MARTES 20 DE JUNIO DE 2000
* Firman ante el IFE y organizaciones políticas un acuerdo de unidad
Ex guerrilleros se comprometen a trabajar por la paz
* En los 60 y 70 militaron en organizaciones como las ligas 23 de Septiembre y Espartaco
Angélica Enciso L. * Ex guerrilleros que en las décadas de los 60 y 70 formaron parte de la Liga 23 de Septiembre, el Partido de los Pobres, la Liga Espartaco y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria Estudiantil firmaron ayer un compromiso de unidad ante organizaciones políticas y el IFE, en el que asumen que ''trabajarán intensamente'' por lograr la paz en México, por el respeto de los derechos humanos y la consolidación de las instituciones fundamentales para la vida del país, además de que hacen un llamado a los grupos armados para que dejen esta lucha.
El compromiso, signado en las oficinas del IFE por siete ex guerrilleros y como testigos Jaime Cárdenas, consejero del instituto; Carlos Abascal Carranza, del Grupo Vértebra; Antonio Sánchez Díaz de Rivera, de la Coordinadora Ciudadana, y Miguel Arroyo, de México Unido contra la Delincuencia, establece también que apoyarán la competencia electoral equitativa, la adopción de medidas contra la pobreza extrema y el aumento de la productividad y competitividad de las empresas.
El documento, apoyado por cerca de 250 organismos ųentre ellos Alianza Cívica, Causa Ciudadana y la organización política Unoų, advierte que buscarán una participación ciudadana ordenada y elaborarán una agenda legislativa para garantizar el cumplimiento de los compromisos.
Entre los firmantes está Jorge Poo Hurtado, actual director de Vértebra, quien fue fundador del grupo armado Lacandones, que más tarde sería la columna vertebral de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Estuvo preso en Lecumberri y en 1973 fue canjeado por un grupo de 30 guerrilleros presos a cambio de la liberación del cónsul estadunidense Terrance Leonhardy; también, Enrique Condés Lara, quien fue integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria Estudiantil y estuvo en la misma cárcel, de diciembre de 1967 a junio de 1973; Mario Rechy, que fue parte de la Liga Comunista por la Construcción del Partido Revolucionario del Proletariado y después pasó a apoyar la Liga Comunista Espartaco; Mario Ramírez Salas, que fue parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre y después participó en la Brigada de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres, y Juan Carlos Avila, ex miembro del Partido de los Pobres, acusado del homicidio de dos vigilantes de este diario, por lo que estuvo tres años en la cárcel y fue liberado por falta de pruebas.
En sus distintas intervenciones, los ex guerrilleros hicieron un llamado al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) para que dejen las armas, y demandaron al gobierno una amnistía para todos ellos.
Eduardo Esquivel Revilla, ex militante de la Liga 23 de Septiembre, hizo un llamado al presidente Ernesto Zedillo para que declare un armisticio unilateral hacia todos los grupos armados que actualmente operan en el país.
Jorge Poo destacó en su turno el llamado a los grupos armados para que se incorporen al diálogo y a la lucha pacífica abierta y legal: ''No se trata de un llamado a la claudicación, ni a que se rindan. No se trata de un llamado a la traición de sus principios y aspiraciones''. Destacó que el costo de llevar a una sociedad a la guerra es altísimo.
Dijo comprender y justificar la lucha del EZLN, del EPR y del ERPI: ''La razón histórica está de su parte. Lo que les demandamos a los grupos armados es establecer un diálogo con la sociedad civil, para construir puentes que permitan arribar a una nueva oportunidad pacífica, democrática y legal para buscar la solución de las causas que los llevan a adoptar la lucha armada''.
A su vez, Teresa García, quien formó parte de la Unión del Pueblo, dijo que en ''este momento no se justifica la lucha armada, pero tampoco es justificable la extrema pobreza'', e hizo un llamado para la formación de un Estado verdaderamente social.
Por su parte, el consejero Jaime Cárdenas señaló que aunque México ha progresado en algunos aspectos, ''no ha cambiado sino empeorado en sus índices de marginación, pobreza y desigual distribución de la riqueza''. Pero destacó que en este momento hay otras vías de lucha pacífica que dan certidumbre y que generan resultados.
Se refirió, por otro lado, a que las prácticas de compra y coacción del voto, el uso de recursos públicos para apoyar a determinados partidos políticos, así como la falta de equidad del tiempo en los medios de comunicación electrónicos para los candidatos, son aspectos que pueden dañar el proceso electoral. En entrevista, afirmó que aún se mantienen las desigualdades en el tiempo de los medios electrónicos y se sigue privilegiando al PRI.