VIERNES 23 DE JUNIO DE 2000
* Retirar acusaciones a paristas, para dar paso al congreso, propone
Perpetró el gobierno la más grave agresión a la UNAM: Cárdenas
* Acudieron al mitin frente a rectoría más de 50 mil estudiantes, académicos y trabajadores
Juan Antonio Zúñiga M. * En el mayor acto político multitudinario que se haya realizado en la UNAM, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano manifestó que decidió acudir a la Universidad Nacional "porque quien aspira, como yo hoy, a encabezar la conducción del país, no puede rehuir los problemas, sino ir a su encuentro para contribuir a su más pronta solución".
Y ante alrededor de 50 mil estudiantes, investigadores, académicos y trabajadores de la UNAM, responsabilizó al gobierno federal, a través de las autoridades universitarias, de haber perpetrado -"en este largo año de conflictos"- lo que caracterizó como "la más fuerte y grave agresión que jamás haya sufrido la universidad".
Apacible, y acompañado permanentemente de su esposa, Celeste Batel, Cárdenas atravesó de frente la multitud congregada, como acostumbra hacerlo en sus actos de campaña y, de frente también, caracterizó los propósitos gubernamentales para agredir a la UNAM.
Esta agresión, "montada por el gobierno federal por medio de las autoridades universitarias", pretendió "no sólo disminuir y debilitar a la UNAM en su presencia dentro del sistema de educación superior del país, sino golpear al propio sistema educativo en su parte más sensible y acelerar, así, la adecuación del sistema todo al proyecto de subordinación económica y política, y también tecnológica y científica, que el gobierno ha venido sustentando".
Miles de rostros jóvenes de hombres y mujeres dirigían su mirada al templete, desde el cual el candidato presidencial de la Alianza por México planteaba sus ideas y hacía sus señalamientos.
En la parte opuesta, otros jóvenes, colocados por encima del andador que lleva a la rectoría, y agrupados en un contingente no mayor a 500 personas, se esforzaban por interferir con sus consignas en el discurso del orador. Pero cuando lograban sobresalir, sus voces quedaban ahogadas por el grito de "šCuauhtémoc, Cuauhtémoc, Cuauhtémoc!", lanzado por la multitud que escuchaba.
Cárdenas subrayó que el proyecto educativo de este gobierno "pretende acabar con la formación de profesionales y la investigación de excelencia en el país -actividades que se dejan para unos cuantos que puedan ir a universidades extranjeras-, para que aquí se formen sólo profesionales, técnicos y algunos investigadores con mediana preparación, que dejen de pensar, que no discutan y estén capacitados para interpretar manuales y cumplir instrucciones de directivos del exterior".
Entonces, sostuvo: "Esta no puede ser la condición y calidad de la Universidad Nacional, de las universidades públicas y de las universidades del país en general; ni el papel que jueguen, en el desarrollo de México, el sistema de educación superior y los centros de investigación científica y desarrollo tecnológico".
La educación, "prioridad nacional"
Cuauhtémoc Cárdenas explicó las causas por las que en su programa de gobierno la educación constituye una prioridad nacional, e insertó sus planteamientos dentro del proceso de globalización.
"Vivimos -opinó- una época de amplios e intensos procesos de mundialización, en los cuales nuestro país podrá participar en condiciones de equidad, sólo si desarrolla la capacidad para aprovechar y compartir los avances científicos y tecnológicos que se van dando aquí y en los distintos países del mundo, si en nuestro país generamos tecnologías propias, adecuadas a nuestras condiciones de desarrollo".
Inmediatamente después contrastó esta condición con la situación actual de México, y caracterizó los rezagos: "68 millones de mexicanos se encuentran en condiciones de pobreza, y la mitad de éstos en pobreza extrema; 50 por ciento de la fuerza de trabajo está desempleada o con una muy precaria subocupación; los salarios acumulan una pérdida de 70 por ciento en su poder adquisitivo en las últimas tres administraciones, y de 30 por ciento durante este gobierno".
El candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas prosiguió: "Se cuentan más de 15 millones de migrantes forzados en Estados Unidos; un millón de niños no llegan a la escuela; cuatro y medio millones no concluyen la primaria, principalmente por el empobrecimiento de sus familias a cuyo ingreso deben contribuir; sólo 16 de cada cien jóvenes llegan a nuestras universidades, y se está dando una inserción de México en los procesos de mundialización en condiciones de franca desventaja frente al exterior".
