MIERCOLES 21 DE JUNIO DE 2000
* Convierten al libro en objeto frío, duro y rechazable, sostiene
Dubovoy: los maestros llegan a ser los peores enemigos de la lectura infantil
* En México hay excelentes escritores de literatura para niños; la distribución es el problema, dice
* La investigadora y narradora terminó una colección de ocho libros para pequeños de preescolar
Yanireth Israde * ''Los maestros llegan a ser los peores enemigos de la lectura porque obligan a sus alumnos a memorizar textos, y si no lo hacen, los regañan. El resultado es que los niños desarrollan un rechazo a los libros", expone la escritora de libros infantiles Silvia Dubovoy.
Ella hace excursiones al fondo del mar y siempre descubre seres que la asombran: un tiburón martillo o una mantarraya, peces brillantes y otros habitantes del mundo marino que la miran con ojos alertas
mientras ella se hunde en las aguas con su traje de buzo puesto. Luego, ya afuera, toma su pluma y escribe historia para niños protagonizadas por animales acuáticos.
Lleva 14 años de bucear y no pierde la emoción por ese mundo prodigioso,
dice en entrevista al advertir que el hábito de la lectura debe comenzar en edad temprana, incluso antes de que los niños asistan a la escuela, porque los maestros convierten al libro en un objeto duro, frío y rechazable.
Bibliotecóloga de profesión, Dubovoy tiene una amplia experiencia en la
literatura infantil, no sólo por los títulos escritos (Turquesita, Poncho el cangrejo presumido y La ciudad mágica y secreta, entre otros), sino también por su actividad como impulsora del hábito de la lectura.
Sus proyectos didácticos y pedagógicos han recibido reconocimientos en España y Chile, y sus libros tienen un público atento, si bien la distribución de sus textos no es tan abundante y eficaz como ella desearía.
El mar, fuente de inspiración
Recientemente participó en el noveno Simposio de Literatura Infantil, efectuado
en Nueva York, donde acudió en representación de México. Durante su intervención habló de su proceso creativo y del mar, que es la fuente de inspiración de sus cuentos.
Además de bucear y practicar el ski acuático, así como el kayak y la vela,
Dubovoy ha realizado investigaciones vinculadas con el impacto de la literatura en los niños y eso le permite señalar que los padres son también responsables de que sus hijos no lean. Cuenta una anécdota: ''Un día llegue a una casa y un niño estaba hojeando un librito. La mamá lo oyó muy callado. Preguntó: 'ƑQué estas haciendo?' 'Nada, estoy leyendo, contestó el pequeño'. Entonces ella le ordenó: deja de leer y ponte a hacer algo.
''Los padres muchas veces no entienden que cuando el niño lee, está desarrollando su imaginación y aprendiendo, al tiempo que pone a trabajar todos sus sentidos", asegura la también maestra y ahora abuela, quien años atrás fue directora del Departamento de Fomento al Hábito de Lectura en Niños y Jóvenes de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Según sus estudios, si frente a un pequeño se ponen dos canastas, una llena
de juguetes y otra repleta de libros, lo primero que elige son los cuentos. ''Empiezan a revisar sus ilustraciones, a sentir, oler y querer el papel, y a imaginarse historias'' ųƑcómo se convierte al libro en un objeto apreciable?ų. Primero debe establecerse un contacto amistoso. Así como se elige a un amigo por lo alegre que es, o por su plática, así debe dejarse que los niños seleccionen un libro. No debe imponérsele. Después, lo único que debemos
decirle al pequeño es, Ƒte gustó? o Ƒlo disfrutaste? y no cuestionarlo por los personajes principales ni secundarios ni pedirles un reporte."
En México, añade, hay excelentes escritores de literatura infantil, el problema es la pésima distribución. Sus libros, por ejemplo, difícilmente se hallan en librerías. No obstante ha encontrado alternativas, como su página en Internet (www.silviadubovoy.com), donde los interesados pueden saber de sus proyectos y ponerse en contacto con ella, amén de aprender a escribir cuentos.
Por lo pronto, Silvia Dubovoy concluyó una colección de ocho nuevos libros
titulada Historias Sumergidas y otra ƑDe quién es?, para niños en edad preescolar, cuya edición está en trámite. Asimismo anticipa su proyecto de escribir la serie conductas animales, con los títulos Nuevos Cuentos del mar y Cuentos mexicanos.