LUNES 12 DE JUNIO DE 2000

* Exige fin a discriminación de mexicanos


Rivera: dolorosa y vergonzosa, la muerte de migrantes en el Bravo

* Este país y EU, sin conciencia sobre derechos humanos, dice

José Antonio Román * La muerte de los dos migrantes mexicanos en las aguas del río Bravo deben llenar de "dolor" y de "vergüenza" a México y a Estados Unidos, pues en estos hechos se refleja una falta de conciencia de lo que son los derechos humanos, afirmó el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera.

Dijo que en estos derechos que tiene todo ser humano está uno fundamental, el de contar con un trabajo digno y bien remunerado, que a veces, resultado de la economía de un país, éste se busca más allá de sus fronteras, pero aún en estas condiciones el derecho se mantiene intacto.

Entrevistado al término de su acostumbrada misa dominical en la Catedral, el cardenal Rivera se pronunció también porque la discriminación que sufren nuestros compatriotas en territorio estadunidense concluya, pues resulta incongruente que mientras por un lado se diga que hay una buena relación diplomática entre ambos países, por el otro se registren acontecimientos como el de hace unos días en el río Bravo, donde continuamente mueren mexicanos en su intento por llegar a los Estados Unidos con la ilusión de poder trabajar.

Rivera Carrera subrayó que el fenómeno de la migración, y todos los problemas que esto conlleva, están en la preocupación de la Iglesia, prueba de ello es que continuamente los obispos de ambos lados de la frontera se reúnen para analizar la situación y trabajar en programas conjuntos, como la instalación de casas de migrantes y la atención pastoral de estas personas que se ven obligados a abandonar tierras y familia.

Durante la misa, en la que se celebró la fiesta de Pentecostés y el envío de 31 misioneros y misioneras de la arquidiócesis de México a varias partes del mundo, el arzobispo destacó el carácter esencialmente misionero que tiene la Iglesia, en su tarea de evangelización. Dijo que la fiesta de Pentecostés es esencial en el calendario católico, porque recuerda la acción del Espíritu Santo en los hombres y en la Iglesia misma.

En su homilía se refirió a las divisiones en la Iglesia actual, y aunque no mencionó de qué tipo, dijo que esta falta de unidad necesita la irrupción del Espíritu Santo. ''Sólo si hablamos todos los cristianos el mismo lenguaje del amor nos entenderemos, a pesar de las diferencias accidentales que siempre deben existir. Sólo si nos dejamos mover por el viento del amor cristiano pasaremos por la tierra haciendo el bien como Jesús''.