VIERNES 16 DE JUNIO DE 2000

* REPORTAJE

* En los comicios locales de 1996 el panismo logró ampliar su influencia


El PAN busca mantener el corredor azul; prepara el PRI un golpazo en Naucalpan

* El tricolor también pretende reconquistar municipios perredistas en el nororiente del Edomex

Silvia Chávez González, corresponsal, Naucalpan, Méx., 15 de junio * En las elecciones locales de 1996 para renovar el Congreso y los 122 municipios mexiquenses, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrentó sus peores reveses en la zona conurbada del Distrito Federal. Así, el Partido Acción Nacional (PAN) aumentó de seis a 22 el número de municipios en los que gobierna, pero su influencia creció principalmente en las demarcaciones vecinas a la capital del país, que concentran 75 por ciento de la economía estatal, y en dos de las ciudades más importantes: Naucalpan y Tlalnepantla.

Ahora, a escasos días de que se realicen los comicios locales del 2 de julio, en esta región se percibe un ambiente de calma aparente, y a diferencia de procesos anteriores, en éste se advierte una falta de difusión de la imagen de los candidatos y da la impresión de que los partidos políticos están a la espera de lo que les puedan redituar las elecciones federales.

El PAN ha establecido su fuerza en lo que se ha denominado el corredor azul, que tiene vecindad con once municipios gobernados por panistas. Y de acuerdo con el desarrollo del actual proceso, los panistas tienen posibilidades de ganar en Huixquilucan y Tultitlán, actualmente en manos del PRI. Sin embargo, hay quienes aseguran que el PRI daría un "golpazo electoral" al recuperar Naucalpan, municipio considerado la joya de la Corona, por la riqueza económica que concentra.

En las últimas décadas el PRI ha gobernado Huixquilucan, y percibe que la tiene difícil porque su candidato, Alvaro Flores, fundador del grupo priísta conocido como Los Rudos, surgió de un proceso interno descalificado por la propia militancia e incluso por el actual alcalde Javier Calvillo Ramos, cuya criticada gestión merma las posibilidades del tricolor.

En los comicios de 1996 el PRI ganó Huixquilucan con 15 mil 522 votos contra 12 mil 508 del PAN. Pero la situación dio un vuelco en la elección de gobernador de 1999, cuando los panistas sumaron casi 23 mil votos y el PRI 21 mil 547. El voto duro del PAN estaría concentrado en la zona residencial, que comprende, entre otros, los fraccionamientos Interlomas y La Herradura, y concentra a 20 por ciento del electorado. A su vez, en la cabecera municipal y la zona rural reside 80 por ciento del electorado, y allí el PRI tiene presencia. Cabe mencionar que en Huixquilucan se han presentado índices de abstencionismo de hasta 55 por ciento.

La ruptura en el PRI, las críticas contra el gobierno de Calvillo Ramos y el apoyo al PAN en la zona residencial de primer nivel ųque para algunos sería relativoų, son factores que influirán en el resultado.

Territorios codiciados

En Tlalnepantla, en la elección de gobernador de 1999, el PAN obtuvo 113 mil 826 mil votos y el PRI más de 65 mil. El candidato panista a la alcaldía, diputado federal Rubén Mendoza Ayala, cuenta con el apoyo de una estructura política paralela al PAN, el Consejo Cívico, al que se incorporaron personas con o sin filiación partidista. Asimismo, tiene el respaldo pactado de la vieja cúpula de panistas mexiquenses. En tanto, la campaña del candidato priísta Amado Montemayor Lecona no ha dado los resultados esperados.

Pero la otra cara de la moneda podría ser la batalla por Naucalpan, donde gobierna el derrotado ex candidato del PAN a la gubernatura estatal, José Luis Durán Reveles, quien en 1996 obtuvo la presidencia municipal al lograr 89 mil 199 sufragios contra 62 mil 911 del PRI.

