JUEVES 15 DE JUNIO DE 2000
* No todos quedaron satisfechos con lo obtenido
Concluyeron 13 días de ''huelga de papel'' de sobrecargos de Aeroméxico
* Somos un sindicato que se defiende, afirma su líder Alejandra Barrales
Fabiola Martínez * Como en días pasados, la madrugada de ayer cientos de sobrecargos de Aeroméxico aguardaron pacientemente en la sede sindical de este gremio una respuesta para definir si pararían operaciones en las principales aerolíneas del país, como estrategia de presión a favor de su movimiento, o se darían por satisfechos con la última oferta de la empresa. Sucedió lo segundo.
''Logramos jalar la carreta, somos un sindicato que se defiende'', resumió Alejandra Barrales, líder de los sobrecargos, al presentar ante un exigente auditorio el convenio con el que se puso fin a una huelga ''de papel'' de 13 días, sometida por el gobierno a través de la requisa.
Cada vez que escuchaban un punto a su favor, lo mismo de aumento salarial que de algún ajuste a sus prestaciones y roles de vuelo, los sobrecargos respondían con aplausos, como clara señal de beneplácito, pero esta misma expresión dio paso a una algarabía generalizada con sonrisas, gritos y hasta lágrimas, cuando se informó al copioso auditorio que se había conseguido uno de los objetivos que dieron inicio a esta huelga.
No había vuelta atrás: en el contrato colectivo 2000-2002 estaba pactado un mes de permiso tras la licencia posnatal y, por fin, en unos cuantos días la empresa entregará seis millones de pesos para la construcción de una guardería especial para los hijos de los sobrecargos, por supuesto, mujeres en amplia mayoría.
Sin embargo, todo ello no fue suficiente para un pequeño grupo que se hallaba en el auditorio, quienes reclamaron a su dirigencia que en realidad sólo se había conseguido reparar las violaciones al contrato colectivo relativas a la guardería y al plan de retiro y, como extra, había apenas ''dos o tres'' puntos favorables.
Fue entonces cuando Barrales expresó que ante la férrea posición de los directivos de Aeroméxico se había ''exprimido todo lo que se pudo exprimir'' y les recordó que, en efecto, lo logrado era quizá similar a la situación previa al estallamiento de huelga, sólo que entonces la empresa condicionaba algunos beneficios a cambio de la ampliación de la jornada laboral.
Los reclamos fueron también la puntilla para que algunas de las sobrecargos de mayor antigüedad, con más de 20 años de volar, se levantaran de su asiento para manifestar que al inicio del conflicto hubo cooperación pero también miedo, por lo que al final, señalaron, la ganancia fue recuperar la dignidad del sobrecargo. ''Prefiero vivir un día de pie que toda la vida de rodillas... hemos pasado de la agonía al éxtasis... aquellas que reclaman son las menos indicadas para hacerlo, esas personas que se callen o se salgan'', soltó una de ellas.
Conciente de que ''es difícil convivir con una organización diversa en pensamiento'', Barrales reforzó la postura de sus compañeras al dejar en claro que el de los sobrecargos es el único sindicato en el país que ante ''una huelga de papel'' pudo enfrentar a su empresa y al gobierno.
''Quisiera haber traído más logros, pero yo me siento muy satisfecha porque hemos podido jalar esta carreta (y) pusimos en su lugar a una administración poco moderna que le hace mucho daño al proceso productivo; afrontamos los riesgos y crecimos como organización. Compañeras, pensemos en el futuro'', expresó la joven dirigente.
Antes de someter el convenio a votación, otra sobrecargo sólo alcanzó a pronunciar una advertencia al resto del auditorio: ''šAguas con el gobierno, que está cabrón!''.
Al final, ya entrada la madrugada, surgió entre los sobrecargos el ya común coro de ''šsí se pudo, sí se pudo!'', los abrazos y las lágrimas, al tiempo que empezaban los preparativos para retirar, ahora, las banderas rojinegras. El conflicto terminó.
"Advertencias veladas''
Los días de negociación en el área de conciliadores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social no fueron fáciles y, según manifestó el asesor jurídico de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), José Luis Mendoza, el anuncio del paro de dos horas convocado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) fue un ''dispositivo muy importante'' para que la empresa cediera a los reclamos de los sobrecargos, pero también para que surgieran ''advertencias veladas'' de eventuales sanciones y despidos si el gremio en huelga se atrevía a parar por dos horas las operaciones de Aeroméxico, Mexicana y Aeromar.
''En plena mesa de negociación, el subsecretario Javier Moctezuma Barragán puntualizó diversos aspectos y dejó en claro que el paro generaría un problema laboral, una depreciación y un repudio social. También dijo de una manera muy sutil que el paro sencillamente no existía en la ley, por lo que en definitiva las relaciones se verían dañadas: 'Habrá empresas que sancionarán porque su reacción será dentro del marco legal y nos perjudicaremos todos... debemos solucionar el problema, no potenciarlo', nos aclaró en diversas ocasiones'', refirió Mendoza.
Tras ratificar el convenio con el que se puso fin a la huelga, el abogado repitió lo mismo que los sobrecargos en su asamblea de la madrugada en el sentido de que una ''huelga de papel'' se pudo convertir a través de la fuerza y la solidaridad de otros sindicatos en una ''huelga efectiva''.
Como nunca, agregó, se hizo patente el apoyo del movimiento obrero, incluso de algunos sindicatos de la CROC con quienes no se había convivido nunca. Ni las declaraciones de los funcionarios del gobierno federal amedrentaron el objetivo y tampoco la negociación que pretendía debilitar al sindicato fue efectiva.
''De hecho, el clima no fue en exactitud el que los directivos de la empresa y los funcionarios manifestaban ante ustedes (los reporteros); aquí (en el área de conciliadores) se llegó a la rispidez y hasta el insulto, pero aquí, al final de todo, quedó sentado un precedente: el gobierno lo pensará dos veces antes de imponer una anticonstitucional requisa en un conflicto laboral'', dijo.
Los logros
ACUERDOS ALCANZADOS
a) Incremento directo a tabulador de 12 por ciento, retroactivo al primero de junio.
b) El contrato colectivo 2000-2002 establece un pago de retiro a los sobrecargos que acumulen 15 años de antigüedad o más, equivalente a seis meses de salario y 25 días por año laborado en la empresa en un monto total promedio de 250 mil pesos. Se prevé el beneficio por esta vía de 200 sobrecargos en un lapso de 10 años. De manera simultánea, la empresa aportará el equivalente al 2.5 por ciento de la nómina para integrar un fideicomiso que en 10 años sustituirá al mencionado plan de retiro.
c) Aeroméxico entregará en los próximos días 6 millones de pesos para la construcción de la guardería, edificada en un terreno cercano al aeropuerto de la ciudad de México, propiedad del sindicato. La estancia infantil tendrá capacidad para 300 niños y será administrada por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
d) Empresa y sindicato acuerdan la posibilidad de asignar los vuelos más largos (jornadas de seis días de vuelos consecutivos, superiores a las regulares, con cuatro días de descanso) con base en escalafón, es decir, que los sobrecargos con mayor antigüedad podrán decidir si desean realizar este tipo de vuelos o prefieren algunos de otro tipo. Además, descansos entre dos y cinco de la mañana. Estas condiciones se obtuvieron sin extensión de la jornada.
e) No se modifica, pero el sindicato se reserva el derecho de emplazar nuevamente a huelga para demandar el cambio de esta cláusula.
f) Se obtiene aumento de 4.57 en prestaciones, aplicado directo a salario integrado.