"Democracia ya, escuela para todos"
El ambiente, tenso y polémico la víspera, se tornó sereno y respirable mientras Cárdenas permaneció en el campus universitario, aun a pesar de los variados intentos y manifestaciones de rechazo por parte de los integrantes de la ultra, quienes eran contenidos por otros estudiantes.
Y en este marco, el candidato presidencial de la Alianza por México esbozó los principales lineamientos y objetivos de su programa de gobierno en materia educativa: alcanzar una cobertura total en los ciclos obligatorios de primaria y secundaria; duplicar la población universitaria del país; asignar mayores presupuestos, y devolver a la educación sus contenidos humanísticos y científicos.
Para los estudiantes de familias de bajos ingresos, ofreció, se creará un sistema asistencial paralelo al educativo, "para que todo aquel joven que decida formarse dentro del sistema público de educación, pueda hacerlo, a condición de satisfacer los requerimientos de carácter académico".
Luego Cárdenas anunció que "como una de las primeras iniciativas que el nuevo Ejecutivo envíe al Congreso, estará la de precisar, en el artículo tercero constitucional, el carácter laico y gratuito de toda la educación pública, desde el jardín de niños hasta los posgrados universitarios".
Hubo momentos, aunque no abundaron, en que hasta los estudiantes de la ultra escucharon.
Esto sucedió cuando Cárdenas planteó que es preciso, hoy, "dar solución de fondo al conflicto por el que atraviesa la Universidad Nacional. Remover, en primer lugar, los obstáculos políticos, por lo que debe haber un desistimiento de la autoridad universitaria para liberar de todo cargo político, como el de peligrosidad social -que debe eliminarse de nuestra legislación, para que no se atropelle más con él el derecho de la gente-, y dar paso a la convocatoria y realización del congreso universitario, que será el que decida cuáles son los destinos de la universidad".
Pero para prevenir retrocesos, manifestó, "deberemos garantizar que esta elección del 2 de julio dé paso no sólo a la alternancia en el ejercicio del poder, sino también a una alternativa para que sea otro el proyecto político y económico que se desarrolle en la nación".
Así lo definió: "Un proyecto que vaya al rescate del ejercicio soberano de nuestras decisiones; que dé plena vigencia al estado de derecho; que asigne prioridad en el desarrollo a los objetivos sociales, como educación, salud, empleo, ingreso, vivienda y cultura, y que en función de éstos se diseñen las políticas económicas y en general las públicas; que busque una relación internacional de colaboración y equidad en el disfrute de los beneficios".
La presencia en la UNAM del candidato presidencial de la Alianza por México duró alrededor de una hora, que pasó rápido, en un acto político que concluyó con un tronante goya, que pareció refrendar las últimas palabras dirigidas por Cuauhtémoc Cárdenas a toda la comunidad universitaria: "Que nunca, nunca más, se cierren los recintos universitarios al florecimiento y a la libre discusión de las ideas, condición y base fundamental de los derechos y las libertades de los mexicanos y de la humanidad".
Después que Cárdenas se retiró del campus, algunos estudiantes inconformes hicieron de las suyas. Pero la provocación ya había fracasado, ante el ímpetu de alrededor de 50 mil estudiantes, académicos, trabajadores e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
VIERNES 23 DE JUNIO DE 2000
* El retorno de Cárdenas a CU en tres imágenes
Miles de universitarios sintieron que recuperaron el campus
* Resurgieron polémica y violencia de las corrientes del CGH
Elena Gallegos * Al sentir que recuperaban su espacio en el campus, miles y miles de académicos y estudiantes mostraron ese otro rostro de la Universidad Nacional oculto durante un largo... largo tiempo.
Y es que este jueves -como aquel otro jueves, el del 26 de mayo del 88- la multitud se apretujó frente al enorme templete que se instaló a un costado de la Biblioteca Central; pudo expresar sus preferencias políticas; escuchó esperanzada la definición de que quien "aspira a conducir al país no puede ir sino al encuentro de sus problemas", y se conmovió al corear la interminable šGoooya...! con la que Cuauhtémoc Cárdenas concluyó su visita a Ciudad Universitaria.
