DOMINGO 11 DE JUNIO DE 2000

Ť Falleció cuando hablaba por teléfono con Lahoud, el mandatario libanés


Muere el presidente sirio Hafez el Assad; lo sucede su hijo Bashar

Ť Derrame cerebral, la causa, dice su médico Ť Enmiendan la Constitución para facilitar la sucesión

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Damasco, 10 de junio Ť El presidente sirio, Hafez el Assad, de 69 años de edad y quien estuvo al frente del país árabe durante los últimos 30 años, murió este mediodía, ante lo cual el Parlamento se reunió de inmediato y entre lágrimas enmendó la Constitución para reducir la edad mínima que debe tener el jefe de Estado, de 40 a 34 años, para permitir que Bashar el Assad, nacido en 1965, pueda suceder a su padre.

SYRIA-PAG 27-1 El Assad sufría desde hace años problemas cardiacos y diabetes. Un médico libanés que lo atendía, que quiso mantenerse anónimo, afirmó que el mandatario murió por un derrame cerebral, pero la cancillería siria dijo que sufrió un infarto.

El presidente libanés, Emile Lahoud, afirmó que El Assad murió cuando ambos conversaban por teléfono: "Habíamos discutido sobre la situación en general, problemas de la región, de Siria y Líbano, y de su victoria en la batalla de la resistencia y de la liberación del sur (en alusión a la reciente retirada de las fuerzas israelíes y pro israelíes del sur libanés)", señaló Lahoud.

"La última frase que me dijo fue 'nuestro destino es construir un futuro para nuestros hijos que los tranquilice y nuestro deber es dejarles una herencia mejor que la que nosotros tuvimos'. Luego hubo un silencio repentino y la comunicación se cortó..."

El presidente sirio murió en momentos en que se encuentran suspendidas las negociaciones con el gobierno israelí, que comenzaron en diciembre pasado y se frenaron meses después debido a que Damasco exigía, como condición para conversar cualquier acuerdo de paz, la devolución inmediata y total de la meseta de Golán, mientras que Tel Aviv exigía conversaciones como condición para devolver ese territorio, tomado en 1967 cuando El Assad era ministro de Defensa.

Tres años más tarde, el fallecido mandatario encabezaría un incruento golpe de Estado que lo llevó a la presidencia.

El Assad nació en 1930 en una familia campesina alauita, etnia minoritaria siria de origen chiíta, y a los 16 años se unió al partido Baath (Renacimiento), justo cuando Siria lograba su independencia del mandato francés que la gobernaba.

Fue ascendiendo en las filas del partido al tiempo que estudiaba en la academia militar, hasta que llegó a ser el jefe de los servicios de inteligencia de su partido y de las relaciones de Baath con otros países árabes.

En 1966 este partido encabezó un golpe de Estado, bajo las órdenes de su líder, Amin Hafez, para derrocar a la junta militar que gobernaba, y fue nombrado ministro de Defensa.

Para 1970, El Assad se había hecho ya de un entorno de hombres de confianza que lo apoyaron cuando el gobierno sirio se dividió ante la posibilidad de apoyar o no a palestinos que se levantaron en Jordania contra el rey Hussein, pues el secretario gene- ral adjunto del partido y la población civil estaban en favor de hacerlo, mientras que El Assad se oponía.

La incursión de tanque sirios a Jordania fue un fracaso, pues fueron repelidos inmediatamente por las fuerzas jordanas.

El Assad acusó de "aventurerismo" a sus compañeros de partido por la fallida operación, y aunque miembros de Baath trataron de cerrar filas en torno al gobierno, el ministro de Defensa logró hacerse del apoyo popular que le permitió anunciar, el 16 de noviembre, un cambio de gobierno.

Días más tarde, El Assad fue elegido presidente de Siria con 99.2 por ciento de los votos emitidos.

En adelante, El Assad se caracterizó por ser un gobernante autocrático, pero su pueblo lo admiraba por haber logrado la estabilidad de Siria, país de unos 9 millones de habitantes cuya principal actividad económica sigue siendo la agricultura, y aún recuerda con orgullo cómo fue el mismo presidente quien izó la bandera siria en un trozo de la meseta de Golán que su ejército logró recuperar en 1973.

La estabilidad del país conseguida por El Assad se fundó en la represión de varias intentonas golpistas, entre ellas una liderada por su hermano Rifaat, en 1984.

En 1982, también se enfrentó a la amenaza del grupo opositor Hermanos Musulmanes, que se había rebelado en el norte del país. Diez mil personas, prácticamente la totalidad de los combatientes del grupo, murieron en la represión.

Aunque El Assad predicaba la unidad entre todos los pueblos árabes, sus lealtades cambiaban en cada conflicto que se presentaba en la región: en 1982 Israel invadió Líbano, país al que Siria había ingresado en 1975 para imponer una "paz siria"; las fuerzas sirias e israelíes se enfrentaron, entonces, en el territorio libanés en una batalla en la que Damasco resultó el perdedor.

Aunque en años recientes Líbano ha aceptado que Siria se autoproclame como protector del país vecino, este liderazgo hizo que El Assad se ganara numerosos enemigos, sobre todo entre los grupos de palestinos, y esta beligerancia se coronó cuando El Assad expulsó de Siria al ahora presidente palestino, Yasser Arafat, en 1983.

En 1990, el gobierno sirio sorprendió al mundo árabe al enviar a 29 mil de sus soldados para incorporarlos a la coalición en contra de Irak encabezada por Estados Unidos --país del que hasta entonces fue enemigo-- tras la invasión de Kuwait.

Gracias a las nuevas relaciones entre Siria y Estados Unidos, Damasco participó en las conversaciones de paz con Israel auspiciadas por Washington, pero se opuso a la firma de los acuerdos de paz israelí-palestinos de Oslo, de 1993.

Locutores de radio y televisión en Siria y Líbano anunciaron con llanto el fallecimiento de El Assad, ocurrido este mediodía, y transmitieron la sesión parlamentaria en la que se enmendó la Constitución para convertir en el nuevo presidente a Bashar el Assad, y dar así continuidad a la cuasi monarquía del fallecido presidente.

En 10 días más se celebrará el congreso de Baath, en el que el hijo del mandatario, oftalmólogo de profesión y coronel del ejército, iba a recibir mayores responsabilidades para prepararlo para la sucesión.

Desde la muerte --ocurrida en un accidente automovilístico, en 1994-- de Bassel, hijo mayor de El Assad, Bashar fue preparado para ser presidente, y el pasado 31 de marzo la cancillería siria ya había declarado que "ni el presidente El Assad ni su hijo Bashar aceptarían con Israel una paz que no fuera honorable".

También se ha informado con anticipación que Bashar es profundo partidario de las reformas económicas y la modernización en el país árabe.

Aunque el próximo día 25 la Asamblea del Pueblo deberá ratificar el nombramiento de Bashar el Assad como nuevo presidente, corresponsales extranjeros señalaron que en todo el país retratos del mandatario heredero ya habían sido colocados junto a los de su difunto padre, quien será sepultado el martes próximo en su aldea natal de Kardaha, noroeste de Siria.

El parlamento decretó hoy, además, 40 días de luto nacional.