LUNES 12 DE JUNIO DE 2000

Ť Líderes del PNV, parte del problema, dice Aznar


ETA se responsabiliza de las muertes de Pedrosa y López de la Calle

Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 11 de junio Ť La organización armada vasca ETA reivindicó hoy en un comunicado publicado en el diario vasco Gara, los asesinatos del concejal conservador Jesús María Pedrosa, justo hace una semana en Durango, y el del columnista José Luis López de Lacalle, el pasado 7 de mayo en Andoain.

ETA recalcó que López de Lacalle, junto con otros fundandores del Foro de Ermua, creado tras el asesinato, en 1997, del concejal conservador Miguel Angel Blanco, abogó por la opresión en Euskal Herria y el estancamiento del conflicto, incluso cuando ETA mantuvo de forma unilateral la suspensión de las acciones, y "extendió su odio y su veneno bajo la protección de las fuerzas armadas de ocupación que nos oprimen".

También se atribuyó la autoría del bombazo en una patrulla de la Guardia Civil en Intxaurrondo, el 6 de marzo, y en el que salvaron la vida los dos agentes gracias al blindaje del vehículo, pero siete personas quedaron heridas, además del asesinato de Pedrosa. ETA se adjudicó también el envío de un paquete bomba al periodista de Radio Televisión Española, Carlos Herrera, detectado y desactivado por la policía.

Por otro lado, el presidente del gobierno español, José María Aznar, en declaraciones al diario catalán La Vanguardia, aseguró que el moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV en el gobierno regional vasco), "no es parte de la solución y sus dirigentes se han convertido en una parte grave del problema". El vocero del partido, Joseba Egibar, respondió que Madrid, con sus recientes ataques y exigencias de que se celebren elecciones anticipadas en el País Vasco, pretende "polarizar entre nosotros una paranoia colectiva".

Aznar reiteró que la cúpula del PNV "ha pactado con los terroristas", e insistió en las elecciones anticipadas, en las que, según trascendidos, el candidato a presidente regional vasco por el gobernante Partido Popular, sería el ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja.

Aznar reiteró su exigencia de que sea disuelto el Pacto de Lizarra, al que describió como "una expresión incompatible moral y políticamente con la democracia", y tras considerar que es imposible que ETA decrete una nueva tregua, afirmó que es necesario "combatir el terrorismo con todos los medios del estado de derecho. No hay otra posibilidad y no hay otra salida".