El encuentro de Cárdenas con los universitarios puede resumirse en tres imágenes. La primera: decenas de reconocidas académicas -entre ellas Annie Pardo, Monserrat Gispert, Elvira Concheiro, Ligia Helguera, Patricia del Arenal y Josefina Morales, por mencionar sólo algunas- con sus brazaletes amarillos formaron, más de una hora antes de que el candidato llegara, una gran valla para protegerlo. Junto a ellas, un puñado de maestros eméritos, Alfredo López Austin, Helena Beristáin, Fernando Carmona, Arturo Bonilla, entre otros, se prepararon para darle la bienvenida y entregarle un obsequio. A esas horas no sabían que el caótico arribo se los impediría.
La segunda: casi al mismo tiempo, encabezados por Alberto Pacheco, El Diablo, y a los gritos de "špor puto, por puto, por puto y prostituto!..." apareció una pequeña marcha de cegehacheros enardecidos, varios de ellos con la cara cubierta. Quiso cerrarles el paso un grupo de papás que exhibía una manta en la que podía leerse: "Los Padres de Familia con Cárdenas y con el CGH, špor la tolerancia!" Los hijos les respondieron: "šCuleeeros! šTraidooores!" Y cada uno se fue por su lado.
Y la última: cuando Rodrigo Figueroa Chazán -como maestro de ceremonias- mencionó la presencia de Pablo González Casanova a quien definió como el "rector moral de nuestra Universidad", espontáneos "šPa-blo, Pa-blo, Pa-blo!" surgieron de todos lados y arrancaron lágrimas al maestro.
Atrás, muy atrás, en la Torre de la Rectoría, apostados unos sobre el techito que hace de marquesina al mural de Siqueiros -y otros debajo-, integrantes de las corrientes más radicales de lo que aún es el CGH buscaron hacerse oír, aunque...
Imposible apaciguar los ánimos
Todo pasó una vez que se acabó el mitin. Cuentan, quienes lo vieron, que a una señal de Rodolfo Hernández, Juan Carlos El Tex y un peculiar personaje que se hace llamar Giovanni Baldini -da tantas versiones de la carrera que cursa que ya nadie sabe si en realidad estudia alguna-, una parte de las huestes de la ultra avanzaron sobre los techos de los pasillos que llevan desde la Rectoría hasta la Facultad de Filosofía y se fueron sobre los muchachos de playera azul marino con el lema inscrito en letras amarillas "Universitarios por Cárdenas". Los dos bandos se tundieron. Imposible apaciguar los ánimos.
Con insistentes "šfuera porros de la UNAM!", decenas de voces trataron de exorcizar a los demonios. A la distancia y recargados en la pared, El Mosh y El Diablo siguieron, inmutables, los acontecimientos.
En la batalla, numerosos cegehacheros sacaron palos y hasta chacos. A Kim Lai lo tiraron al suelo y ahí le cayeron a patadas. Fue tanta la violencia de ese momento, que uno de los golpeadores terminó haciéndose a un lado: "šHíjole no sabes cuántas ganas tenía de darle a los históricos, pero así no!..." En otros sitios se arrojaron sin ton ni son y sobre quien fuera, botes de pintura amarilla, huevos, cáscaras de sandía y hasta vísceras...
A esas alturas, la comitiva que acompañaba a Cárdenas traspasaba ya los límites de Ciudad Universitaria y muchos de los asistentes al mitin se dispersaban. A la vez, se multiplicaban en el campus agrias discusiones sobre la presencia del candidato. Hubo, pues, intercambios de insultos y golpes. Un joven de Derecho al que conocen como El Comeniños y que algunos ubican cercano a la contracorriente, lanzó una paloma cuyo estallido sembró, por instantes, el pánico.
En la explanada de la rectoría -de unos meses para acá Plaza Roja en el argot cegehachero-, las distintas corrientes del CGH se enzarzaron en fuertes polémicas buscando cobrarse facturas y una muchacha de la megaultra de Aragón encaró a Mario Benítez con un violento: "šlidercito de mierda; pinche protagonista, tu no hiciste el movimiento solo Ƒeh? Lo hicimos todos!"
Cuando las dos partes se dieron cuenta que la prensa observaba, reaccionaron con furia: "šVáyanse a la ver..!" y era tal la rabia contenida en la amenaza que, en ese momento, y a riesgo de ser tildada de cobarde, la prensa se fue...