En la elección de gobernador de 1999, la alianza PAN-PVEM obtuvo 104 mil 788 votos en el municipio, frente a un PRI que elevó su votación a 75 mil 719.

Ahora, el PRI ha reforzado en Naucalpan la campaña de su candidato a la alcaldía, diputado federal Guillermo González Martínez, quien contiende frente al panista Eduardo Contreras Fernández, ex secretario del ayuntamiento, y en la disputa juega un papel importante la elección a diputados locales y federales, y senadores.

El espaldarazo a González viene desde muy arriba: desde el ex gobernador César Camacho Quiroz, actual candidato al Senado y cabeza de las campañas priístas en la entidad, hasta la suma de fuerzas de los ex alcaldes de Naucalpan Mario Ruiz de Chávez y Enrique Jacob Rocha, donde el primero goza de popularidad.

Algunos analistas sostienen que la aparente unidad del partido, junto con el apoyo de la cargada de la cúpula del PRI, darían el triunfo electoral a Guillermo González Martínez, a quien sin embargo se le critica y cuestiona una riqueza inexplicable y la compra de voluntades. En el tricolor su nominación se observó como la del militante que desplazó a la vieja clase política de Naucalpan, y existen resentimientos en su contra que derivaron en la ocupación del edificio del comité municipal, donde la militancia del sector campesino denunció públicamente supuestos vínculos del aspirante con el narcotráfico y un conflicto de copreros que habría protagonizado en el estado de Guerrero y que le hicieron abandonar esa entidad.

El capital económico de Guillermo González también es motivo de cuestionamientos, pues es dueño de dos salones de fiestas, tendría un rancho de 56 hectáreas en Reynosa, Tamaulipas, y un hotel en esa entidad en el que hospedó a integrantes del comité municipal, previo a un viaje a McAllen, Texas, que les dio como obsequio.

Además, como parte de su campaña ha rentado un circo para ofrecer funciones gratuitas, en las que llega a reunir hasta a 2 mil personas, a quienes conmina a votar por su fórmula partidista.

Frente al derrumbe del PRI de 1996, el aspirante del PAN a la alcaldía, Eduardo Contreras Fernández, de profesión ingeniero mecánico electricista, tiene tras de sí un partido desarticulado, ya que su candidatura es apoyada por el actual alcalde, mas podría no ser así por parte del dirigente estatal, Francisco Gárate Chapa, porque no pertenece a su grupo político.

Muchos naucalpenses identifican al alcalde Durán Reveles por los actos en que empleó la fuerza pública para dispersar manifestaciones, así como por su intentona de consolidar la carrera política de sus dos hermanos, a quienes impulsó para que fueran candidatos a diputados locales. Pero en las convenciones internas, la mayoría de la militancia votó por otras opciones y lo derrotó.

La imagen de Durán Reveles y el apoyo que como gobierno activo daría indirectamente a Eduardo Contreras para recuperar votos entre los naucalpenses, se concentra en obras de última hora, como la construcción de un distribuidor vial con una inversión municipal superior a 80 millones de pesos, que aligeraría el tránsito vehícular en la salida de la carretera Naucalpan-Toluca.

Una tercera opción para los naucalpenses es la fuerza política que pudiera significar el candidato del PRD, Jesús Ruiz de Chávez Iglesias, ex priísta y sobrino del ex alcalde naucalpense Mario Ruiz de Chávez. Aquí el PRD es la tercera fuerza, y se estima que la contienda será cerrada entre PRI y PAN, en un proceso que se prevé no del todo limpio.

Tultitlán, zona de riesgo

El PRI enfrenta el riesgo de perder Tultitlán, ya que en la elección de gobernador de 1999 el PAN obtuvo 4 mil 100 votos más que el PRI en ese municipio. Y en caso de que ganara el candidato panista José Antonio Ríos Granados, se enfrentará a los resabios del cacicazgo del finado Sergio Pérez Tovar, dirigente de la CTM, cuya herencia política recayó en Gonzalo Zanata Almaraz y en el ex alcalde Héctor Feagoso Perete, actual candidato del tricolor a diputado federal.

