VIERNES 16 DE JUNIO DE 2000
* Beneficiará a 250 millones de trabajadoras desprotegidas en todo el mundo
Adopta conferencia de la OIT nueva normativa para protección maternal
* La 88 reunión del mecanismo aprobó el texto por 304 votos a favor, 22 en contra y 116 abstenciones
Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra, 15 de junio * Luego de un doloroso parto con fórceps, la OIT dio a luz una nueva reglamentación internacional de protección a la maternidad para todas las trabajadoras del mundo, incluidas las que desempeñan empleos atípicos y en el sector informal. De esta manera, se dice, quedará protegido un ejército de más de 250 millones de mujeres.
La voz de cientos de empleadas se hizo sentir esta mañana a través de poderosas organizaciones de defensa de los derechos femeninos y laborales; la Confederación Mundial de Trabajadores expresó su júbilo por este triunfo, arrancado a empleadores y gobiernos no sin uso de fuerza y de concertaciones a favor de un texto más accesible para propiciar así una pronta ratificación por parte de los 180 Estados miembros de la OIT.
El difícil parto, ciertamente, "no dejó contento a todo mundo, pero probará su eficacia en el futuro", según la optimista expresión del director general del organismo internacional del trabajo, Juan Somavía, sobre todo porque incluye a millones de trabajadoras hasta ahora desprotegidas.
El texto fue aprobado por 304 votos a favor, 22 en contra y 116 abstenciones, mientras que la Recomendación sobre la Protección Maternal obtuvo 315 sufragios favo- rables, 16 en contra y 108 abstenciones.
No fue posible superar algunas discrepancias con el texto que revisó y remplazó a la antigua Convención 103 de la OIT, que data de 1950, fue revisada en 1952, y en estas cinco décadas apenas logró 38 ratificaciones nacionales: excepto 13 países --6 de ellos latinoamericanos-- que votaron en contra o se abstuvieron, como México, la mayoría de los gobiernos la adoptaron.
La nueva reglamentación "dañará la creación de empleos": empresarios
El sector empresarial expresó su contrariedad mediante la abierta abstención al voto, como en el caso del grupo mexicano, cuyo representante Jorge de Regil, presidente de la Comisión de Trabajo de la Concamin y miembro del Consejo de Administración de la OIT, consideró que "para México, como para los países de América Latina, la nueva convención sólo significa otra carga para la seguridad social y un daño más a la creación de empleos; no fija normas realistas y efectivas ni toma en cuenta la verdadera situación económica de los países y de los intereses de los empresarios".
Para De Regil, la protección de la maternidad de las trabajadoras debe incluir los intereses de las empresas y la efectiva protección laboral, pero --aventuró sarcástico-- "posiblemente esta nueva convención logrará la ratificación de muchos más países que los 38 que ratificaron el viejo instrumento, porque los controles fijados son más fáciles de aceptar; así, la protección de las trabajadoras es ficticia e inalcanzable en nuestros países; no queremos crear barreras al empleo de mujeres, pero tampoco reducir la posibilidad de creación de empleos y de desarrollo empresarial", argumentó ayer en su rechazo al convenio.
Sin embargo, Hilda Anderson Nevares, representante de la CTM y también miembro del Consejo de Administración de la OIT, consideró la nueva convención como "de avanzada" y un triunfo para todas las mujeres trabajadoras del mundo, las embarazadas y los niños por nacer.
Al darle la bienvenida al mundo a la nueva convención durante el acto de clausura de las tres semanas de reunión, que tuvo lugar esta tarde, el director general de la OIT expresó: "con la protección a la maternidad se reconcilia la vida familiar y la del trabajo de la mujer", y millones de mujeres en el sector informal y del empleo atípico tienen un instrumento jurídico que las protege en sus derechos laborales; según estadísticas de la OIT, las mujeres no dejan de trabajar durante sus años fértiles, dedicados a la lactancia y crianza de sus hijos.
La CMT resumió el triunfo explicando a este diario que, a diferencia de la obsoleta convención, la nueva incluye "a todas las mujeres", incluso a las que trabajan en formas atípicas de dependencia laboral, a las que se ubican en el sector informal, e independientemente de su estatuto marital; "es una nueva regulación que nos servirá para vigilar el cumplimiento de Estados y empresarios" expresó Beatrice Fauchere, portavoz del poderoso organismo.
La protección no se limita a la madre, sino que se extiende a sus hijos, respeta el periodo de lactancia, considera las pausas especiales como tiempo de trabajo y excluye de éste a empleadas en situaciones arriesgadas.
El permiso maternal será extendido de 12 a 14 semanas, incluyendo un periodo compulsivo de seis semanas posterior al parto, que podría ser modificado por decisión tripartita de gobiernos, sindicatos y patrones; en cuanto a beneficios económicos y demás compensaciones, el nuevo instrumento establece que deberán ser suficientes para que la mujer se mantenga ella misma y a su familia, y que le serán entregadas mediante un fondo de seguro social. Asimismo, establece que ninguna trabajadora podrá ser despedida por razones de lactancia, o durante el tiempo de permiso por maternidad.
Al cierre de la reunión de la OIT, que comenzó en mayo pasado, el sida también fue tema prioritario; al respecto se signó un acuerdo con Onusida mediante el cual la OIT se convierte en copatrocinador de actividades contra esta enfermedad que afecta a millones de trabajadores, sobre todo africa nos. Además de su gran significado político, dijo Somavía, con ello se cubre el compromiso de enfrentar esta plaga.
En un acto sin precedentes en su historia, la reunión adoptó también una resolución por la cual exige a Myanmar acciones concretas para poner en marcha la recomendación de la Comisión de Investigación de la OIT, que detectó que el trabajo forzado se practica en forma masiva y sistemática en ese país; de no actuar en consecuencia antes del 30 de noviembre, la ex Birmania será aislada del contexto de la organización.
Al cierre de la 88 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, la OIT vio eliminadas cinco convenciones que datan de los años treinta, relativas a minería, obras públicas textiles y migración por trabajo, que nunca habían entrado en vigor por no haber sido ratificadas .