Mientras tanto, los padres de familia en campamento pedían -por las buenas y por las malas- a Iván Zavala que abandonara el lugar, luego de que éste, fuera de sí, los acusara a gritos de tener "infiltrados perredistas".
Antes, mucho antes del colofón -que hizo aún más evidentes las fracturas en el CGH-, este jueves de corpus y no obstante todas las predicciones y los temores, Cárdenas regresó a la UNAM y la comunidad se volcó para recibirlo, con un poco de miedo al principio, pero eso sí con sus banderitas y paliacates amarillos, y con sus estandartes blancos con el escudo de la Universidad en los que resaltaba la leyenda: "Por mi raza hablará el espíritu".
Aunque la cita estaba programada para el mediodía, la entrada del invitado se retrasó más de media hora. Los chavos que se encargaron de la organización -Fernando Belaunzarán, a quien para variar le tocó pedrada, Inti Muñoz, Adolfo Llubere, Jesús Ramírez Cuevas y Oscar Moreno, entre muchos otros- checaban cada detalle y disponían rutas, ubicaciones en el templete y, sobre todo, se percataban de que no hubiera motivos para que se presentara ningún incidente.
En esas andaban cuando llegó Andrés Manuel López Obrador. De pasada hizo un guiño a los eméritos y se encaminó a alcanzar su lugar en el templete. Le siguieron Amalia García, Pablo Gómez y Demetrio Sodi. Unos minutos después llegó Cuauhtémoc Cárdenas. Lo acompañaban el doctor González Casanova, Adolfo Gilly, Imanol Ordorika, Carlos Imaz, así como su esposa Celeste Batel, siempre a su lado, y sus hijos Cuauhtémoc y Camila.
Y con la pena, pero fueron decenas de fotógrafos de prensa los que, de entrada, impidieron por un momento, que el candidato pudiera subir al templete que había sido montado a marchas forzadas durante la madrugada y luego de una de bronca entre quienes serían anfitriones del evento y algunos miembros del CGH. Bronca que, por cierto, pasó también a los golpes. Tantos, que en los empujones estrellaron varios ventanales del primer piso de la Torre.
Argel Pineda, Víctor Alejo, La Trevi, Jorge Martínez Valero y el tal Baldini estuvieron en la negociación -por la otra parte, encabezaron Belaunzarán, Figueroa y Ramírez Cuevas- que se prolongó casi hasta las seis de la mañana, hora en la que se llegó a un acuerdo. Los organizadores ya habían decidido instalar el templete a un costado de la Biblioteca Central para evitar enfrentamientos.
Entonces, en la negociación se comprometieron a no invadir la zona de la Rectoría donde se ubicaba el plantón de los padres de familia y los cegehacheros se ubicarían sólo en la explanada. Entre ambos grupos habría una zona neutral en los techos. Y como este fue el punto que no se respeto ahí acabaron por escenificarse las golpizas y se hicieron hogueras con la propaganda perredista.
šFuera vetos!
Pero esta mañana de jueves de corpus, de zozobra en Ciudad Universitaria, todo el ambiente cambió cuando por millares, académicos, estudiantes y trabajadores comenzaron a llenar la plaza. Hasta los panchovillas dijeron que si bien ellos apoyaban al CGH no harían nada que desmereciera el evento. De acuerdo con algunos medios electrónicos, alrededor de 50 mil personas llegaron al campus.
Gozosa, la muchedumbre se reconoció, se reencontró y se dio vuelo exclamando aquellos nombres, aquellas siglas -šCuauhtémoc, Cuauhtémoc, perrredé, perredé!- hasta esta mañana de jueves, prohibidos so pena de señalamientos, persecuciones, denuestos, expulsiones, vetos.
Y en la medida en la que los resquemores de confrontaciones generalizadas se fueron evaporando, la gente comenzó a soltarse. Por eso, cuando Figueroa les dijo que entre ellos estaba "šuno de los hombres más combativos..." y señalaba con el índice a Andrés Manuel López Obrador, las aclamaciones no esperaron.
Así, ya más confiados, los miles y miles que acababan de descubrir que habían recuperado su espacio, tuvieron oportunidad de escuchar lo que los oradores decían -primero el líder del STUNAM, Agustín Rodríguez y luego y a nombre del sector académico, el doctor Fernando Carmona- y de plano, siguió atenta cada uno de los conceptos que el candidato de la Alianza por México desgranaba.
