LUNES 12 DE JUNIO DE 2000
Ť Es autocomplaciente: José Homero Hernández
Jalapa, una ciudad culta que no ha logrado trascender
Ť Más de cien actividades en el quinto Festival Junio Musical
Angel Vargas, enviado, Jalapa, Ver. Ť Recorrerla permite descubrir su belleza pacífica. Al igual que otras importantes capitales estatales, como Monterrey, Guadalajara, Morelia, Guanajuato y Querétaro, la de Veracruz es concentradora e irradiadora de una importante dinámica cultural. Tradicionalmente se le ha considerado una ciudad culta; incluso, de ella se dice que es la "Atenas veracruzana".
Según el director de Divulgación Artística de la Universidad Veracruzana (UV), Fernando Vilchis, casi 70 por ciento de la población está involucrada en el arte y la cultura. "No necesariamente como hacedores, pero sí como público".
Agrega que gran parte de la animación cultural jalapeña se sustenta en instituciones. De éstas, resalta el rol que desempeña la universidad, tanto por sus carreras de formación artística como por sus 14 grupos de reconocida calidad en el ámbito nacional e internacional -encabezados por la Sinfónica de Xalapa-, así como sus actividades de extensión universitaria.
Fue con la creación del Festival Junio Musical, en 1996, como la UV cristalizó su intención de fortalecer "la identidad de Jalapa como centro cultural de gran importancia en el país", al ir inscribiendo en sus memorias acontecimientos de trascendencia nacional.
Si bien durante las primeras tres versiones del festival el peso recayó sólo sobre la Sinfónica de Xalapa, a partir de la cuarta se diversificó el panorama; así, a lo musical se sumaron otras expresiones, como la artes plásticas, la danza y el teatro. Ese espíritu es palpable en la quinta versión, que se realiza desde el pasado 23 de mayo y culminará el 30 de junio, acumulando más de un centenar de actividades.
La intención es incrementar el prestigio de Junio Musical, aunque no se pretende convertirlo en algo similar al Cervantino, señala Vilchis. La naturaleza entre ambos festivales es distinta, pues mientras el primero se realiza con recursos artísticos que están al alcance de la UV, el segundo tiene que hacer una gran inversión para llevar espectáculos a Guanajuato.
Los alcances logrados por el festival en sus cuatro años de existencia pueden percibirse en la serie de actividades paralelas que se han anexado a él. Entre las más importantes está el encuentro Junio: Mes de la Fotografía, organizado por el grupo Fotoapertura y cuya novena versión se incorporó al quinto Junio Musical -el año pasado ocurrió una fusión igual-, con cerca de 20 exposiciones y una serie de conferencias.
Pero eso no es todo, pues la Universidad Veracruzana planea que su primera feria internacional del libro universitario se realice en el contexto de la próxima versión del festival musical, según adelanta el director Editorial y de Publicaciones, el poeta José Luis Rivas.
Fuera de lo institucional que representa la UV, la dinámica cultural en Jalapa resulta menos idílica. "Una de las peculiaridades de la ciudad es que, a pesar de contar con una población culta y de que es cosmopolita, hay cierta indiferencia hacia el arte y la cultura", apunta el poeta y ensayista José Homero Hernández Alvarado, quien atribuye lo anterior a los altos costos de los espectáculos, a una inadecuada difusión o "al escepticismo o el desdén que el propio jalapeño siente por el trabajo de sus artistas, escritores e intelectuales".
Agrega el también periodista y promotor cultural que la hegemonía que mantiene la UV sobre las actividades culturales y artísticas dificulta, e incluso obstaculiza, el desarrollo de los jóvenes creadores y grupos independientes.
En el campo artístico, casi cerrado el ingreso a los dominios de la UV
"Jalapa es una ciudad, paradójicamente, de jóvenes, en el sentido que depende de la vida estudiantil para su subsistencia y economía, pero al mismo tiempo, artísticamente, es una ciudad de viejos. Esto, por la gran presencia que tiene la universidad. Al cubrir todos los aspectos y proveer la subsistencia de la mayoría de los artistas y los intelectuales, la universidad de alguna manera corroe y al mismo tiempo impide que entren nuevas personas dentro de sus dominios; los jóvenes tienen poca manera de incidir o repercutir dentro de la vida y los patrones culturales", señala.
"Aquí hay una gran movimiento de arte o de cultura independientes, y lo hay precisamente porque las instituciones son muy cerradas. Los jóvenes tienen muy poca manera de incidir en los movimientos, la mayoría emigra. Aquí no hay cómo subsistir del arte si no es entrando en una institución. Hay muchos espacios; el que quiera exponer o tocar, puede hacerlo. El problema es que no hay dinero. Lo económico afecta mucho".
Director del periódico cultural Performance y autor del libro Vista envés de un cuerpo (Editorial UV), José Homero asume que la veracruzana es una de las capitales -de estados- más completas en términos culturales, al tener una homegeneidad en todas sus expresiones artísticas. Pero también es "ciudad muy autocomplaciente, ombliguista, porque gran parte de los creadores se siente a gusto; ya no les interesa salir y nadie se entera de lo que se está haciendo; eso sucede en todos los ámbitos. Indudablemente es una ciudad muy culta, con muchas expresiones, pero que no ha logrado trascender".