MIERCOLES 21 DE JUNIO DE 2000
* Pretenden mantener el precio por arriba de los 95 dólares el saco
Retendrán caficultores 20 por ciento de la producción del grano
* El aromático mexicano es castigado con 35 dólares menos por considerarlo de calidad inferior
Angélica Enciso L. * Los países productores de café acordaron retener 20 por ciento del aromático, con lo que buscarán mantener el precio por arriba de los 95 dólares y evitar así que se vea afectado el ingreso de los caficultores. En México, las organizaciones contarán a corto plazo con créditos por 140 millones de dólares y a mediano plazo buscarán reducir la producción y elevar la calidad.
De no haberse adoptado estas medidas la crisis de la caficultura mundial sería peor que la ocurrida entre 1988 y 1994, que afectó a las comunidades indígenas que producen 90 por ciento del aromático, informó en conferencia de prensa el Foro de Organizaciones Cafetaleras ųformado por la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Confederación Mexicana de Productores de Café (CMPC) y la Unión General de Organizaciones Campesinas de México (UGOCM).
Sobreinventario de países consumidores
El precio internacional más bajo reportado en la cosecha 1999-2000 fue de 86 dólares, pero a éste se le restan unos 35 dólares como castigo al grano mexicano al considerarse que es de menor calidad, por lo que la cotización del aromático es de las más bajas a nivel mundial, señaló Fernando Celis, de la CNOC.
Detalló que en los últimos meses Brasil, México, Perú, Vietnam y otros países elevaron su producción, lo cual favoreció el sobreinventario de las naciones consumidoras del aromático e influyó negativamente en las cotizaciones del aromático.
Los compromisos de los productores de café de México con la Secretaría de Agricultura, los exportadores y el Bancomext, Banrural y Fira, prevén el retiro de 200 mil sacos de 60 kilogramos para orientarlos al mercado doméstico; diferir la salida de las exportaciones a lo largo del año y no sólo entre noviembre y marzo, cuando se realiza la cosecha, y el retiro de la exportación de 350 mil sacos de 60 kilogramos de calidad exportable en pergamino, que se manejarán de acuerdo con lo que determine la Asociación de Países Productores de Café (APPC), para lo cual contarán en conjunto con 140 millones de dólares.
En México el programa comenzará en octubre, ya que la cosecha principia en noviembre, y para entonces estarán definidas las condiciones y normas que las organizaciones de caficultores deberán asumir para inventariar el grano. El producto deberá contar con certificados de depósito y de calidad para que pueda disponer de las líneas crediticias, dijo por su parte Marcelo Herrera de la CIOAC.
Los créditos para los productores serán por 18 meses y el programa de retención acordado por la Asociación de Países Productores de Café será por dos años. En tanto, las naciones deberán establecer medidas internas para reducir su oferta exportable. En México se han comenzado a establecer acciones de promoción de consumo del aromático y se prevé disminuir la superficie sembrada, explicó Celis.
Mencionó que estudios del Consejo Mexicano del Café indican que hay cien mil hectáreas ųde las 700 mil sembradas a nivel nacionalų con cafetales de mala calidad y que pueden ser reconvertidas a otro tipo de cultivos.
Los productores participarán directamente en retirar el producto del mercado de exportación, mientras que los exportadores se harán cargo de diferir a lo largo del año las exportaciones, añadió. Dijo que en este momento los precios que obtienen los productores en las principales zonas comerciales de México son hasta 50 por ciento por debajo de sus costos de producción; en Coatepec, por ejemplo, el precio adecuado para los caficultores es de 900 pesos, pero sólo obtienen 500.
El acuerdo con la APPC es que el precio mínimo deberá ser de 95 dólares las cien libras. Si repunta y se coloca en los 105 dólares, entonces la organización tomará acuerdos sobre la cantidad de café que será liberado al mercado y de esta forma establecer una regulación en el mercado internacional, explicó Celis.