A lo lejos, los repetidos "šfuera Cárdenas de la UNAM!" con que se desgañitaban los que estaban sobre y bajo el techito, se perdían entre los aplausos que coronaban las frases del ingeniero. "šEs preciso hoy dar solución de fondo al conflicto por el que atraviesa esta universidad...!", dijo Cárdenas y la gente lo apoyó
Para despedirse, todos juntos acompañaron al candidato en sus vivas a la Universidad y a México. Vino la Goya y luego entonaron el himno nacional. Miles y miles de estudiantes y académicos habían recuperado su espacio en el campus este jueves de corpus.
VIERNES 23 DE JUNIO DE 2000
Rincón Gallardo repudia violencia de cegehacheros en la UNAM
Fabiola Martínez * Gilberto Rincón Gallardo, candidato presidencial por el Partido Democracia Social, lamentó los sucesos violentos registrados en el mitin de Cuauhtémoc Cárdenas en la explanada de la UNAM. "Son hechos provocados seguramente por una pequeña parte del Consejo General de Huelga que intenta convertir el mitin en un campo de batalla. Ni en los años más autoritarios de México se había atentado contra la UNAM, espacio libre de expresión". Rincón Gallardo participó anoche en el encuentro "Izquierda Moderna y diversidad", ante decenas de personas de la comunidad lésbico-gay y otros simpatizantes a las candidaturas de este grupo impulsadas por el PDS.
Fue un acto de libertad: Rosario Robles
Ricardo Olayo * La jefa de Gobierno del DF, Rosario Robles, destacó la asistencia de Cuauhtémoc Cárdenas a la UNAM y consideró que se trató de un acto de libertad y que "se recuperó la UNAM como un espacio para la reflexión, para la discusión y como espacio de diversidad y tolerancia". En breve entrevista al salir de sus oficinas del Zócalo, subrayó que el gobierno federal no pudo recuperar estas características de la institución, ni la Policía Federal Preventiva, ni el rector. Criticó la actitud de los integrantes del CGH a los que definió como "una minoría" con "prácticas intolerantes" y recordó que el conflicto se prolongó para perjudicar a Cárdenas " a lo que él representa a los universitarios y lo que es paradójico es que sea él quien vaya y entre a la Universidad y que lo haga con este recepción multitudinaria.
VIERNES 23 DE JUNIO DE 2000
* Hay 18 heridos y algunos automóviles dañados
Supuestos paristas agreden a simpatizantes de Cárdenas
* Mario Benítez y Jorge Martínez pedían calma a sus compañeros
Karina Avilés y Roberto Garduño * La voz de la multitud universitaria, congregada en la explana de la rectoría de la UNAM para apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, arrinconó los gritos de protesta y denuestos que desde una esquina de la plancha vociferaba un aislado grupo de miembros del CGH, que sin lograr su cometido intentó imponerse. Y hasta el final del mitin, sólo con el recurso del enfrentamiento se hizo presente.
Así, 24 horas después de la declaración pública del CGH, en la que se deslindaba de cualquier acto de violencia y en la que dijo se manifestaría de manera pacífica y ordenada, y a 20 metros de distancia de la concentración en favor del candidato de la Alianza por México, un grupo de activistas y personajes que nunca se habían visto en el movimiento de huelga incumplieron el resolutivo de su asamblea plenaria.
Desde la madrugada del jueves, los roces físicos y enfrentamientos verbales entre los estudiantes del grupo Universitarios por Cárdenas y huelguistas caldearon los ánimos por la disputa del corredor que atraviesa la explanada. Los convocantes al mitin explicaron que algunos miembros del CGH asumían como suyo ese espacio, con el argumento de que ellos y los padres de familia tenían el derecho a estar ahí porque bloquean los accesos al edificio de gobierno de la máxima casa de estudios. Pero los paristas señalaron que el acuerdo asumido entre los dos bandos implicaba que la pasarela sería ocupada por el grupo que invitó a Cárdenas, y ellos utilizarían las dos marquesinas del citado corredor.
No obstante, en la madrugada las dos partes se confrontaron, y finalmente, a las 6:00 de la mañana de ayer llegaron al acuerdo de establecer una zona neutra de no más de ocho metros cuadrados, área que nadie podría ocupar. Pero no fue así.
