer lo que hacen. "No cualquiera". Su nombre es Lupillo Rivera, un cuate de 28 años, que cuenta, sin hacer ostentación, de su relación con los perseguidos de la justicia. Sintetiza en una frase lo que la droga es para uno de sus conocidos: ''el verde es vida''.
Lupillo, originario de La Barca, Jalisco, comenzó su carrera en 1992, motivado porque su padre, Pedro, fue cantante. "El es quien me ha protegido en esta industria. Aunque debo señalar que la mejor escuela que puede tener uno es la vida, y de ésta los errores; mediante ellos se aprende''.
''Para mí, el dinero, o cosas así, materiales, no son tan importantes. Hay pocos cantantes solistas dedicados a cantar el corrido; sí hay grupos, pero pocos como yo. Ellos sacan un disco de corridos y tres de canciones. Yo soy al revés: me interesa el corrido. Me acuerdo que a los 9 años oía a Los Tigres del Norte y su canción La banda del carro rojo. La gente del medio a veces no acepta los corridos de narcos porque, dicen, son muy calientes. El corrido tradicional no tiene nada de malo; es para la familia".
-A los narcos les gustan los corridos, Ƒno es así?
-Pues a algunos, pero otros son estudiados y viven su vida normal. Hay que decir que ellos escogieron vivir como quisieron. Yo respeto eso. Sé que hay gente que los culpa por cosas que le pasan a la juventud, pero yo me he dado cuenta de que todo depende de la familia. Si dentro de ella está bien la cosa, no hay necesidad de nada afuera. Mi papá fue muy duro conmigo y mis hermanos (siendo niño se fueron a vivir a Estados Unidos). No nos dejaba hablar inglés ni andar con trapos como los que traigo ahorita (como rapero).
-ƑLe tienes miedo a los narcos?
-Les tengo un respeto muy especial. Muy pocos se animan a hacer lo que ellos hacen. A veces sí me da miedo, pero éste no es nada malo, pues puede ser por precaución. Cuando compongo corridos de gente como ellos, pues mejor leo en el periódico y me informo. Prefiero no usar los nombres reales. También retomo historias que me cuentan los mismos narcos. Tengo un corrido que se llama Olfateando el animal, que lo cantan Los Razos (un grupo muy popular por estos lares), donde se habla de unos tipos que van cruzando la línea y se preguntan cómo van a librarse de los perros de la Morder Patrol. Yo escribí que nomás hay que echarle una gorda al perro para callarle el hocico. La gorda, claro, sería un billete.
-ƑTienes amigos que son narcos?
-Más bien conocidos; gente que va a verme a los lugares donde me presento. Suelen mandarnos botellas y piden que les mandemos saludos. Ellos tienen su lado humano; tienen familia y la cuidan mucho.
-ƑQuieres siempre ser recordado como el narcocantante, así como Los Tucanes de Tijuana han sido asociados con los mismos personajes?
-Mientras yo siga siendo como soy, pienso que voy a durar bastantes años como cantante. Los corridos y el narcotráfico nunca se van a acabar. Al Capone, para mí, sigue en otras personas.
-ƑHas hecho corridos por encargo de algún narco?
-Sí, pero sus nombres están muy disimulados.
-ƑTemes que te acusen de delator?
-Ellos me los piden y me precisan que nomás no les ponga nombres de nada. Tal es el caso de La selva mexicana y El tiburón del golfo; hay uno que le compuse a siete bandas de narcotraficantes; menciono los lugares, pero no los nombres. Los mismos periodistas los oyen o los leen y deducen que si digo Juárez me refiero al cartel de Juárez. Pero no digo nombres. Nunca me han llamado a declarar. Los judiciales aquí no se meten conmigo. En Estados Unidos me han informado que la FBI me conoce. Pero incluso me felicitan. Si me preguntan, les digo que es un corrido que inventé.
-ƑTe gusta ser considerado narcocantante?
-Pues me dedico a los narcocorridos. Pero todos deben saber que también puedo cantar otras cosas, como las rancheras, como Tú y las nubes, de José Alfredo. A lo mejor ésta también le gusta a los narcos (se carcajea). Por hacer canciones por encargo me han dado relojes, armas, cachas de oro...
--ƑCuernos de chivo?
--No, esas están muy grandes (se carcajea). No, pero, sí, una vez me regalaron un cuerno de chivo chapeado de oro. Lo tengo ahí colgado en la casa, nomás para que lo vea la gente...
--No me des la dirección, si no te van a caer para bajártelo.
Añade que también le han dado varias escuadras (pistolas) y cachas con diamantes incrustados, así como con sus iniciales en oro. "Como uno canta corridos y a mí me encantan las armas, desde chiquillo. Se me hace difícil creer que una cosa tan chiquita (una bala) pueda matar a alguien tan grande. Me gusta el tiro al blanco, jugar en el casino. A veces me pico. El juego y el amor te pueden dominar si no tienes la mente bien puesta".
-ƑA poco nunca te ha dominado una mujer?
-Nunca. Mi padre me ha enseñado algunas cosas para controlar la mente y las situaciones.
Lupillo se graduó en la preparatoria, en Estados Unidos, pero desde ahí pura cantada; tiene restaurantes y cuatro hijas.
--ƑTe gustaría que se casaran con un narco?
--Pues... no me gustaría, pero ellas van a tomar su decisión. Yo las voy a llevar hasta donde yo pueda. Ya grande cada quien comete sus propios errores. También de los narcos se aprende. Hay frases inteligentes, la verdad: el verde es vida, lo cual es la verdad; el dinero es verde, el dólar es verde. Por el dólar pasan muchas cosas. Yo salí de la pobreza más baja. Sé lo que es ganarse un peso. Antes de que fuera famoso había hombres y mujeres a los que les caía gordo; ahora es diferente, todo.
Viajamos en su Suburban en la carretera de Tijuana a Mexicali, donde cantaría la noche del 6 de junio, entre otros su más reciente éxito: El Moreño (Sony Music). El paisaje, de ensueño, montañas pulverizadas, y cuadros naturales donde enormes piedras se acumulan como en canasta para huevos. "Me gusta manejar, andar en la troca; volar, no", comenta Lupillo mientras bebe agua de coco, cerca de un retén militar, a diez kilómetros de la por estos días caliente Mexicali.