MARTES 20 DE JUNIO DE 2000
* La política industrial y la incapacidad para modernizarse diezman al sector
Efímera vida de la mayoría de empresas mexicanas
David Zúñiga /II y última * La falta de políticas sólidas de fomento hace que la gran mayoría de las empresas mexicanas perezca antes de alcanzar la mayoría de edad: casi 40 por ciento de los negocios del país tiene menos de cinco años de existencia y apenas 8.5 por ciento tiene una expectativa de vida de 30 años o más.
Algunos empresarios reconocen su responsabilidad en esta situación por no haberse sabido adaptar a los cambios, pero también señalan las carencias de las propuestas de política industrial de los tres principales candidatos a la Presidencia de la República.
Un análisis del Proyecto Empresa Media, en el cual participan la Fundación para el Desarrollo Sustentable en México (Fundes) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señala ųcon base en información del INEGIų que entre 1994 y 1999 se crearon alrededor de 400 mil empresas, es decir, un promedio de 80 mil al año, la mayoría de las cuales son microempresas; sin embargo, augura que sólo 45 mil de ellas podrán sobrevivir hasta los 30 años. Es decir, las posibilidades de consolidar un negocio a largo plazo, especialmente si éste es pequeño, son de una entre diez.
Otro problema es la dificultad para recuperarse de una caída e intentarlo en otro giro, pues la gran mayoría de los empresarios que fracasan en su primer intento pierden ahorros e incluso su patrimonio.
Según información de Nacional Financiera (Nafin), 4.5 por ciento de las empresas tiene menos de un año; 34.2 por ciento, entre uno y cinco; 24.1 por ciento, entre seis y diez; 11.5 por ciento, entre 11 y 15; 8.4 por ciento, entre 16 y 20; 4.5 por ciento, entre 21 y 25; 4.4, entre 26 y 30, y sólo 8.5 por ciento ha sobrevivido durante 30 años o más.
Para Adán Rivera García, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de la Transformación (ANIT), los resultados de la política industrial aplicada en los últimos tres sexenios son evidentes: sólo queda entre 25 y 30 por ciento de la industria nacional que había en 1982; entre 65 y 75 por ciento de los insumos y las materias primas para fabricar los bienes de exportación son importados y el comercio exterior está basado en mano de obra barata.
"Tal vez los propios empresarios seamos los principales causantes de esto ųadmiteų, pues no supimos adaptarnos al cambio tecnológico y del comercio internacional, y tampoco pudimos prever que cuando se abrieron las fronteras en forma indiscriminada, en 1985, el impacto iba a ser brutal".
ųLa Canacintra prevé que con el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) podría desaparecer al menos 60 por ciento de las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas. ƑCuál es el pronóstico de ustedes?
ųSon muy optimistas; seguramente se rebasará ese índice. El enorme dumping de los chinos traerá como consecuencia la desaparición casi total de lo que queda de la maltrecha planta productiva nacional.
ųEl nuevo presidente del CCE, Claudio X. González, ha ofrecido buscar acercamientos entre las grandes compañías y las micro, pequeñas y medianas empresas para que estas últimas se beneficien del auge exportador. ƑQué piensan ustedes?
ųYo recuerdo a Claudio X. González como asesor de Carlos Salinas en materia de inversiones extranjeras. No lo recuerdo como un representante empresarial, sino sólo del gran capital, para el cual seguirá trabajando ųdice escéptico.
El estado actual de la planta productiva nacional, sostiene Rivera, es resultado de una política económica diseñada por los grandes empresarios en contubernio con las autoridades por conducto de personas como el ahora líder del CCE.
La llegada de González Laporte a la cúpula del sector privado, concluye, no está desvinculada de los tiempos electorales, sino que tiene como objetivo ejercer presión para garantizar la continuidad de un programa económico que ha favorecido a un reducido grupo de grandes empresarios.
Por su parte, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) señala que las propuestas de política industrial de los tres principales candidatos a la Presidencia carecen de precisión y adolecen de graves carencias, entre ellas las siguientes: no plantean fortalecer la participación de los organismos empresariales en el diseño y aplicación de políticas para el sector; el tema del desarrollo sustentable se aborda de manera muy general y sin detallar medidas para el manejo adecuado del agua, el ordenamiento ecológico del territorio, la justicia ambiental, control de la contaminación, manejo de residuos y apoyo tecnológico a empresas, especialmente en el área de la informática.
En un cuadro comparativo, destaca que el PRD es el único que propone un esquema de incentivos para ciencia y tecnología, pero se opone a la privatización parcial del sector eléctrico; sólo el PAN presentó un programa consistente de modernización y desregulación de las telecomunicaciones, mientras el PRI hace énfasis en mejorar la infraestructura de transporte, pero no hace referencia alguna a bajar las tasas de interés.