Para el mediodía, con la presencia de Cárdenas en el templete, algunos de los huelguistas y personas no identificadas transgredieron el acuerdo, se instalaron en la zona neutral y comenzaron los empujones y las amenazas: "šque se vaya, que se vaya, que se largue... pedorro... hijo de su puta madre... bájense, vendehuelgas!".
Y en un tono retador, los huelguistas se desgañitaban entonando estribillos para que los miles de asistentes a la explanada los escucharan: "a ver, a ver, quién lleva la batuta, los estudiantes o Cuauhtémoc hijo de puta, puta, puta, puta!".
En esas estaban, cuando jóvenes del CCH Oriente, de las facultades de Derecho y Contaduría comenzaron a quemar la propaganda cardenista para arrojarla hacia los estudiantes del grupo Universitarios por Cárdenas, quienes se identificaban con una camiseta azul; incluso, algunas de las mantas ardiendo cayeron sobre algunos de sus compañeros del CGH.
La llegada
Desde la mañana, cuando casi estaba por concluir la instalación del templete, a un costado de la Biblioteca Central, lo cual sorprendió a los huelguistas, quienes pensaban que el mitin se realizaría precisamente en el corredor que se disputaban anteriormente, comenzaron a llegar los contingentes por las escalinatas centrales de la explanada.
A su paso, las personas que asistieron a apoyar a Cárdenas fueron objeto de todo tipo de insultos. Hasta a los mismos padres de familia, que pedían tolerancia, les llovieron los denuestos: "Culo les va a faltar... traidores, traidores, traidores".
Zafarrancho... después
Mientras los oradores externaban su apoyo a Cárdenas, al fondo de la explanada, entre el grupo del CGH, se encontraban los estudiantes que han sido identificados como líderes del la huelga, entre ellos Mario Benítez, Víctor Alejo, Alberto Pacheco, Rodolfo Hernández, Jorge Martínez Valero y El Mosh, a quienes no se les vio participar en las agresiones; incluso, Mario Benítez y Jorge Martínez pedían calma a sus compañeros.
Pero nadie pudo detener a algunos de los huelguistas embozados y con pasamontañas, ni a otros hombres robustos, vestidos de negro que llevaban decenas de huevos, y que se ubicaron en una de las esquinas de la torre de rectoría, y desde ese sitio iniciaron el lanzamiento de su carga contra los estudiantes del grupo de Universitarios por Cárdenas, quienes se encontraban en el techo del andador.
El discurso del candidato estaba por concluir cuando inició el intercambio de golpes, a un costado de la rectoría. Los huelguistas y simpatizantes de Cárdenas se liaron a puñetazos. Mientras arriba, en la pasarela, otros paristas, como el que se hace llamar Giovanni Baldini y Juan José Serrano Galicia incitaban a sus compañeros para agredir a los seguidores del PRD.
El acto terminó y Cuauhtémoc Cárdenas salió de la explanada, unos encapuchados le siguieron desde el techo del andador, pero al percatarse que se había retirado lanzaron un cohetón que tronó en el estacionamiento de la Facultad de Filosofía.
Pero cuando el candidato ya estaba lejos del lugar, inició el choque sobre la marquesina, frente a rectoría. Algunos miembros del CGH y otros jóvenes desconocidos atravesaron la zona neutral portando palos, piedras, botellas de agua e inclusive había quienes llevaban bolsas con vísceras.
Los Universitarios por Cárdenas, al ver que ese grupo avanzaba contra ellos, se replegaron, pero algunos fueron alcanzados por sus opositores. Kim Lei fue agredido con un mazazo y cayó al suelo. Ahí, completamente inerme, fue atacado por cerca de 20 jóvenes. Con el rostro bañado en sangre fue rescatado a rastras por sus compañeros, quienes empezaron a retirarse corriendo sobre el techo del andador. Algunos se trompicaban y en el suelo fueron presa fácil de patadas, palazos, baños de agua y huevazos.
No hubo contemplación, tanto hombres como mujeres fueron atacados. Una de ellas, Mónica Dávalos, fue golpeada con palos en ambas piernas y empujada de la marquesina al suelo, donde también recibió una paliza.
En total resultaron golpeadas 18 personas, de acuerdo con el reporte de la UNAM. También cuatro automóviles sufrieron daños.
