MIERCOLES 21 DE JUNIO DE 2000
* Hay unos 8 millones de consumidores asiduos
De dudosa procedencia, 60% de bebidas alcohólicas en México
* Firman Ssa y Barcadí convenio para desalentar ingestión en jóvenes
Angeles Cruz * 60 por ciento de las bebidas alcohólicas que se venden en México son de "dudosa procedencia", sin control sanitario y con grave riesgo para la salud de la población, denunció Isaac Chertorivski, presidente de la empresa Bacardí de América Latina. De los 20 millones de cajas de licor que se producen anualmente, hay 12 millones que no pagan impuestos, explicó.
Luego de firmar un convenio con la Secretaría de Salud (Ssa) para desalentar el consumo de alcohol entre los jóvenes, el empresario aseguró que la industria ha sufrido un grave perjuicio por la caída de 40 por ciento en sus ventas. Detalló que en 1985 se producían las mismas 20 millones de cajas, lo cual equivalía a un consumo per cápita de siete litros por año. A la fecha, este indicador es de tres litros anuales.
No obstante, el consumo de alcohol en el país es un problema de salud pública, admitió el secretario de Salud, José Antonio González Fernández, y señaló que alrededor de 10 por ciento de la población es consumidora asidua. Dijo que son unos ocho millones de personas, de las cuales "habría unos cuatro millones de mexicanos que son considerados como alcohólicos y he detectado que los menores de edad están tomando alcohol permanentemente".
El funcionario también comentó que hasta ahora estas cifras van en aumento y sobre todo, el número de accidentes relacionados con el consumo de alcohol. En México, los percances son la tercera causa de muerte y justamente los jóvenes son los más afectados.
La venta de alcohol a menores de edad, igual que la de tabaco, está prohibida por la ley, pero en nuestro país, dijo el funcionario, "da la impresión de que somos muy flexibles todos y aceptamos que los menores de edad acudan a discotecas y consuman bebidas embriagantes, cuando no deben hacerlo".
Respecto a la participación que en esto tienen las autoridades, el secretario de Salud consideró que las administrativas no han cumplido con su responsabilidad para sancionar a los establecimientos que expenden licor a los menores de edad. A los gobiernos estatales y municipales corresponde autorizar los giros y deben hacer todo lo posible para que no se autorice a los menores de edad ingresar a estos lugares, agregó.
Comentó que deberían fijarse horarios para vender alcohol, y aunque un establecimiento permanezca abierto las 24 horas, el acceso tendría que ser restringido a los jóvenes. Enseguida, refirió que en Ciudad Juárez, la autoridad instrumentó algunas acciones de este tipo y el índice de criminalidad ha bajado.
Para el presidente de Bacardí América Latina, el problema se ubica en la falta de educación sobre el uso adecuado de las bebidas alcohólicas. Aseguró que su empresa fue pionera en la inclusión de mensajes educativos junto con el producto. "Sí transmitimos la inquietud, pero falta remarcarla más, sobre todo en los jóvenes", apuntó, y enseguida propuso que en los libros de texto de la educación básica se incluya información sobre el consumo responsable del alcohol.
Chertorivski también se refirió a la disposición de la Ssa para que los anuncios de bebidas alcohólicas en los medios electrónicos se transmitan después de las 22 horas y mencionó que la industria ha planteado a la secretaría la conveniencia de reducir el número de comerciales por hora (de seis que son actualmente pasarían a dos).
ųƑNo es una búsqueda por defender los intereses comerciales?
ųClaro, mi negocio es lícito. Yo tengo que cuidar que durante toda la vida exista, como ha ocurrido. Que existan los licores en un pueblo con salud y educado.
Con el convenio signado ayer con la Ssa, la industria alcoholera se compromete a realizar acciones para la desaparición de la práctica de las barras libres: promover el desarrollo de programas que difundan estilos de vida saludables y otros que incluyan la moderación en el consumo; participar en investigaciones sobre hábitos de consumo y para conocer la susceptibilidad a los efectos del alcohol en los mexicanos, así como en materia de cirrosis; fomentar acciones para promover la abstinencia en menores de edad; entre otras.
Además, tanto la Ssa como la industria se comprometieron a impulsar acciones que regulen los horarios de venta de bebidas alcohólicas que se consumen en establecimientos como bares y discotecas.
Al referirse a las bebidas adulteradas, Chertorivski detalló que este fenómeno se incrementó a partir de 1995, con la crisis económica y luego en 1998, cuando los legisladores autorizaron un impuesto de 2 por ciento a las bebidas alcohólicas. Dijo que se requiere de un "esfuerzo serio" de la autoridad y la industria para frenar el problema.
Comentó que las bebidas ilegales se venden principalmente en las periferias o en los estados. Tienen un costo de 12 o 14 pesos por litro, son marcas desconocidas pero en envases de los fabricantes serios.
Enseguida, el empresario apuntó que en los países que tienen excesivo pago de impuestos a bebidas alcohólicas se genera una industria ilegal, irregular y de contrabando "mucho más grande".
Por eso, los industriales sugerirán a la próxima legislatura del Congreso de la Unión que se reconsidere el gravamen, "porque más vale la no evasión que la evasión".