JUEVES 15 DE JUNIO DE 2000
* Velada en el Salón 21
En la celebración de Amores perros, pasarela y pavoneo
Jorge Caballero * La velada por el estreno de la película Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, devino pasarela para el pavoneo de las pop rock stars en el Salón 21.
Estaban todos: Saulito Hernández, Control Machete, Willy Damage, la mitad de Plastilina Mosh, el señor González, algunos de los Molotov, Café Tacuba, Bersuit, Cecilia Toussaint y su esposo Alfonso André, Chuleta Venegas sin Alvaro, Gustavo Papi Santaolalla, los locutores de la estación Radioactivo y Chava Rock.
En el enorme balcón del inmueble estaba la high class de acceso restringido. Ahí se pudo ver a Edith González con un vestido ajirafado de coctel, con las piernas desnudas; Damián Alcázar, Pedro Armendáriz, Arcelia Ramírez, šhorror! uno de los Bichir y el cineasta Alfonso Cuarón, que comentó: "Amores perros no es una buena película mexicana, es una excelente película mundial. Es una película poca madre. Cuando la vi sentí pelos".
La celebración comenzó cerca de la media noche. Algunos llegaron vistiendo sus mejores galas y otros de manera informal. La pista se abrió con un ballet de ocho chicos que simulaban a tres perras flirteadas por cinco perros con los torsos desnudos, pintados de rojo y negro. Luego siguió el grupo Fiebre, que interpretó el tema principal de la película y la canción de los créditos, Lucha de gigantes. Siguió la imagen indefensa de Chuletita Venegas, quien hizo las delicias con su tema Amores perros y otras rolitas.
Cuando terminó la cena, las mesas que rodeaban la pista quedaron semi- vacías. Los asistentes que había en esa zona se veían acartonados, pero la parte de enfrente de la barra se volvió una romería. Ahí se dio la gran celebración.
Salió a escena Espuela de Oro, 20 músicos vistiendo trajes verdes esmeralda con vivos dorados, interpretando sus covers roqueros en versión rascuache. Todos los pop-rock stars bebían moderadamente rones, cervezas, tequila mezclada con toronja y rones. Movían tímidamente sus extremidades, como queriendo bailar al ritmo de la banda nacona, pero no se animaron para no perder la postura.
Espuela ya va en la quinta rola. A un trompetista lo desvistieron hasta dejarlo en boxers. La pista estaba llena. Una rubia hechiza vestida de vinilo rosa estaba fajando con un chico con tetas en la pista.
Enfrente de la barra seguía el festejo. González Iñárritu se veía complacido, todo mundo lo abrazaba. Muchas chicas se volvían loquitas cuando veían a Saúl Hernández. El presenta a su acompañante extranjera, André saca un cigarro Raleigh, Meme platica con Santaolalla, Nrü intercambia palabras con una chiquita, todos con tragos en mano. Algunos periodistas fans se toman fotos con los roqueros. Al final Erich Martino mezclaba punchis-punchis; ya son casi las cuatro de la mañana. Todavía hay ambiente. Sólo el flash de la cámara de Chava Rock inmortaliza el momento.