* La visita refrenda su compromiso con la UNAM, dice González Casanova
Políticos e intelectuales acompañaron al candidato
Karina Avilés y Roberto Garduño * La cita fue en el Sanborns de Plaza Loreto. Con el café a un lado, el que se acostumbra tomar para hacer los minutos más cortos, políticos, intelectuales y funcionarios capitalinos aguardaron la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas para acompañarlo a uno de los actos de campaña más representativos y esperados del candidato presidencial de la Alianza por México: la reunión con la comunidad de la Universidad Nacional.
En torno de una larga mesa figuraban el ex rector Pablo González Casanova, el historiador Adolfo Gilly, el poeta Oscar Oliva, el escritor Rafael Ramírez Heredia, el líder del PRD capitalino, Carlos Imaz; Demetrio Sodi de la Tijera, Julio Moguel, Carlos Albert, Armando Quintero, Epigmenio Ibarra, César Buenrostro, Salvador Nava e Imanol Ordorika.
La entrada a Ciudad Universitaria, cuya explanada de rectoría lucía pletórica de simpatizantes y militantes del PRD, representaba, en aquel restaurante, todavía una incógnita. Eran las 11:00 de la mañana. Una a una de las personas que acompañarían a Cárdenas fueron llegando a aquel lugar, apenas a un kilómetro de la UNAM.
Conocedor de las batallas políticas y sociales que se han librado en la Universidad Nacional durante décadas, el doctor González Casanova llegó afable, con esa autoridad moral que le caracteriza. Adolfo Gilly, otro universitario de cepa, lucía relajado. Oscar Oliva, también amigo del candidato, charlaba con Rafael Ramírez Heredia.
Mientras esperaban, el grupo que conformaría la comitiva de Cárdenas comenzó a cruzar comentarios y augurios de confianza sobre el éxito del acto que ocurriría minutos más tarde. Uno de los temas que estuvieron en el centro de la mesa fue el de la exitosa batalla que habían librado los alumnos del grupo Universitarios por Cárdenas, horas antes, en la madrugada, y que por esa razón algunos de los presentes todavía lucían trasnochados.
El tiempo transcurría; ya eran casi las 12:00 y el candidato no llegaba. Pero en plena espera, la plática se interrumpió, porque una llamada telefónica les anunció que Cárdenas y los reporteros que cubren la campaña presidencial de éste ya aguardaban en el estacionamioento del centro comercial. De inmediato todos se levantaron de la mesa.
En el trayecto, el ex rector de la UNAM accedió a responder a este diario:
-Como universitario, Ƒcuál es la importancia del acto de Cárdenas para el futuro de la UNAM?
-Es evidente que él insistió a lo largo de su campaña en la importancia que la educación superior tiene dentro de un proyecto nacional, y que esta visita a la UNAM es parte de esa insistencia permanente en decir que sin una educación superior de muy alto nivel, y que se preste en forma pública y gratuita a la mayoría de aquellos mexicanos que desean adquirirla, es imposible pensar en un verdadero proyecto nacional.
-ƑEs refrendar su compromiso con la UNAM?
-Sí, así es...
El doctor González Casanova intercambió un fuerte apretón de manos con Cuauhtémoc Cárdenas. Y cuando ya estaban a punto de partir para Ciudad Universitaria, José Narro Céspedes lo sorprendió al comentarle: "Más vale quitarse el saco y la corbata, por aquello de los huevazos...". El ex rector le devolvió una sonrisa.
* "Lo que queda del CGH"
Condena rectoría actos vandálicos en la universidad
Tras los enfrentamientos entre integrantes del Consejo General de Huelga (CGH) y universitarios al término de la visita de Cuauhtémoc Cárdenas a la UNAM, la rectoría expresó su repudio contra los responsables de estos actos vandálicos.
En un comunicado condenó "la violencia y la intransigencia mostrada por lo que queda del Consejo General de Huelga y por personas ajenas a la institución".
Lamentó también "las agresiones verbales y físicas promovidas por estos pequeños grupos de intolerantes en contra de universitarios, 18 de los cuales resultaron lesionados y tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos de la institución".
Finalmente, reiteró que "la UNAM es una casa abierta a la libre discusión de las ideas", y subrayó que pese al empeño de estos grupos minoritarios por dañar su imagen, sigue y seguirá "desarrollando vigorosamente sus tareas sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura".