MIERCOLES 14 DE JUNIO DE 2000
Ť Buscan combatir problemas ecológicos comunes
EU, México y Canadá acuerdan atender la intoxicación por plomo
Ť Comité mexicano advierte sobre el creciente uso de transgénicos
Matilde Pérez U. Ť El Consejo de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) se comprometió ayer en Dallas, Texas, a centrar su atención en el envenenamiento por plomo (caso de Met Mex Peñoles, en Torreón) y por la exposición a otras sustancias tóxicas; formar una red de áreas protegidas marítimas; fortalecer las estrategias para la conservación de la biodiversidad en América del Norte, y crear un nicho de mercado para el café orgánico.
Al concluir la séptima sesión ordinaria de la CCA -el acuerdo paralelo ambiental del Tratado de Libre Comercio-, los ministros de Ecología de Canadá, David Anderson; Estados Unidos, Carol Browner, y México, Julia Carabias, afirmaron que seguirán "alentando el intercambio continuo con los funcionarios de comercio" para impulsar el uso del etiquetado ecológico, la certificación y el reconocimiento mutuo para apoyar los objetivos ambientales, económicos y sociales.
Antes de la clausura de la reunión, Ernesto Ladrón de Guevara, del Comité Consultivo Mexicano -integrante del Comité Consultivo Público Conjunto de la CCA-, llamó la atención de los ministros en torno al uso de los transgénicos. "Los productores rurales de 52 países queremos sensibilizarlos sobre el incremento de la superficie sembrada con productos transgénicos en el mundo en los últimos seis años. El año pasado, la superficie fue de 39 millones de hectáreas, sin la debida regulación internacional para evitar posibles efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente".
Norteamérica -puntualizó- es la región donde más se siembran productos transgénicos, pues más de 70 por ciento de la superficie mundial con esos productos se encuentra en Estados Unidos, Canadá y México, el cual importa 4 millones de toneladas anuales de granos transgénicos sin identificar y los utiliza como materia prima para infinidad de alimentos procesados.
Explicó que debido a que la Unión Europea impuso el etiquetado y la moratoria de producción de transgénicos, y que las grandes compañías comercializadoras adoptaron la norma de separación, los agricultores estadunidenses se dieron cuenta de que los cultivos transgénicos ya no tenían ventajas, por lo que redujeron en 25 por ciento la superficie destinada a esos cultivos. Por ello, la semilla para sembrar seis millones de hectáreas se quedó en manos de las compañías que las producen y que ahora buscan un mercado. "Estamos frente a un evidente problema comercial con importantes efectos en el ambiente", advirtió Ladrón de Guevara a los ministros.
Comentó que en México, esas compañías buscan solución a ese conflicto mediante asociaciones como es el caso de Dupont, Novartis, Monsanto y Savia, firmas que constituyeron la empresa Agro Bio para promover sus transgénicos y además la Secretaría de Agricultura acordó darles un subsidio de 90 por ciento de los costos de regalías y semillas para algodón, soya, canola, ajonjolí y cártamo.
La situación es preocupante, incluso "ustedes -recordó- , en la pasada reunión, incorporaron la recomendación para que se atendiera lo relativo a los transgénicos y sus riesgos para la alimentación, la agricultura, la salud y la riqueza biológica, sin que a la fecha se refleje actividad alguna en el programa trianual o en las estrategias de la CCA".
Ladrón de Guevara propuso la elaboración de un estudio del estado de los productos transgénicos en Norteamérica, evitar el movimiento transfronterizo del gen terminator (que ya tiene siete patentes en Estados Unidos) y preparar un taller trinacional para el análisis de los efectos por el uso de esos productos. "No proponemos nada que contravenga el marco legal ni la posición diplomática de los países del TLC, ni que se interfieran los flujos comerciales; las sugerencias corresponden al contenido de la recomendación emitida por ustedes en la sexta conferencia y corresponde a los objetivos de protección del ambiente del Acuerdo de Cooperación Ambiental", aclaró a los ministros de Ambiente.
Otros de los acuerdos en la CCA fueron: atender de manera especial a 17 especies de mamíferos y aves amenazadas que son de preocupación común; formular iniciativas de conservación del hábitat y establecer equipos internacionales de conservación; elaborar mapas de los ecosistemas marinos, y mantener las aportaciones por un total de 9 millones de dólares en apoyo a la organización.