En Tultitlán el rezago urbano es evidente, y fue propiciado por un crecimiento desordenado que se basó en la ocupación irregular de tierras ejidales y la especulación, lo que ha originado que este municipio vecino del Distrito Federal presente un cuadro de pobreza, porque carece de todo: educación, empleo, seguridad, vivienda y servicios médicos.

En la elección municipal de 1996, el PRI obtuvo más de 24 mil votos, el PRD 22 mil 168 y el PAN 19 mil 600. Sin embargo, el perredismo perdió fuerza por las divisiones y conflictos internos, y esto quedó probado en la elección de gobernador, cuando pasó a ocupar la tercera posición.

Por otra parte, se considera que el PAN tiene posibilidades de conservar los municipios Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Cuautitlán México, Tepotzotlán, Villa del Carbón, Huehuetoca y Coyotepec; aunque en el corredor azul el panismo podría perder Melchor Ocampo y Nicolás Romero, dos municipios bajo su poder en los que el PRI, con el apoyo de grupos tradicionales y caciquiles, prepara la reconquista.

En Nicolás Romero, en la elección de gobernador de 1999 el PAN perdió votos frente a un PRI que se reposicionó al obtener 26 mil 84 sufragios y lograr una mínima ventaja sobre el blanquiazul, que obtuvo 26 mil 4. Aquí el liderazgo de la CTM y de los grupos priístas de comerciantes preparan el desplazamiento de los panistas.

En 1996 el PAN ganó la presidencia municipal con 32 mil votos, 10 mil más que el PRI. En Nicolás Romero el retraso social también es evidente, a pesar que que en este municipio se ubican tres importantes empresas, entre ellas la Cervecería Corona. Sin embargo, la topografía y la falta de infraestructura urbana limita el desarrollo económico. En cambio, las autoridades municipales avalan la construcción de nuevos núcleos poblacionales de primer nivel.

En Melchor Ocampo se anticipa una contienda cerrada por la alcaldía, en poder del PAN, que en 1996 ganó con 4 mil 563 sufragios contra 3 mil 647 de un desplazado PRI en esa localidad semirural. Esta situación podría cambiar el 2 de julio con una victoria del PRI, que en el norte del estado de México rehace fuerzas sustentado en el cacicazgo de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), que también le redituaría avances electorales en Tultepec, Zumpango y Teoloyucan, gobernados por el PRD.

En las elecciones de gobernador de 1999 el partido del sol azteca tuvo un retroceso en Zumpango. El PRI subió al primer lugar con 24 mil 900 votos, en tanto que PAN y PRD empataban con 12 mil. Si esta tendencia se mantiene, y con un perredismo dividido, el priísmo, apoyado por el cacicazgo del líder estatal de la CNC, se instalaría nuevamente en palacio de gobierno.

Además, Zumpango tiene un apoyo adicional de la estructura priísta, cuyo dirigente en el estado de México, Fernando Alberto García Cuevas, es yerno del dirigente regional de la CNC, Abel Domínguez, a quien en otros tiempos se le consideró como el "que quita y pone alcaldes".

En este contexto, el PRI conservaría el distrito electoral 14, con cabecera en Jilotepec, y recuperaría el 20 de Zumpango y el 44 de Nicolás Romero, que perdió ante PRD y PAN, respectivamente.

De lo que se ha observado en este proceso electoral en la región norponiente del estado de México, el PAN mantendría las diputaciones locales del distrito 16 de Atizapán de Zaragoza; 18 de Tlalnepantla; 19 de Cuautitlán; 36 de Villa del Carbón y 33 de Cuautitlán Izcalli. Y estaría por verse el destino de los distritos 39 y 30 de Naucalpan, actualmente en posesión del PAN. Sin embargo, parece que el PRI se apresta para el repunte y se vislumbra que el PRD podría quedarse sin representación en el Congreso.