* Su reacción es la de quien sabe que ya perdió, indica


Fox acusa a Zedillo de pretender efectuar una elección de Estado

* Bravo Mena afirma que el Presidente mancha el proceso electoral

Juan Manuel Venegas y Enrique Méndez, enviado * En la euforia, sabedores ųellos mismos lo dijeronų de que nunca antes habían movilizado a "tanta gente" en la ciudad de México, los dirigentes panistas y su candidato presidencial se lanzaron ayer contra el presidente Ernesto Zedillo, lo descalificaron como jefe de Estado y le achacaron "absoluta falta de calidad moral" al ponerse a la cabeza de la cargada oficial a favor de Francisco Labastida.

Había concluido la marcha foxista por Insurgentes. En el éxtasis, Vicente Fox hablaba de que "por lo menos 100 mil personas" lo acompañaron en su recorrido. Entre 15 mil y 20 mil eran los que estaban en el Angel de la Independencia y, ante ellos, fue el líder de Acción Nacional, Luis Felipe Bravo Mena, quien dio la nota; lo siguió, por supuesto, el candidato, y lo reforzó su nuevo aliado, el ex priísta y ex perredista Porfirio Muñoz Ledo.

Los tres, en distinto momento, a su manera, acusaron a Zedillo de pretender llevar a cabo una "elección de Estado" y de permitir una "operación de corte fascista" para difamar al candidato presidencial de la Alianza por el Cambio.

Abrió fuego Bravo Mena: "la dictadura de 70 años del priato está llegando a su fin. Su reacción ante el movimiento cívico-popular que encabeza Vicente Fox es la reacción de quien sabe que ya perdió la elección".

En la "plenitud del cinismo", agregó, tratan ahora de obstaculizar a toda costa el avance de la Alianza por el Cambio valiéndose de "la coacción, la presión y la violencia sobre los más débiles; la presión y las amenazas directas sobre los empleados públicos, y la difamación a gran escala que sólo se ha visto en los regímenes fascistas".

Y arremetió contra Zedillo: "se ha autodescalificado como jefe de Estado; como tal, ha perdido toda autoridad moral y no es ninguna garantía de imparcialidad y estabilidad. Su proceder mancha y enturbia el proceso electoral".

Fox Quesada, por su parte, secundó al dirigente de su partido. Advirtió que no permitirá que la Presidencia de la República le arrebate "el triunfo" y exigió a Zedillo y a Labastida, "a nombre de todos los mexicanos", actuar responsablemente "y no llevarse el país entre las patas".

Para el candidato presidencial de la Alianza por el Cambio "este arroz ya se coció" y Zedillo debe mostrar voluntad democrática para aceptar la derrota del PRI el 2 de julio y entregarle el poder el primero de diciembre.

Muñoz Ledo ųpor lo menos raro resulta escuchar a la fresa muchachada del panismo corear "šPorfis, Porfis, Porfis!"ų aseveró en su oportunidad que Zedillo es el principal responsable de los ataques contra Fox y acusó al jefe del Ejecutivo de "querer repetir la experiencia de 1994, una elección del miedo, y por eso están manipulando el peso, para hacerse los indispensables".

En ese sentido llamó a "los mexicanos libres" a redoblar esfuerzos y a "desatar la operación cero tolerancia electoral contra el PRI, para impedirle la compra del voto". Los miles de panistas respaldaron los encendidos discursos de sus nuevos iconos.

Sí, porque ayer no hubo un solo panista ni de ayer ni de ahora, que dejara pasar la oportunidad de encumbrar a su Vicente y mandar al cajón de los recuerdos lo hecho por Manuel Clouthier y Diego Fernández de Cevallos. La caravana ciudadana de Insurgentes de este domingo ųdecía entusiasmado Luis H. Alvarezų superó "con mucho" la toma de Insurgentes que hace 12 años encabezó Maquío. Y de Diego, bueno en estos trotes, ni quien se acuerde.

Por cierto, entre los olvidados de ayer debería incluirse al candidato a la jefatura de Gobierno capitalina, Santiago Creel, a quien, de plano, ni los propios panistas vitorean. O le pesa demasiado la figura de Fox o ni siquiera despierta interés entre la grey blanquiazul, pero el caso es que los gritos, las porras, las arengas son con y para el guanajuatense. Fue notorio, incluso, que ni Bravo Mena lo mencionara en su discurso.

En la caravana de Insurgentes y en el perímetro de la columna de la Independencia, Fox avanza siempre rodeado por decenas de jóvenes camisas guinda que últimamente en todos los mítines vienen apareciendo para impedir que los reporteros ųsobre todoų se acerquen al candidato. Ayer, a patadas bloquearon al de Televisa y retaron a golpes a quienes intercedieron para calmarlos.

Se están volviendo una amenaza y hasta Bravo Mena sufrió los empellones y maltratos con que estos sujetos acostumbran hacer su trabajo.

En el corral del hombrecillo...

Fox Quesada se trasladó por la noche a Los Mochis, Sinaloa, donde aseguró que llegaba a "ganarle en su propio corral" los votos a Labastida, a quien insistió en calificar como "el hombrecillo" que se "limaba las uñas en su oficina de la Secretaría de Agricultura, mientras en Los Mochis y Guanajuato trabajábamos cuidando vacas y sembrando la tierra".

Siguiendo con su estilo, pidió a los sinaloenses no creer que por el hecho de que Labastida sea de aquí van a mejorar su nivel de vida. "Esa promesa del hombrecillo, šque se la crea su abuela!".

Por otra parte, el equipo de prensa foxista informó que la noche del sábado en el lugar del mitin hubo una balacera protagonizada por agentes judiciales, y amenazas de que durante la reunión de esta noche con Fox habría "huevazos y lanzarían piedras".

Más tarde se distribuyó la copia de una denuncia de hechos por amenazas en la que se asienta que los disparos fueron efectuados por el agente de la PGR Joaquín Beltrán y el agente del Ministerio Público Julio César Revelo, quienes de acuerdo con el mismo documento eran acompañados por dos mujeres que dijeron trabajar en la casa de citas La Manuela.