La Jornada lunes 12 de junio de 2000

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

Hoy habrá de tenerse un nuevo indicio de los riesgos que realmente se corren con el agravamiento de las pugnas entre los dos candidatos punteros a la Presidencia. La semana pasada, debido a esos forcejeos, y en especial a las declaraciones de alarma de Francisco Labastida (respecto de los problemas que surgirían en el país si no le gana a Vicente Fox con un margen amplio), el dólar llegó a venderse hasta en 10 pesos con diez centavos.

Ese jueves difícil de la pequeña devaluación de la moneda nacional, el Banco de México vendió, para calmar voracidades especulativas, 50 de los 200 millones de dólares que diariamente ofrece en un ritual previsorio de turbulencias cambiarias. En 1996 fue creado ese mecanismo de subastación pública de dólares, y ha sido usado en 14 ocasiones. En toda su historia, se han vendido de esa manera mil 950 millones de dólares y, antes de este jueves recién pasado, la última ocasión en la que había sido activado fue el 25 de mayo de 1999. En todo ese año, 1999, se vendieron 405 millones de dólares. En el año que corre, apenas van los 50 de la semana pasada. Hoy, a partir de las nueve de la mañana, estarán disponibles, como cada día desde 1996, 200 millones de dólares, por si el llamado "nerviosismo" de los mercados hace subir la demanda por encima de los 10.19 pesos por cada uno de los billetes estadunidenses.

No resulta inexplicable que tales mercados muestren volatilidad. A veinte días de las elecciones hay un enfrentamiento verbal creciente entre Fox y Labastida, y los puntos de conflicto se multiplican. Este fin de semana, el guanajuatense llamó al sinaloense "hombrecillo", y éste, a su vez, redobló su llamado a combatir el fascismo, el derechismo y la intolerancia que le adjudica al foxismo.

Hablar de fascismo en el estadio de los Tecos

El escenario usado por Labastida para enderezar acusaciones de fascismo a gente del partido blanquiazul no dejó de ser verdaderamente irónico: el estadio 3 de Marzo, de Zapopan, propiedad de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la famosa UAG, sede de los tecos, que durante años han sido los depositarios más visibles de la herencia derechista nacional. Labastida habló allí en un escenario de fuerte tufo corporativo. Las secciones locales del magisterio le organizaron un acto de masas que generó de inmediato la reacción de las autoridades panistas encabezadas por el gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, quien llegó al extremo de amenazar a la estructura gubernamental de mando de los maestros (inspectores, supervisores y demás) con "pasarlos a la báscula" a partir de hoy lunes, para evaluar el grado de coacción que habrían ejercido sobre los profesores para obligarlos a ir al acto labastidista. Además, el comité panista estatal difundió anuncios radiofónicos llamando a los profesores a no dejarse llevar como acarreados a esos actos priístas.

La respuesta de los profesores fue justamente la contraria de la buscada por la campaña panista. Mantas, pancartas, declaraciones de profesores de a pie y encuestas mostraron que los maestros fueron mayoritariamente por su voluntad, en un acto que resultó festivo para el candidato priísta a la Presidencia, quien tardó 20 minutos en dar una vuelta a la pista del estadio, acompañado por el encargado de la secretaría general del SNTE, Tomás Vázquez Vigil, y por la lideresa real, Elba Esther Gordillo, jefa del nuevo cacicazgo que se ha impuesto en ese gremio. Como era natural, Labastida se fue, en su discurso, contra todo lo que a su entender es la reacción, la intolerancia, el fascismo de un adversario cuyo nombre no pronunció.

Otro duelo de pendejismo

El gobernador Cárdenas Jiménez (cuyo proceder zigzagueante e ingenuo generó aquellas consignas en las que sus opositores pedían "que regresen los corruptos y se vayan los pendejos"), no sólo se enfrentó directamente con el magisterio de su entidad sino que, además, abrió otro flanco de escándalo al acusar, allí sí pronunciando nombre y apellidos completos, al candidato priísta a senador, Raymundo Gómez Flores, de haberse enriquecido en el sexenio de Salinas. Cárdenas Jiménez había dicho el pasado 9, en un seminario sobre ética en la política y los negocios: "Muchos grandes empresarios nacieron a costillas del erario público, de las relaciones del gobierno, como el candidato a senador aquí del PRI, que nació su gran fortuna a raíz del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y eso es una realidad que nadie oculta y que todos conocemos". Gómez Flores pasó de tener una lavandería industrial (lavandería de a de veras: precisión necesaria a cargo de Astillero) y una empresa de autobuses turísticos, a ser uno de los hombres ricos de México, como principal accionista de la camionera Dina y la industrializadora Minsa, paraestatales que fueron vendidas a particulares durante el gobierno de Salinas, cuyo principal consejero, José Córdoba, es tenido como el gran amigo de Gómez Flores, quien anunció a la prensa que dará una réplica al gobernador Cárdenas: "El martes voy a dar una conferencia de prensa. El martes le vamos a quitar lo pendejo...".

Más dineros misteriosos

No es esa la única historia de dinero pendiente de resolución. En el mismo Zapopan se ha vivido una historia de trajines económicos inexplicables. Regidores priístas de este municipio gobernado por el PAN encontraron, el pasado 7 de abril, al director de Egresos de la comuna, Antonio Gómez Cristóbal, destruyendo recibos de pagos de compensaciones que, en realidad, debería haber entregado a enviados de la Contaduría Mayor de Hacienda que, justo en esos momentos, realizaban una revisión contable por mandato del Congreso estatal. Aún más, en la caja fuerte de la tesorería municipal había 246 mil dólares y 600 mil pesos en efectivo, cuyo origen se ignora hasta la fecha, aunque el presidente municipal, José Ramírez Acuña, y la tesorera, Imelda Pérez Zamora, dijeron que era dinero que se destinaría al pago de un fondo de retiro para funcionarios y para regidores. El martes de la semana recién pasada, aparecieron otros misteriosos dineros: 4.5 millones de pesos en uno de los cajones del escritorio de la tesorera que, por cierto, pidió amablemente al cabildo, el sábado pasado, que le aceptaran su renuncia, cosa que la mayoría panista aprobó en una sesión de nueve horas de la que finalmente se retiraron los regidores del PRI y del PRD, al considerar solapadora la aceptación de la renuncia de la mencionada tesorera, quien no aportó elemento alguno para entender la aparición de dineros sin justificación y la desaparición de recibos y otros comprobantes de altos gastos. Simplemente dijo que era víctima de una campaña de infundios y mentiras, y ya.

Vegetales frescos, otra historia oscura

Una actitud similar han tenido los panistas en general, y la familia Fox en particular, ante los señalamientos hechos en La Jornada, respecto de los rarísimos movimientos de dinero hechos por una empresa abandonada, de utilería, llamada Vegetales Frescos, a través de la cual se recibieron decenas de millones de dólares cuyo uso y destino no están claros.

Esa es una conducta recurrente de los panistas metidos en enredos de dinero. Como muchos de ellos presumen de tenerlo ya en abundancia, o de pertenecer a familias de abolengo, se consideran inmunes a las críticas y creen que es innecesario decir, ante acusaciones firmes, algo más que el ser víctimas de infundios o calumnias.

Las advertencias del New York Times

Vicente Fox, en ese sentido, tiene en sus manos un instrumento amenazante para los intereses del sistema. Si sigue avivando la percepción de que habrá caos en México si no se acepta su triunfo, podría generar descalabros económicos, comenzando por la caída del peso frente al dólar. Ya algunos medios que normalmente son muy bien apreciados por el foxismo, como The New York Times, han adelantado su idea de que la conducta contradictoria del guanajuatense le podría llevar a perder la Presidencia, pero el foxismo considera que cadenas humanas de 12 kilómetros, como la realizada ayer, muestran una fuerza a la que no se le puede sino reconocer el triunfo el ya cercano 2 de julio.

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