MARTES 13 DE JUNIO DE 2000

Ť Los empresarios no aceptarán que se frenen avances, indica Claudio X. González


Promete Zedillo que no habrá retroceso sexenal

Ť El país está en mejores condiciones para superar los rezagos sociales, afirma Ť Hay confianza de inversionistas en el futuro

Jesús Aranda Ť El presidente Ernesto Zedillo se comprometió ayer ante la cúpula empresarial del país a que "no habrá un retroceso sexenal que frustre nuevamente el esfuerzo y la esperanza de los mexicanos", y agregó que "lo más importante" de contar con una economía sólida y en crecimiento es que el país está en mejores condiciones para superar los rezagos sociales existentes.

Al participar ayer en la clausura de la 20 Asamblea General Ordinaria del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en la que tomó posesión como dirigente de ese organismo Claudio X. González, el Presidente destacó los logros económicos de su administración y puso como ejemplo su reciente visita oficial a Estados Unidos, "en donde encontré plena confianza en México y su porvenir, y encontré satisfacción por tener en nuestro país a un buen vecino y a un socio cada vez más fuerte".

A diferencia de hace pocos años, agregó, ahora encontramos puertas abiertas en los mercados financieros internacionales, nuestra deuda pública es razonable y manejable, y no tenemos problemas de vencimientos de nuestras obligaciones externas a corto plazo para éste ni para los próximos años, lo cual "es muy alentador", sobre todo si se toma en cuenta que este fortalecimiento de la economía nacional se da cuando la inflación del país está a la baja.

santillan-zedillo-cce-jpg Este México fortalecido, dijo el presidente Zedillo, se apoya en la confianza que tenemos los mexicanos en nuestras propias capacidades y la confianza que siguen manifestando los inversionistas mexicanos y extranjeros.

Durante su exposición, en la que estuvieron también funcionarios de su gabinete, el mandatario se refirió al decálogo de demandas y exigencias de la iniciativa privada, presentado por el flamante dirigente empresarial en su primer discurso como tal: "Celebro que en esta misma sesión Claudio X. González haya expuesto con gran lucidez una agenda para continuar las reformas en nuestro país, agenda que yo encuentro de gran pertinencia".

El jefe del Ejecutivo destacó también el enorme esfuerzo de todos los mexicanos para lograr la actual fortaleza económica de México y para que estemos en condiciones de crecer como país y continuar avanzando hacia la prosperidad y la justicia social.

Más adelante ofreció cifras para respaldar los logros de su administración: la inflación en el mes de mayo fue de 0.37 por ciento, la más baja para ese mes desde 1972; este año México exportará mercancías por 155 mil millones de dólares, casi el triple que hace seis años; la próxima firma de otro acuerdo comercial de libre comercio, esta vez con El Salvador, Guatemala y Honduras; la entrada en vigor en julio de los tratados comerciales con la Unión Europea e Israel.

En suma, el presidente Zedillo insistió en que "este conjunto de condiciones dota a nuestra economía de una nueva solidez que nos permite afirmar con muy buenas razones que no habrá un retroceso sexenal que frustre nuevamente el esfuerzo y la esperanza de los mexicanos".

Ť En un ambiente de desunión, asume la dirección del CCE

David Zúñiga Ť Claudio Xavier González Laporte emprendió ayer la tarea que Jorge Marín Santillán no pudo cumplir en el año que estuvo al frente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE): unir a los organismos que forman la cúpula del sector privado, cuyas diferencias llevaron a la separación de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) y a la permanencia virtualmente condicionada de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Al tomar posesión ayer, lamentó "profundamente" la ausencia de la Concanaco, pero confió en que "en poco tiempo" se reincorpore a la cúpula empresarial. Apenas el viernes se reunió con José Yamil Hallal Zepeda, líder de los comerciantes, quien ha insistido en que no volverá al CCE hasta que se modifiquen su estructura y sus esquemas de representación.

El dirigente elogió al gobierno de Ernesto Zedillo, a quien llamó "verdadero estadista" con "gran liderazgo y visión de futuro", poseedor de una "ejemplar honestidad" y que evita "popularidades efímeras". Asimismo destacó el papel que han desempeñado los organismos empresariales para transformar la política económica en los últimos 15 años y advirtió que los hombres de negocios no aceptarán retroceso alguno, pues "no anhelan el paternalismo, los subsidios, los tratamientos preferenciales", a lo que llamó "la parafernalia de la economía cerrada"

Acto seguido, González expuso los diez puntos de su plan de trabajo: exigir "el imperio de la ley en todos los ámbitos de la vida nacional", pues "la inseguridad jurídica es el peor enemigo del progreso material"; consolidar la estabilidad macroeconómica, lo que implica, entre otras medidas, erradicar la inflación; una reforma fiscal que amplíe la base gravable para que "todos" paguen impuestos; una reforma regulatoria que reduzca el número y costo de los trámites que realicen las empresas. Al respecto, señaló que el sistema regulatorio debe aplicarse "por excepción, no por regla".

El quinto punto es la reforma laboral; aseguró que no tienen fundamento quienes afirman que el sector privado sólo busca pagar menos a los empleados. La finalidad, afirmó, es que los empresarios puedan ajustar sus plantas de trabajadores a las necesidades de producción para evitar que los cambios en las condiciones del mercado los hagan quebrar.

De la misma forma, continuó, el sector privado debe tener una participación cada vez mayor en el sector educativo y en la capacitación de los trabajadores; asimismo pugnará por que el sistema educativo incluya "la formación de valores éticos y morales sólidos" y "la defensa de la familia", entre otros principios.

La iniciativa privada también buscará ampliar su participación en la creación de infraestructura básica, mediante proyectos que combinen rentabilidad y servicio competitivo. De la misma forma, insistirá en la apertura del sector energético (petróleo, petroquímica y electricidad).

El noveno punto consistirá en abaratar el costo del capital para hacerlo accesible a las empresas, especialmente para las de menor tamaño, y el décimo es la consolidación de la democracia en México, con respeto al voto e instituciones electorales confiables.