LUNES 12 DE JUNIO DE 2000
* Se intensifican los patrullajes aéreos y terrestres en La Realidad
Temen intervención militar en la Lacandona
* Inquietud entre comunidades asentadas en la reserva de Montes Azules por un eventual desalojo
Hermann Bellinghausen, enviado, selva Lacandona, Chis., 11 de junio * La presencia de la Policía Federal Preventiva (PFP) y el recrudecimiento de la presión militar por aire y tierra mantiene en alarma a muchísimas comunidades de los municipios autónomos Emiliano Zapata, Libertad de los Pueblos Mayas, San Pedro Michoacán, Ricardo Flores Magón y Tierra y Libertad. En particular las poblaciones en resistencia dentro de Montes Azules, o en sus inmediaciones, viven una situación muy cercana a la zozobra.
Mientras la PFP instaló ųen mayoų un campamento en el ejido Ojo de Agua, por el lado de Ocosingo, cerca de Palenque, la comunidad Candelaria, a escasos kilómetros de Amador Hernández, está por convertirse en otro campamento de la PFP; por lo pronto es "base de vigilancia de Semarnap", para preparar el desalojo de varias comunidades.
Los patrullajes terrestres y aéreos sobre los Aguascalientes de La Realidad, La Garrucha y Roberto Barrios, todos en la selva Lacandona, son intensos y suceden a cualquier hora y de cualquier manera. El 9 de junio, un helicóptero de desembarco sobrevoló a muy baja altura La Realidad; la gente creyó que aterrizaría.
Desde el primero de mayo, la PFP se instaló entre Ojo de Agua y Flor de Cacao. Durante más de un mes los agentes han amenazado con el desalojo a estas dos poblaciones, así como Nuevo Tila, Nuevo Tumbalá, Nuevo Jerusalén, Nuevo Progreso, Francisco León, El Chorro, Jerusalén Segunda Sección y Nuevo Libertad.
La Red de Defensores Comunitarios por los Derechos Humanos, desde Río Chancalá, municipio de Palenque, informa que la PFP asegura a los indígenas que "el desalojo se va a hacer" en cualquier momento.
Las autoridades del municipio autónomo Ricardo Flores Magón temen violencia y desalojo desde Taniperla, El Censo y Palestina, por parte de la PFP, la Policía Judicial, el Ejército federal y los paramilitares de MIRA. Son más de 20 las comunidades amenazadas de distintas maneras. Unas, a causa del petróleo; otras, a causa del galimatías de resoluciones presidenciales, manipulaciones municipales y negocios ocultos que nublan la situación de Montes Azules. Y todas por la militarización.
Por otro lado, miles de campesinos de la selva Lacandona, en particular de las cañadas, temen que las excesivas lluvias que caen incensantes estos días echen a perder las milpas. Ya muchos hablan de que "viene el hambre".
De un extremo al otro de la reserva de la biosfera de Montes Azules, de Palenque a Las Margaritas, pasando por Ocosingo y Trinitaria, las señales ominosas se suceden y las voces de alarma de las comunidades hacen lo posible por ser escuchadas. A 20 días de las elecciones federales hay una creciente tensión militar y policiaca en la selva Lacandona.
Las policías y otras instancias gubernamentales insisten en amenazar con el desalojo a las comunidades zapatistas y de ARIC Independiente asentadas den-tro de la dichosa reserva.
Un representante de Amador Hernández dice hoy concluyente: "Los pueblos piensan que ya es el desalojo de los Montes Azules", y relata que desde el 8 de junio un helicóptero de la Policía Judicial, "color azul y blanco, ha sobrevolado los pueblos del Valle de Amador, a baja altura y de manera amenazante. El artefacto, que vuela a menos de 50 metros de altura, da dos y tres vueltas sobre Guanal, Plan de Guadalupe, Pichucalco y Amador Hernández, amagando con aterrizar".
Antes, el día 7, llegaron a Guanal y Plan de Guadalupe dos extraños que pasaron a pie tomando fotografías. Los guiaba un hombre armado que hablaba tzeltal. En su camino a Calvario, los dos mestizos se mostraban "muy observadores, inquietos, haciendo muchas preguntas", pero sólo en castellano.
Las apariciones de extraños se suceden. El 9 de junio, en la pequeña población de Nuevo Altamirano, en la sierra Mono Blanco, entre Amador y San Quintín, se dejaron ver hombres "vestidos de soldados" haciéndose pasar por carpinteros. Armados con pistolas, cargaban grandes mochilas; llevaban el pelo muy corto o rapados y paliacates verdes en la cabeza.
Dos de ellos ya habían sido vistos por los campesinos, a mediados de mayo vistiendo camisa café claro y pantalón negro "de seis bolsas, como los que usa el EZLN, pero no eran verdaderos insurgentes, se querían disfrazar", refiere también el vocero de Amador Hernández.
Coincidentemente, el municipio autónomo Libertad de los Pueblos Mayas denunció que el 4 de junio llegaron a San Francisco tres extraños con aspecto militar. Los guiaban dos miembros del nuevo municipio alborista Maravilla Tenejapa. Su presencia alarmó a la población. "Tardaron como diez minutos repitiendo 'que tienen que salir, que tienen que salir y que tienen que salir', insistiendo que 'tienen que salir'. Y que si no, los de San Francisco tienen que entendérselas con el próximo gobierno. Que mejor a la buena, porque si no será a la mala".
A esta comunidad, también dentro de Montes Azules, ya antes llegaron en helicópteros agentes de la PFP y la PGR para amenazarlos con el desalojo.
Por otra parte, según información de la ARIC Independiente, el pueblo de Candelaria "ya es base de vigilancia de Semarnap". Y señala que todo está preparado para que se convierta en base de operaciones de la PFP y desde ahí desalojar los pueblos San Salvador, San Gregorio, Israel, El Corozal, San Antonio Miramar y Buen Samaritano.
Los ariqueros están preocupados porque la gente de Candelaria "está denunciando a sus propios compañeros de que son los que destruyen y saquean la montaña, para dar pretexto de que los expulsen". Al parecer, los ex ariqueros de Candelaria ya pactaron con Semarnap tierras a cambio del "servicio" de acusar en falso a los demás pueblos.
Candelaria sería el primer pueblo abandonado por sus pobladores y convertido en base de la PFP con casas, tierras de cultivo... y pista de aterrizaje.
Por su parte, los ejidatarios de Ojo de Agua, invadidos ya por la PFP, aseguran que el ejido tiene 16 años de existir, pues fue deslindado el 15 de enero de 1984. El documento de deslinde fue entregado por el ingeniero Héctor Villarreal, representante del gobierno en aquel entonces. Pocos días antes, el 10 de enero, Ojo de Agua había suscrito un convenio con el delegado Luis J. Garza Torres y el comisariado de bienes ejidales de la comunidad lacandona, Juan Chambor Yuc.
No obstante, los agentes de la PFP les advierten que podrían desalojar a los ejidatarios en cualquier momento.