JUEVES 15 DE JUNIO DE 2000
* En América Latina sigue reinando la impunidad, denuncia en Londres
Hay represión en casi dos tercios de todos los países del mundo: AI
* Documenta el ente humanitario en su informe anual ejecuciones sumarias en al menos 38 naciones
Londres, 14 de junio * Amnistía Internacional (AI) instó hoy a la comunidad internacional a prevenir las violaciones a los derechos humanos, las cuales se registran no sólo en zonas de conflictos sino en casi dos tercios de todos los países del mundo, incluyendo Estados Unidos y Japón, mientras que en América Latina sigue "reinando" la impunidad.
En su último informe anual, divulgado hoy en Londres, el organismo humanitario no gubernamental documenta ejecuciones sumarias en al menos 38 naciones, la detención de prisioneros de conciencia en 61, torturas en 132 y desapariciones en 37.
"Ninguna de las tragedias de estos últimos años era imprevisible, todas podrían haber sido evitadas. Todo el mundo pudo observar los signos precursores de las grandes crisis que sacudieron a Burundi, Chechenia, Timor Oriental y Kosovo", dijo.
Pero el sufrimiento en 1999 no estuvo sólo confinado a esas regiones, ya que países como Japón, Francia y Suiza fueron criticados por denuncias de brutalidad policial, mientras Israel fue condenado por continuar la práctica de demoler casas de palestinos, China por reprimir a la secta Falun Gong y Pakistán por no investigar las versiones de que cientos de mujeres y niñas fueron asesinadas en "matanzas para limpiar el honor".
Además, AI denunció que si bien en el ámbito internacional continuaron los esfuerzos por procesar a los autores de violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado, especialmente con el caso del ex dictador chileno Augusto Pinochet, "la impunidad siguió reinando en la mayoría de los países del continente americano".
Sin embargo, la organización destacó como parte de los progresos el caso Pinochet, "una ventana de esperanzas para todas la víctimas y familiares que todavía buscan que se haga justicia".
Precisamente, en América Latina continúan algunas violaciones consistentes a los derechos humanos, como la aplicación de la pena de muerte en Guatemala y el clima que se vive en Perú por su intento de salir del sistema de la justicia interamericana.
AI sostiene además que en esta región las sanciones por brutalidad policial, tortura y acoso de opositores son "a menudo muy inferiores al mínimo aceptable".
Escalada de violaciones
El informe precisa que en Colombia "se produjo una escalada de las violaciones contra los derechos humanos en el contexto de un conflicto armado cada vez más violento" en el que participan paramilitares, las fuerzas armadas y grupos armados de oposición: "En 1999 más de 3 mil 500 personas fueron blanco de la violencia política en forma de desapariciones, secuestros, torturas, asesinatos, así como desplazamientos masivos".
"La impunidad sigue siendo la regla para agentes del Estado, paramilitares y otras personas que amenazaron a defensores de los derechos humanos" en Bolivia y Chile, a dirigentes humanitarios, sindicalistas, militantes que luchan por la reforma agraria en Argentina, Paraguay y Brasil.
Fueron denunciados además maltratos, torturas y excesos policiales en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Paraguay, Perú y El Salvador, entre otros, y se registraron condiciones inhumanas de vida en las cárceles de países como Brasil, Haití, Perú y Venezuela,
En numerosos países, entre ellos Honduras, "los miembros más vulnerables de la sociedad, sobre todo los indígenas, los niños de la calle y trabajadores migrantes, fueron con frecuencias víctimas de maltratos y brutalidad policiaca", y en Cuba "varios centenares de personas se encuentran tras las rejas por infracciones políticas".
Sin querer realizar una clasificación de países donde las atrocidades fueron más violentas, denuncia particularmente, para 1999, la ofensiva militar rusa en Chechenia y la campaña de intimidación de chechenos en Moscú y otras regiones del país, muestra de "un desprecio grosero por las normas internacionales en materia de derechos humanos y de derecho humanitario".
También en Asia, conflictos armados y enfrentamientos interétnicos cobran la vida de miles de civiles. El informe cita especialmente el caso de Indonesia por su política en Timor Oriental o los enfrentamientos en la provincia india de Cachemira.
Africa, por su parte, continúa devastada por los conflictos armados en los que participan más de 120 mil niños y adolescentes como soldados.
En Sierra Leona, cuando los rebeldes entraron en Freetown, "el mundo asistió a algunas de las peores atrocidades jamás vistas: asesinatos de civiles, amputaciones de brazos y piernas, secuestros sistemáticos".
Advirtió que es "indispensable velar porque las sanciones económicas no desemboquen en la violación de los derechos socioeconómicos, como en Irak, donde la comunidad internacional parece desinteresarse de la suerte de los niños privados de alimentos y tratamientos médicos".
Abusos en Estados Unidos
AI reprobó al gobierno de Estados Unidos por cometer "serios" abusos de los derechos humanos de sus ciudadanos, incluyendo la brutalidad policiaca, el abuso de prisioneros, los presos políticos, y el maltrato de manifestantes en las protestas contra la Organización Mundial de Comercio, en Seattle el año pasado.
Sobre la pena capital, señaló que "más prisioneros fueron ejecutados en 1999 que en cualquier año desde 1951", y denunció al gobierno por seguir violando las normas internacionales contra la ejecución de personas que cometieron sus delitos cuando eran menores de edad.
William F. Shulz, director ejecutivo de AI en Estados Unidos, instó a los candidatos presidenciales a abordar los problemas de los derechos humanos en este país y mencionó en particular la "ampliamente reportada" brutalidad policiaca así como el maltrato de las mujeres encarceladas.
En su sección sobre este país, señala que el abuso de los reos es tan grave en algunos estados que ha causado muertes; también condenó el uso de los instrumentos de electroshock a los reos.
Shulz también pidió a los dos principales candidatos presidenciales firmar por escrito que observarán un compromiso de 10 puntos para una "política exterior ética" desarrollado por AI este año.
"Una política exterior que no guarda respeto y promueve los derechos humanos en su esencia está destinada al fracaso", dijo William F. Shulz.
El nuevo "código de conducta" para la política exterior de Estados Unidos propuesto insta al gobierno a negar ventas de armas y capacitación a países que son graves violadores de los derechos humanos, promover los derechos humanos y el respeto a la ley internacional en sus relaciones diplomáticas con otros países, y apoyar los esfuerzos internacionales para someter a la justicia a los principales violadores de los derechos humanos. (Agencias y Jim Cason y David Brooks, corresponsales en Washington)