VIERNES 16 DE JUNIO DE 2000
* Comentaron biografía del compositor, escrita por Contreras Soto
Silvestre Revueltas, fuera de su nicho, podrá verse sin prejuicios
* Ofrece una visión humana y real sobre el genio atormentado, coinciden Bitrán y Miranda
* Jorge Ayala Blanco: vendría a ser, para el cine mexicano, el Prokofiev sin su Eisenstein
Angel Vargas * De Silvestre Revueltas se ha dicho todo, pero no hay que creer nada. Esa sería la moraleja que se desprendió anteanoche de la presentación de la más reciente biografía del célebre compositor duranguense, Silvestre Revueltas. Baile, duelo y son.
De Eduardo Contreras Soto, el volumen ųpublicado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes dentro de la colección Ríos y raícesų se erige como imprescindible material que ofrece una visión humana y real sobre el genio atormentado, alejado de todo nicho, mito y estereotipo idílico que se han edificado en torno de él, coincidieron los investigadores Yael Bitrán y Ricardo Miranda.
Imagen estereotipada
''Esta obra de difusión será la primera puerta para entrar a un personaje del que todos saben algo y nadie sabe nada", afirmó la historiadora. ''Si hubiera que resumir la intención y el espíritu que se adivina en este libro, sería ésta: la de una invitación plena de útiles referencias, ilustrativas reflexiones, guías al escucha para acercarse descorriendo velos a la música que, como para todo compositor, para Revueltas era su última verdad".
En su turno, el musicólogo y coordinador Nacional de Música y Opera del INBA apuntó que del creador de Janitzio y Sensemayá se cuentan muchas cosas, las cuales, como ocurre con todo rumor y con toda maledicencia, invitó a ignorarlas:
''No hagan caso de la imagen estereotipada de Revueltas ni de su leyenda ni de su inolvidable estampa, cuando toca en la cantina imaginada por Fernando de Fuentes. Del músico circulan rumores que no vale la pena atender. En cambio, es urgente leer este libro, revisar nuestra visión de Revueltas y su música, y conceder que Eduardo (Contreras Soto) nos ha hecho un regalo enorme, pues en su libro consigue que Revueltas abandone el nicho de siempre, a la vez que no impone sobre su figura ninguna visión ni prejuicio que impida una reconstrucción personal para cada lector.
''Por el contrario, nos ofrece la sencilla imagen de un ser humano extraordinario y de un artista cuyas obras prometen ser una fuente de hallazgos y descubrimientos."
De aureolas y nieblas
En el foro la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Yael Bitrán realizó un recorrido descriptivo por el trabajo biográfico en cuestión. Explicó que las tres partes en que se divide el libro toman sus títulos de obras revueltianas.
Y así, señaló que en la primera, Itinerarios, se ofrece un recuento ordenado y claro sobre la corta vida del compositor; que en la segunda, Música para charlar, se encuentra la aportación más personal del biógrafo, quien guía al lector a través de la personalidad y de la música de Revueltas; y que en la tercera, Alcancías, se presentan las fuentes documentales, integradas por un catálogo selecto de obras, una bibliografía y una importante fonografía.
También autor en la colección ríos y raíces, con un ensayo biográfico sobre Manuel M. Ponce, Ricardo Miranda habló sobre la imagen propagada que existe de Silvestre Revueltas:
''En el imaginario colectivo, los adjetivos y las bondades se confunden en una extraña mezcla que cubre su figura con ciertas aureolas y no pocas nieblas.
''Si era un artista incomprendido, un músico explotado, un borracho parrandero y jugador, una víctima de la vida y sus males, entonces, Silvestre Revueltas ha de ser bueno; y su música, por más que pocos la escuchen y mucho menos la entiendan, tiene que ser fantástica, de lo contrario el estereotipo y sus mecánicas adhesiones simplemente se vendrían abajo."
En ese sentido, aplaudió la imparcialidad y fidelidad de la obra de Eduardo Contreras Soto, y subrayó que ''por fin hay quien nos cuente la historia de un violinista que durante los últimos diez años de su vida se vuelve compositor, y que nos explique de manera paulatina y sin aspavientos el alcoholismo del músico, su desigual vida sentimental, su papel en asociaciones y movimientos sociales o su compleja relación con Carlos Chávez".
Antes de que el acto finalizara con un breve recital a cargo de la soprano Lourdes Ambriz y el pianista Alberto Cruzprieto, el historiador y crítico de cine Jorge Ayala Blanco abordó la relación del compositor duranguense con la cinematografía nacional de la que, en términos generales, dijo que para la filmografía mexicana ''Silvestre Revueltas vendría a ser lo que Prokofiev sin su Sergei Eisenstein".